Mi Herencia Por Nacimiento

32.- FORMANDO LAZOS

-Gracias- dijo depositando alguna monedas dentro – pero deberás ayudarme a llevarlos hasta que consiga algo en que ponerlas

-por supuesto, es obvio que mi bolsita de flores moradas, no combina con en nada con tu atuendo- se rio al ver la cara de este-

-qué bueno que lo entiendes-dijo siguiéndole el juego- el rojo no combina mucho con el morado- añadió señalando su Polo Roja - si hubiera tenido un color más acorde, luciría perfecto en mi- y observo con deleite la alegre risa de la joven

En ese plan juguetón y alegre se reunieron con los demás, al parecer solo faltaban ellos y después de unas perspicaces miradas por parte de los demás, los apuraron a salir

-lo lamento- escucho apenas la voz de Harry a su lado

-¿Por qué?- pregunto curiosa

-debido a que me ayudaste, no pudiste pasar por tu bóveda- dijo apenado

-no te preocupes, seguro mi hermana lo hizo por mí- dijo señalando a la susodicha que la mira de reojo

-y yo que pensaba ofrecerme a pagar tus gastos de hoy- fingió desilusión

-señor Potter no creo que sepa lo que dice- dijo juguetona – mejor no diga algo de lo que pueda arrepentirse

-¡jamás me arrepentiría!- respondió igual de juguetón pero dejándole ver que hablaba enserio

-nunca deberías ofrécele a una dama pagarle su día de compras, no sabes lo que te puede costar- le advirtió

-supongo que tienes lo suficiente ¿No?- dijo señalando ligeramente su bolcito

-podríamos comprobarlo- respondió

-hecho- acepto y le dio un guiño, provocando una ligera sonrisa

Todos los demás estaban tan intrigado en la repentina complicidad de ese par, que no notaron la falta de la castaña leona

En cuanto a esta, después de tener una breve discusión con su madre acepto a dejarla marchar a resolver alguno de sus asuntos con la Goblis de Francia así que lo más discreta posible se acercó a una ventanilla apartada

-Que vuestro oro siempre fluya- saludo apenas vislumbro a un goblin

Este como anteriormente había pasado se mostró sorprendido

-y que sus bóvedas estén siempre llenas- devolvió el saludo desconfiado

-soy Hermione Granger, el Rey Ragnuk me dijo que tenía un asunto pendiente es esta sede- le informo

-¿el Rey Ragnuk?-dijo sorprendido

-así es- confirmo

-¡imposible! el Rey no atiende a ignorantes magos- escupió con desprecio

-¡es verdad!-dijo ligeramente molesta por su desconfianza-

-lo siento, no nos han informado de ninguna Hermione Granger con pendientes en nuestra sede- dijo malhumorado

- mire soy una amiga y aliada del Rey y el me pid...

Antes de siquiera terminar el duende empezó a reírse

-no habido aliados desde hace siglos – le dijo burlón- ahora retírese antes de que llame a los guardias – le ordeno

Hermione tuvo que respirar varias veces para no lanzarle, a es irrespetuoso duende una maldición, paso una de sus manos por su rostro para tranquilizarse y de pronto vio una de sus recientes adquisiciones, un pequeño y delicado anillo con hermosos intrincados que gracias a un encantamiento proporcionado por el rey, regresaba al estado natural de una tiara y de repente la voz de Rey resonó en su cabeza