Mundo alterno, cambio de chicas

Lo que parecía ser una mañana tranquila

Otro día más junto a la Legión de reconocimiento, planeando como acercarse a Eren sin tratar de discutir.

Mikasa, como siempre pensaba en el "¿qué pasaría?"  Y el "¿qué hubiera pasado?"

Al cansarse de pensar acudió a donde él estaba, un cuarto cercano de donde ella se encontraba.

Se acercó y entró sin tocar, cerrándola después con seguro.

— Quiero hablar contigo -  dijo, firme con sus palabras al igual que su mirada

— ¿Qué haces aquí? -   preguntó algo asustado por lo repentino de su llegada.

Segundos después cambió su semblante a uno molesto.

— Sólo quiero hablar -   recalcó

— No tenemos nada de que hablar, de una vez te digo, no me voy a detener así que ahora vete -   sin más le dio la espalda

— Eren, por favor -   insistió

— ¡Ya te dije que no! ¡Lárgate! -  replicó

— Sé que me odias, sé que ya no soy nada para ti -  habló con pesar  - Pero, por favor escuchame -  pidió

Eren se quedó serio, suspiró con pesar y asintió.

— Te doy 3 minutos -  dijo

— Tengo en claro que no te detendrás, que tus ideales no cambiarán pero estas seguro que con eso serás feliz? ¿Seguro? ¿La soledad es tu felicidad, Eren? —

Un silencio dominó la habitación.

— Eso...eso es todo, adiós, Eren -  se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta

— Mikasa... -   la llamó, dando la cara

La chica se detuvo y volteó de nuevo.

Se miraron fijamente pero cuando él iba a decir algo la azabache colapsó, llamando la atención del chico.

Su cuerpo comenzó a temblar, sus lágrimas caían repentinamente y no podía articular palabra alguna. El chico se acercó.

— ¿Qué es lo que te pasa? -   preguntó arrodillándose a su altura, sin tocarla.

Sin nada que decir, Mikasa se desmayó por completo y en ella comenzaron a aparecer cosas extrañas como variedad de anillos en sus dedos, collares en su cuello y un maquillaje bastante oscuro.

Decidió tomarla mientras la miraba con gran extrañeza, se veía bastante extraña.

— Mikasa, despierta -  la llamó, pero no hubo respuesta

Se molestó un poco, ahora tenía otra molestia además de sus propios problemas.