"Genius" Yoonmin Adaptación.

15

—¡Yoongi! Yoongi, me estás aplastando —se lamentó Jimin un largo rato después. Había sido tan intenso que realmente necesitaba respirar, sospechaba que ese lapso confuso era debido a que había quedado inconsciente.

No le hubiese importado quedarse así con Yoongi para siempre, pero no podía respirar.

Yoongi se estiró y se levantó de encima de él con desgana, tumbándose a su lado, arrancando un sonoro gemido de Jimin al sentir su delicado interior ser forzado por esa gran... varilla.

—Perdona, amor mío —dijo, abrazándolo cuando él apoyó la cabeza en su hombro—. No podía pensar con claridad.

Jimin rió y se apretó aún más contra la piel todavía húmeda de él. Amaba lo cursi que era Yoongi.

—No pasa nada. Yo también me siento desconcertado.

—No... No te arrepientes, ¿verdad? —preguntó él.

—No, Yoongi —contestó Jimin, abrazándolo con fuerza—. No me arrepiento.

Ha sido tan especial. Tan bonito. ¿Cómo podría arrepentirme?

Yoongi se relajó perceptiblemente y ambos descansaron en silencio.

—Jimin. ¿Lo has dicho en serio? —preguntó Yoongi al poco rato, cuando él estaba a punto de dormirse.

—¿El qué? —contestó él, abriendo con dificultad los pesados párpados.

—Que ha sido especial... bonito.

A Jimin se le encogió el corazón de ver lo inseguro y vulnerable que era.

—Claro que lo he dicho en serio.

—Yo he sentido lo mismo. Nunca... Jamás... —se calló como si no encontrase palabras para expresar lo que quería decir—. No puedo creer que vaya a utilizar un tópico tan viejo, pero no se me ocurre otra cosa. Jamás había sentido lo que esta noche.

Jimin sonrió y lo besó en el pecho.

—Yo tampoco.

—Te he deseado desde el día en que te conocí. ¿Lo sabías?

—Sí. A mí me ha ocurrido lo mismo. La atracción fue mutua desde el principio.

—Pero tú no querías que pasase esto.

—Tenía miedo. 

—¿Todavía lo tienes?

Jimin reflexionó un instante.

—Sí —dijo honestamente.

Ahora tenía aún más miedo. Más miedo de perderlo. De amarlo. Sabía que era demasiado tarde para protegerse de él. Demasiado tarde.

—Yo también tenía miedo.

—¿De qué? —preguntó Jimin con curiosidad.

¿Sería posible que él hubiese sentido los mismos temores que Jimin? ¿Le iba a decir que se había enamorado de él y que temía el riesgo que eso suponía?

—Tenía miedo de no satisfacerte. De no ser lo bastante apasionado para tu gusto —admitió dudoso.

Aunque eso no era en absoluto lo que le habría gustado oír, Jimin no pudo evitar reírse.

—Qué tonto, Yoongi —murmuró, acariciándole el pecho.

—¿Eso significa que te has quedado satisfecho? —preguntó en un tono demasiado despreocupado como para que Jimin no comprendiese lo importante que era para él.

—Yoongi, cariño, mírame. Se me han derretido los huesos. Soy una masa de carne exhausta. No podría moverme de la cama, aunque se incendiasen las sábanas. ¿Te convence eso de que has sido lo bastante apasionado?