-¡Listo!
-Vamos hyung.
Era una tarde más de viernes, y su clásico juego de baloncesto iba a comenzar.
Ya se habían acostumbrado a jugar en el mismo equipo, así que cuando vieron que faltaba una persona en el equipo contrario y propusieron que el mayor se convirtiera en el rival, el menor se sintió fastidiado pues estaba ese hyung que le había preguntado sobre el estado amoroso de Youngjae, ¿por qué quería saber?
Además ese hyung era muy famoso en la secundaria... Y no precisamente por ser amable y fiel a su pareja.El par de amigos, no tan a gusto aceptaron, con la condición de que terminando el partido, sea quien sea quien ganará el partido, el castaño compraría uno de esos helados dobles que tanto le gustaban a BamBam.
El partido iba 5-10, Youngjae cada tanto fallaba los tiros, debido a que Mingyu no se despegaba de él y se comenzaba a sentir molesto; era obvio que el alto sólo quería fastidiarlo por haberle dicho que nunca saldría con él.
Bufo molesto y sin que nadie se diera cuenta, le dio un codazo en su rostro.
-¡Hey!
-¡LO HIZO A PROPOSITO!
-ES UN JUEGO LIMPIO, YOUNGJAE NO HIZO NADA.
BamBam había visto todo, pero no quería que descalificaran a su mayor, además ese alto de perfecto rostro se lo había buscado...
-Kumpimook, fue a proposito, yo vi.
-No lo fue Jun, deben de aceptar que Mingyu no sabe jugar.
-¡Claro que si sabe jugar!
-No es cierto.
Una discusión comenzaba, mientras el moreno seguía sobando su mejilla y se acercaba al castaño.
-Deberías compensarme esto.
Youngjae se volteo a verlo y una mirada furiosa le mando.
- Es lo que ganas por seguir fastidiando.
Mingyu, sonrió de lado y tomo la muñeca del contrario.
- R-
-¡IGUAL YA NO QUEREMOS JUGAR CON USTEDES, NOS VAMOS!
BamBam jalo a su hyung, ocasionando que el débil agarre del moreno desapareciera casi al instante que comenzaron a correr.
A pesar de la tensión que habían tenido en la cancha, Youngjae y su menor iban riendo, mientras sus manos se entrelazaban.
Los pulmones de ambos necesitaban descansar así que pararon a unas cuantas cuadras de la casa del menor.
Pequeñas risas aún se escuchaban y los jadeos se hicieron menos frecuentes.
-¿Estás bien hyung?
- Gracias por eso.
- Lo merecía, ¿no?
Youngjae volteo a verlo y le regaló una de esas sonrisas que le encantaban al menor.
- Sí -se limpio el sudor de la cara con el dorso de su mano, expresando su preocupación -. Espero no haberlo lastimado.
- No te preocupes por eso hyung.
BamBam sabía que cada dos por tres el castaño tenía que tratar con ese tipo de chicos, por ello es que ya quería hacerse mayor para ingresar a la escuela de su hyung, para poder defenderlo de esos cretinos.
Aunque Youngjae no supiera, se había convertido en el héroe de BamBam, pero aún más importante se había convertido en la inspiración de su doble esfuerzo de la escuela y su motivación para aplicar a una de las preparatorias más importantes del país.
- Bambie...
- ¿Sí?
El mayor se había enderezado y su semblante se volvía serio.
- Me iré a la capital en un mes.
- ¿Qué?
-... - Youngjae pasaba la mano por su cabello-, papá ya no puede ir y venir por mí a la estación. Así que conseguí un departamento cerca de la escuela... Es compartido.
- ¿Compartido?
Era un bombardeo de información que estaba recibiendo el pelirrojo por lo que le costaba procesar todo.
- Sí. Yugyeom, ¿lo recuerdas?, vino una vez a comer. El de corte de hongo.
BamBam había dejado de escuchar, ¿ahora como sobreviviría el día sin ver a su hyung?
- ¿Bam?
Aunque igual sus planes los podía adelantar.
- Me mudare contigo.
Soltó de repente el de gruesos labios con un semblante serio que muy rara vez se veía en él.
Youngjae por su lado, abrió sus ojos y alboroto el cabello del contrario.
Aquel chiquillo tailandés que lo vio por primera vez en el parque arrancando el pasto estaba creciendo así como los sentimientos que tenía por él.
- No puedes hacer eso, aún estás en secundaria.
- Igual pensaba ir a la preparatoria donde estas.
-¿Qué?
A decir verdad, el castaño quería mudarse por una razón... Necesitaba aclarar su pensamientos y sentimientos respecto a su amigo de aventuras.
- No te lo había dicho -BamBam se sentó en la acera-, pero estoy preparándome para ir a tu escuela. Para estar juntos.
- Bam... ¿Estás seguro?
- Sí, quiero estar contigo siempre.
- ¿Siempre?
- Sí, siempre.
Youngjae se sonrojo, aunque el menor no lo supiera, sus pocas pero poderosas palabras aumentaban las esperanzas del mayor.
- Bambie... ¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?
- Mmh.
El pelirrojo asintió con la cabeza a la vez que lo miraba a los ojos y lo jalaba de su suéter para que también se sentara.
Cuando tuvo su rostro frente a él, lo tomo con ambas manos de sus mejillas mientras le sonría.
- Me gustas hyung. No era como planeaba decírtelo, ¿sabes? Pero... Me gustas... Mucho.
Youngjae sonrió.
- También me gustas... Pero... No quiero que tomes decisiones sobre tu futuro por mí o este sentimiento por mí... Así que es me-
- No te preocupes, lo sé... Esperaré. No es por el calor del momento, tampoco es un sentimiento efímero o algo voluble... Sé lo que quiero y te demostraré que esto no influye en lo que quiero para mi futuro aunque claro, jajajaja... Quiero que estés en él.
Ambos, se miraban a los ojos mientras una brisa llegaba y alborotaba el cabello de ambos.
- Entonces te esperaré, pero si voy a tener que mudarme, eso no está a discusión.
Bambam frunció el ceño.
- Pero Jae...
- Jajaja, Bam. Yuyu tiene novio, es un lindo chico de la universidad, creo que estudia literatura o algo así. No te preocupes.
- Mmmh... Promete que cuando llegue a tu escuela, nos mudaremos juntos.
- Jajajaja, vale... Lo prometo.
El mayor creía que BamBam era demasiado joven y que podría haber confundido sus sentimientos, pero incluso con ese pensamiento quiso mantener un atisbo de esperanza.
Por lo que el beneficio de la duda era tan atractivo que se apego a ella mientras abrazaba a su menor y suspiraba por el porvenir.