"Genius" Yoonmin Adaptación.

22

Se dirigió a su habitación y se cambió de ropa, recordando con un suspiro las advertencias de Junah sobre lo difícil que era convivir con hombres como Yoongi y Walter. Luego se puso a trabajar.

Estaba a punto de terminar de pasar a máquina las notas, cuando Yoongi carraspeó para llamar su atención desde el umbral de la puerta.

—Ya casi he acabado, Yoongi. Un segundo y...

Dejó la frase a medias al levantar la cabeza de la máquina y encontrárselo en traje de baño, con una toalla enrollada al cuello.

—¿Te apetece darte un baño? —dijo Yoongi con una sonrisa.

—¿Un baño? —repitió Jimin, sorprendido—. Pero si no he terminado...

—Eso puede esperar. Te mereces un descanso. El hotel tiene piscina. Te has traído el traje de baño, ¿verdad?

—Sí.

—Pues póntelo y vamos allá. Te espero en la sala de estar —añadió, sonriendo de nuevo.

Jimin apagó la máquina de escribir de un manotazo y lo saludó militarmente.

—Sí, señor. Estaré listo en un instante, señor.

—Así es como me gusta que obedezcas mis órdenes —dijo Yoongi, saliendo del dormitorio.

Riéndose de la broma, Jimin se puso el traje de baño verde, una camiseta corta y unas sandalias. Se preguntaba cuándo aprendería a predecir las reacciones de Yoongi.

Era la hora de la cena y, para satisfacción de Jimin, la piscina estaba desierta. Yoongi se quitó la camisa y las zapatillas. Jimin se desvistió despacio. Se le había hecho un nudo en la garganta al verlo con el traje de baño. Se metió en la piscina por la parte en la que no cubría y estuvo un rato disfrutando del frescor del agua en la piel y mojándose la cara antes de meter la cabeza. Tras hacer unos cuantos largos, Yoongi emergió junto a él.

—Estás maravilloso —le dijo.

—Lo que estoy es mojado —corrigió Jimin, ruborizándose un poco.

—Mmm. Me gustas mojado. Y me gusta tu traje de baño. Ven a nadar conmigo —le propuso, ofreciéndole la mano.

—Ejem, Yoongi —dijo Jimin con una mueca.

—Qué.

—No sé nadar.

—¿Cómo?

—Que no sé nadar —repitió Jimin a la defensiva—. Nunca me han enseñado.

—Me estás tomando el pelo —dijo Yoongi con una sonrisa de oreja a oreja.

—No entiendo por qué parece satisfacerte tanto —gruñó Jimin—. A no ser que estés planeando ahogarme.

—Simplemente me cuesta creer que el competente Jimin no sepa hacer algo.

Algo que da la casualidad de que yo sé hacer muy bien.

—Sabes perfectamente que hay muchas cosas que no sé hacer. Y ésta es una de ellas. No sé nadar.

—Es la hora de la clase —dijo él con una sonrisa maliciosa.

—¿Cómo dices?

—Que es la hora de la clase —repitió él—. Sólo que esta vez soy yo el profesor.

Y creo que va a gustarme.

Jimin retrocedió al ver que avanzaba hacia él.

—Me parece que no es una buena idea, Yoongi.