Mundo alterno, cambio de chicas

Someter a la verdad

Pasaron dos días, esa Mikasa deprimida iba desapareciendo mientras su relación con ese Eren crecía y se hacía más cercana, lo que en parte también creaba sentimientos más fuertes. Las palabras que Eren le decía eran muy lindas, demostraban cariño y confianza, lo que hacía aumentar su palpito como antes ya no pasaba.

Eren logró descongelar y suavizar tanto su ser como su corazón, incluso le mostró cómo vestirse mejor con todo lo que estaba en el closset, recibiendo halagos y lindas críticas. Ambos comenzaban a formalizar esa relación.

— Armin vendrá hoy? —

— Supongo que sí, ¿aún no quieres asistir al colegio? -

— No, por lo que me has platicado y con lo que Armin me a enseñado, es demasiado complicado para mi —

— No lo es, pero supongo que como no tienes tanto el conocimiento previo de...tal vez, secundaria, se te complica —

— Tal vez —

— Veamos, ¿sabes multiplicar? —

— Sí —

— ¿Dividir? —

— Sí - sonrió

— ¿Calcular metros? ¿centímetros? ¿milímetros? ¿kilómetros? ¿horas? ¿minutos? ¿segundos? —

Volvió a sonreír

— Sí —

— ¿Raíces cuadradas? ¿ecuaciones? —

Mikasa se quedó en silencio y lo miró confundida, Eren rió y asintió.

— De acuerdo, está bien, quédate aquí el tiempo que quieras, yo te explicaré algo de eso cuando quieras -  le sonrió

— Bien, gracias -  devolvió el gesto

— Supongo que en tu mundo solo es importante matar gigantes —

Mikasa sonrió y asintió.

Se miraron fijamente por un momento.

— Eres demasiado linda cuando sonríes, ¿lo sabías? -  dijo en voz baja

La azabache se sonrojó y sonrió aún más .

— Gracias —

Se creó un silencio un poco incómodo.

Los oídos de Mikasa se inundaron con el sonido de su pálpito, sus manos comenzaban a sudar frío por su nerviosismo.

— ¿Tú me quieres? -  preguntó repentinamente

Sus ojos se dilataron, su mente remontó ese momento donde todo comenzó a irse hacia abajo.

— Creo...creo que sí —

Se escuchó a sí misma, su pálpito aceleró de nuevo.

Lo miró a los ojos, era cierto. Solo con mirarlo a los ojos su estómago se retorcía de una manera tan sutil e indescriptible que no podía ocultarlo más. Aunque fuera lo más ilógico del mundo, admitió para sí misma el haberse enamorado de ese Eren, a libertad propia. Sonrió.

Sintió sus manos rozar con las de las persona frente a ella, experimentando caricias demasiado estremecedoras.

Su corazón no se detenía en ningún momento y su respiración se agitaba.

Pronto las manos de Eren fueron subiendo de sus manos a sus brazos, luego a los hombros para llegar al cuello y tomar su rostro con ambas manos.

— E..Eren...? -  susurró nerviosa, veía como el chico acercaba su rostro mientras mantenía su mirada fija en los ojos plata de Mikasa y de sus labios.

Pronto cerraron los ojos, esperaban que se diera de esa manera tan, simplemente perfecta. Eren abrió sus ojos por un momento, ya estaban perfectamente cerca. Sólo era cuestión de un movimiento....

La puerta se abrió de repente, haciendo que ambos se separaran con violencia y con un claro sonrojo.

Armin estaba frente a ellos.

El silencio los invadió por un momento bastante incómodo.

— Ah...ya llegué —

— Eh, sí, que...que bueno -  dijo

Volteó a ver a Mikasa, ella estaba con la cabeza ligeramente agachada, mostrando su gran vergüenza.

— Ven, vamos por algo...de agua —

Lo abrazó por el cuello y lo llevó fuera de la habitación.

— ¿Interrumpí algo? -  preguntó un poco apenado

" Sí, Armin, interrumpiste el momento que he esperado por días"  pensó

Volteó a verlo.

— No, es solo que se sintió extraña con tu repentina entrada, aún no se acostumbra del todo a...nosotros —

— Ya veo, ok, lo entiendo, debe ser difícil —

Mikasa se quedó pasmada un rato más, ésta vez estaban tan cerca. Pensaba, cual sería el verdadero día en donde ese beso se cumpliera? Le gustaba demasiado que fuera Eren quien tomara la iniciativa y eso...era escaso. Suspiró y salió del lugar para alcanzar a ambos chicos.