Severus Snape Prince y Lilybeth Sinclair Mir (Terminada)

Capítulo 15: Minerva se encara con Severus.

Profesora McGonagall- Hombre...Severus precisamente al casanovas que estaba yo buscando... te quiero en mi despacho ahora mismo y sin pretextos...-dijo muy enojada-

Profesor Snape- Minerva por favor...entre el ataque de risa de Albus y tu enojo no se como voy a lidiar con todo esto...

Profesora McGonagall- Pues haberlo pensado antes y  si no atiendes a razones te daré el guantazo que debió darte ayer la señorita Sinclair, ¿ pero como pudiste besarla?, ¡Por Merlin!, ¿en que estabas pensando?, ¿Es que a caso te has vuelto loco?

Profesor Snape- Minerva...perdóname por ser un hombre, por tener sentimientos y haberme enamorado.. Es lo único que te puedo decir...-

Profesora McGonagall- ¡Severus que estamos hablando de una niña de 11 años...! tu tienes 30 años, podrías ser perfectamente su padre...!

Profesor Snape- ¿ A caso crees que no soy consciente de la situación en la que me encuentro?, Pero resulta que la amo Minerva, sacrificaría mi propia vida si fura necesario por ella sin importarme lo mas mínimo-

Profesora McGonagall-¿Severus pero es que tú has perdido por completo toda tu cordura, a caso...?-

Profesor Snape- Yo solo sé que sin ella estoy completamente perdido...tengo que saber donde está en cada momento, saber que se encuentra bien, que ningún alumno me la está lastimando en ese preciso instante, que ella está a salvo, que nadie me la está dañando, que no me la están haciendo sufrir bajo ningún concepto...que no está triste, que no está llorando o angustiada por algún motivo por el cual no me he llegado a enterar aún, que no tiene miedo, que no se me sienta insegura, que no se me ha enfermado nuevamente, que no esté herida, asegurarme que está feliz, contenta, alegre, sonriendo, que en todo momento se está riendo por algo... lo sé en estos momentos soy patético, pero no me importa, puesto que si ella está bien y es feliz yo también. No pido absolutamente nada mas en ningún momento.-

Profesora McGonagall- Severus perdóname tú, no pensé que tus sentimientos hacia ella fueran a ser tan serios...y ¿ahora que tienes pensado hacer?-

Profesor Snape- De momento no puedo hacer absolutamente nada, ¿no crees?, en fin y en cuentas tu misma lo has dicho Minerva, a penas es una niña de 11 años...¿que podría hacer yo?...¡Maldita sea!.. esto va a ser mi perdición...puede que incluso yo ya esté acabado...es mi fin...pero ya todo da igual nada me importa...solo su bienestar es lo único que realmente me preocupa. La cuidaré de por vida de un modo u otro la cuidaré, ya encontraré la forma de conseguirlo, aun que sea en secreto y ella nunca se entere o jamás se llegue a dar cuenta de ello. No me importará yo me sentiré siempre aliviado cada vez que lo consiga. Y Ahora si me disculpas debo ir a crear la poción para el amor de mi vida por si decide tomársela para que el año que viene no me cumpla los 17 años de golpe y solo llegue a cumplir los 12. en fin...espero lograrlo lo antes posible... que es lo que precisamente iba a hacer antes de que tu me exigieras de venir a tu despacho, de ahí que tenga este libro de pociones...me ausenté y me fui a buscarlo a mi casa, nunca suelo tener esta clase de libros por aquí exceptuando alguna que otra excepción como es el caso...son libros demasiado valiosos para tenerlos por aquí con esos malditos mocos rondando por el castillo.-

El profesor Snape se retiró a su despacho privado situado en las mazmorras dejando en silencio a la profesora McGonagall sin saber que decir, que hacer o como consolar a ese profesor que lo consideraba como un hijo para ella.