POV. MACARENA FERREIRO.
Podía a oír a Zulema tararear alguna de esas canciones árabes que solía cantar en su celda, o cuando estaba en una especie de "ritual" o como ella le llama, el paraíso, su mundo. El caso es que su voz me estaba irritando la cabeza, suspiré de forma pesada y me levanté de la cama dura he incómoda de esa pequeña celda, me acerqué al boquete de ventilación y hablé en un tono serio y enfadado.
— Te puedes callar ya? Creo que ya has hecho suficiente no?
La habitación se completó con el silencio que había dejado Zulema, aunque esto no duró demasiado, lo próximo que oí fue la voz de la morena acercándose al boquete, la oí sentarse, supuse que en el suelo, así que repetí su acción y me acomodé contra la pared junto al boquete. Cerré los ojos mientras el silencio invadía el ambiente. Finalmente la mora habló.
— Que yo he hecho suficiente? Te he liberado, deberías agradecerme.
Sus palabras tan firmes y tranquilas eran una de las cosas que más me jodían de ella, el hecho de que se pensaba que era una clase de héroe luego de lo que había hecho me volvía loca. Respondo de forma molesta y en un tono serio.
— Agradecerte? Pero que dices? De que me has liberado? La has cagado por todos lados, Rizos, Fabio, que es lo que quieres?
La mora suspiró y seguidamente se oyó una leve risa de su parte, a mi seguía sin hacerme puta gracia la situación, me quedé alerta ante las palabras de Zulema, nunca sabía con que podía atacar.
Estaba algo frustrada y confundida con mis propios sentimientos, no sabía enrealidad lo que había pasado aquella noche, o talvez no quería aceptar lo que estaba pasando en mi cabeza o las bien, en mi corazón, era imposible, era extraño y no podía verlo como algo más que simple veneno que había soltado el escorpión en mi. Era extraño casi hechizante, daba miedo. Luego de unos segundos de silencio Zulema finalmente habló.
— Yo? No quiero nada... simplemente me jode que la gente viva en una mentira, que intente tapar lo que realmente es. Y eso eres tú, rubia...
Fruncí el ceño confundida, más bien, pensativa, estaba bajando la guardia, no sabía en verdad si queria bajarla, no con ella, era extraño.
— No puedo hacerlo Zulema, no puedo ir por toda la prisión y decir....
Me quedé en silencio, estaba frustrada y no sabía nisiquiera si podía decir aquello en voz alta. Me trague mis palabras y me quedé en silencio mientras un suspiro que casi gritaba de dolor salía de mi garganta. Zulema notó esto.
— decir que?
Fue lo único que dijo Zulema, miré hacia un lado y fruncí levemente el ceño.Odiaba que jugara con mi cabeza, ni siquiera sabía si lo que había hecho era de verdad, o tal vez lo era, y no quería ver la realidad, era eso o... tal vez era otra cosa. La frustración con Rizos, el enfado con Fabio, no sabía que había sido exactamente lo que me había hecho tomar esa decisión esa noche, y la peor parte era, que realmente no sabía si estaba arrepentida, no sabía si estaba arrepentida de haberme metido en la cama de Zulema esa noche, y sabía que Zulema lo sabía y por eso hacía todo lo que estaba haciendo, para joderme, o aún peor, tal vez ella también había sentido algo esa noche. Había algo que no me estaba diciendo y tenía la sensación de que lo acababa de descubrir. De pronto solté una leve risa, esta aumentaba a segundos. Zulema comenzó a frustrarse y volvió a preguntar.
— Y ahora de que te ríes?
Zulema protestó desde el otro lado de la pared. Entre risas logré decir lo que tenía para decir.
— Lo haces por ti... me estás intentando joder la vida a mi por ti.... porque quieres que solo esté para ti, que centre toda mi atención en la gran Zulema Zahir, que te tenga miedo, eso te gusta, eso te excita no es verdad?
Había soltado aquello con toda sinceridad y casi con una sonrisa en mi rostro, realmente ni siquiera yo misma sabía cuál era el motivo de aquellas palabras que me habían salido tan limpias, sin filtros.Solo pude oír a Zulema respirar, su respiración se hacía más fuerte, fruncí levemente el ceño, por unos segundos no comprendí lo que estaba haciendo.
— Zulema?...
Pregunté aún oyendo su respiración hacerse más y más presente, de pronto la mora habló.
— Y tú... te crees que estoy tan desesperada para crear un plan de este calibre solo por un capricho como lo eres tú?
Zulema soltó una carcajada y su voz se hizo más presente y grabé ante el eco del lugar.
— Es tu plan, el hacerme creer una cosa que no es para finalmente caer a tus pies, no te lo voy a conceder, no voy a intentar ahorcarte, ahogarte, insultarte ni hacerme la ruda contigo, porque eso es lo que tú quieres, no lucharé contigo, no tendrás lo que quieres Zulema.
Me levanté finalmente del suelo sin dejarla responder nada, volví a mi cama y antes de que pudiera decir nada, las luces de aquellas frías celdas se apagaron.
Zulema gruñó y dió un golpe a la rejilla de la ventilación, luego de eso solo se oyó su cantar cada vez más leve, hasta que finalmente no se pudo oír más. Mañana sería otro día en Cruz del Norte.
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Hola a todos! Lamento mucho el haber tardado demasiado en subir este capítulo, la verdad es que entre el roleplay que realizo en otras plataformas y mi vida fuera de las redes fue algo complicado seguir el fanfic, también más que nada porque he estado seca de ideas, pero quise intentar seguirlo ya que se que a muchos les está gustando y a mi me está encantando escribir, asique intentaré actualizar lo más pronto que pueda.
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Te Siento - Zurena
FanfictionZulema Zahir y Macarena Ferreiro se conocieron en prisión, enemigas por naturaleza, cada una con sus motivos, pero estaban obligadas a convivir en la prisión de Cruz Del Sur. Pero es muy probable que sus vidas cambien para siempre luego de fugarse...