"Genius" Yoonmin Adaptación.

5

—Yoongi, éste es el plan más descabellado que he oído en mi vida. No resultará.

Seguro que lo fastidio. Seguro —dijo Jimin, entrando tras él.

Jimin se había ofrecido a llevarlo a casa a pesar de su insistencia en acompañarlo a la suya y coger un taxi desde allí. Al llegar, Yoongi lo había invitado a entrar para seguir discutiendo el plan que le había propuesto en el restaurante. Jimin intentó convencerlo durante el trayecto de que su idea de hacerlo pasar por su amante era absurda, pero fue como si le hablase a la pared. Parecía completamente decidido.

—No lo fastidiarás, Jimin. Y, además, mi plan no es más descabellado que el tuyo —observó Yoongi con calma.

—En mi plan no entraba engañar a nadie —protestó indignado—. Sólo iba a enseñarte algunas cosas necesarias para ser autosuficiente. Lo que tú me estás pidiendo es que represente una mascarada ante toda tu familia.

—¿Una mascarada?

—Sí. Una comedia. Que les mienta, vamos.

—No sería tan terrible. Piensa en el bien que les haría creer que no soy un hombre solo y frustrado —dijo Yoongi, poniéndose cómodo en el sofá del amplio salón.

—Ahora estás intentando que te compadezca. Pues no vas a conseguirlo, Yoongi.

No soy tan tonto como tu familia.

—Sé sincero, Jimin. ¿No piensas que mi idea es buena?

—Creo que tiene sus ventajas —reconoció de mala gana—. Quiero decir que, si yo fuera SeokJin, me quitaría un peso de encima saber que tienes a alguien que... Pero sigue sin parecerme bien.

—Deja que yo asuma esa responsabilidad. He sido lógico, racional y responsable toda mi vida. ¿No es hora de que haga algo impulsivo, aunque sea en cierto modo una locura?

Mordiendo su esponjoso labio inferior, admitió en silencio que estaba de acuerdo en que ya era hora de que hiciese algo completamente irracional, algo que incluso pudiera resultar divertido a la larga. ¿Cuántas trastadas había hecho él con sus amigos? Montones. Seguro que Yoongi no había gastado una broma en toda su vida. Claro que eso no era una broma exactamente. Pretendía convencer a su familia, de que estaba enamorado de él. ¡De él! Qué absurdo.

Y, sin embargo, pensó, nadie resultaría dañado por el engaño. De hecho, todos saldrían ganando. SeokJin se tranquilizaría sobre el bienestar de su hermano, a sus abuelos no les preocuparía que estuviese solo y todos empezarían a darse cuenta de que Yoongi era capaz de vivir en el «mundo real». Cuando llegase el momento oportuno, una vez SeokJin se hubiese casado, él podría anunciarles sin darle mayor importancia al asunto que la relación entre ellos había acabado de forma amistosa. Incluso podría ser que encontrase de verdad a alguien que lo sustituyese. Ese último pensamiento le encogió el corazón, pero decidió ignorarlo.

—¿De verdad piensas que funcionaría? —le preguntó finalmente.