Volver es difícil

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Dichas palabras llamaron su atención, eso no lo diría la Mikasa que ahora le tocó conocer.

Abrió sus ojos ligeramente, reconociendo aquél rostro, aquellas facciones. No dijo nada hasta que ella se separó.

Al mirarlo, sus pupilas se contrajeron por el miedo de volver a su terrible realidad.

— Así que eso es lo que soy para ti -  dijo sin soltar su torso

Mikasa dirigió sus manos a las que la tomaban, tratando de alejarse, sentía miedo y un enorme dolor que por un momento sintió olvidado.

Había vuelto, lo que no le agradaba del todo, sin embargo, notó una mirada no antes vista. Era esa mirada "calida" de aquél día en el tour por Marley.

— Eren... —

Sus palabras apenas y salían, sentía que todo su ser se consumía en el dolor. Sin nada que decir, fue abrumada por un abrazo que necesitaba.  Su corazón se rompió sin ninguna duda.

— Lamento haberte dicho eso -   dijo, teniendo en cuenta las palabras de la otra azabache.

"— No sé tú, pero para mi el odio es un sentimiento...inútil, que solo refleja el miedo hacia esa persona ya sea por cualquier cosa, a demás...duele —"

Sembró dolor en la mujer que quería proteger, sin embargo, ni eso la hizo alejarse. Mostrando que su sentir era muy fuerte a pesar de tan impactante mentira.

— La verdad es...que no podría vivir con la idea de que hayas muerto por salvarme, ya no quiero que sea así —

— Pero, Eren.... —

— Ya me cansé de eso, ahora quiero ser yo quien se encargue de tu seguridad, quiero ser yo quien te proteja ahora, tanto a ti como a Armin, ¿lo entiendes? —

Los ojos de Mikasa comenzaron a llorar, dolía bastante, nunca pensó que pasaría esto, así que fue mentira eso del...?

Correspondió su abrazo, se aferró a su espalda mientras comenzaba a llorar y sollozar como nunca antes. Esos leves gemidos que demostraban el dolor contenido por dos años.

Al escucharla llorar, su corazón, su mente y su persona se lamentaba por tal daño. La abrazó con más fuerza. Pronto comenzó a calmarse, ya sólo eran sollozos que agradecían por ese momento de verdad.

— Así que...fue mentira -  susurró mientras se acomodaba en el pecho de Eren, quien al escucharla decir eso intentó borrar esa parte de su mente.

— No! -  lo detuvo  - No lo borres, es imposible -  dijo y pidió 

— Pero, te lastima —

— No, ya no -  se separó de él, quitando las pocas lágrimas que aún salían de sus ojos.

— ¿Qué es lo que vas a hacer ahora? - preguntó

— Dividí el grupo en dos, una parte en las murallas y otra en el puerto, ahora les regresare ese odio que tanto nos tienen -  respondió, lo último con algo de molestia y seriedad.

Mikasa asintió, suspiró y volvió a mirarlo. Con nerviosismo tomó su rostro, lo acariciaba un poco mientras esa mirada enamorada aparecía en sus ojos plata.

— Lamento, no haberte dicho la verdad cuando preguntaste —

— Bueno, ahora lo sé, y es lo que importa -  tomó sus manos, trasladándo las detrás de su cuello para acercarla de nuevo.

— No quiero que te involucres en esto, quédate aquí todo el tiempo —

— Pero, Eren... —

— Sin peros, no te dejaré arriesgarte, mucho menos ahora, así que por favor, quédate aquí -  insistió pero ahora con esa mirada fría y amenazante. La azabache cedió.

— Sólo ten cuidado, por favor -  de nuevo comenzó a acariciar un costado de su rostro

— Lo prometo, intentaré lo que más pueda —

Sus miradas se conectaron por completo, descubrió la verdadera Mikasa, así que de ese modo sí estará de acuerdo con lo que haga, eso demostraba más aquél amor que los unía.

— Te amo tanto -  dijo en un hilo de voz, con lágrimas en los ojos nuevamente, provocado por tal cercanía para concluir con un beso completamente consciente y apasionado de parte de los dos.

Esa manera de entregarse, entregarse al otro sin que nada importe a través de un beso que intercambia tanto amor como dolor y angustia por el "¿Qué pasará?"

Sin que se dieran cuenta, la puerta se abrió y alguien entró, quedando en una gran sorpresa por lo que estaba viendo. Sintiéndose confundido.

Se fueron separando mientras la intensidad y tamaño del beso se reducía poco a poco por unos más pequeños.

Eren notó la presencia de Armin, justo quien quería encontrar después de dejar a Mikasa en la habitación. Ella también volteó al ver la mirada fija de Eren.

— ¿Qué... —
— Eso no importa -  fue hacia él y cerró la puerta  - Tú y Mikasa se quedarán aquí —

— ¿Y por qué? -  su mirada cambió a una molesta

— No quiero que se arriesguen, no quiero que ninguno de los dos muera por estar en el campo de batalla, y como sé que tu método es persistente... -   volteó a ver a Mikasa, extendiendo su mano para que se acercara  - Entonces Mikasa te mantendrá aquí dentro sin importar qué —

La chica asintió. Armin no entendía del todo bien pero de eso se encargaría Mikasa.

— Bien, hora de empezar y terminar esto de una buena vez —

Dijo para tomar el pica porte de la puerta e irse pero algo lo impulsaba a tal vez, despedirse. No quería, pero nada era seguro.

Volteó a verlos, a ambos, sus miradas estaban confusas, angustiadas, rotas. Decidió volver.

— Eren, Qué...? -  preguntó Armin pero su voz fue interrumpida por un abrazo, un abrazo de tres.

— Lo siento de verdad, siento que hayan tenido que pasar por este infierno pero, pronto serán libres de ello -  se separó

Miró a ambos, por un momento su mirada era fija y amenazante pero, eso cambió por una sonrisa repentina, sincera que sorprendió a ambos.

— Volveremos a aquellos días de tranquilidad, lo prometo -  dijo

Abrazó individualmente a su amigo para luego separarse y besar, tal vez, por última ocasión a la mujer que amaba.

— No lo olvides, esto nos mantiene unidos, no te la quites -  se refería a la bufanda

— No lo haré, lo prometo -  respondió para que con otro beso, se fuera ésta vez por todas.

Sólo debía ser paciente para ver los resultados de todo esto, debían tener esperanza para lograr ese propósito sin que nada los pueda separar de nuevo, nada.




Fin.

Fin

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Mundo alterno, cambio de chicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora