Esencial (mewgulf) Finalizada

12. El Lado Oscuro De Las Cosas

De alguna forma lo sospechaba, tienen razón cuando dicen que las personas nunca cambian, que las inseguridades le juegan en contra.

Que pueden tener las respuesta explotando en su rostro pero sólo ven lo que quieren ver, si pudieran decirme por qué no debo mezclar mi vida y la de mew suppasit hace 4 meses, definitivamente me mantendría lejos, tomaría medidas al respecto. Correría lejos y evitaría cualquier cosa respecto a él.

Porque esta situación realmente me juega en contra, aunque intente escapar se repite en mi mente una y otra vez, más allá de cualquier forma positiva de ignorar las cosas e intentar reiniciar mi vida o reacomodarla a la bella tranquilidad que existía antes de él.
Para que se logre comprender lo que digo, debo retroceder a unos días en los que mi mente no alcanza a prever como todo se fue al carajo.

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"Mew, te digo que no es necesario que vengas cada día a dejarme y buscar. Puedo irme solo." discutía acaloradamente con mew que saliendo tarde del trabajo no alcanzaría a recogerme del hospital cuando escuche un chirrido de motor viendo como frente a mi se detenía un elegante auto rojo, de esos que tienen espacio solo para dos personas, de algún altanero sujeto que gusta de figurar. Bajo un tipo elegante, tan alto como mew que miró a todos lados y al verme camino directo hacia mí.
-Kana? Eres tu cierto? Kana, soy James!!
Mew que seguía al teléfono, comenzó a alzar la voz.
"bebé, con quien estás ?" gruño mew al otro lado de la línea. - no sé amor, acaba de llegar a la clínica, conteste, obvio sabía de quien se trataba aunque mew no tenía por qué saber.

-te llamo luego- tras sus regaños nos despedimos

-tanto tiempo... - susurre, viendo los cambios que los años habían probocado en el alto sujeto que se presentó ante mi como si fuéramos amigos de toda la vida y al que no veía hace cerca de 6 años.

-si kana, oh maldición, no pensé que te encontraría aquí. ¿Este es el hospital de tu padre? Mi madre está internada aquí.
-vaya eso esta mal, qué le paso?
- según papá cayó por las escaleras y tiene un brazo roto, pero tu sabes como son, siempre con deportes extremos nada caseros. ¿Y tú te ves, embarazado?
-3 meses y dos semanas - dije pasando una mano por mi vientre.
-vaya, alguien logró domar a la fiera.
-hahaha no soy tan terrible
-bueno, aun recuerdo aquel rodillaso en mi estómago. También me dolió el cuello durante una semana.
-p... Perdón por eso.

-kana, éramos muy pequeños. Fue en mayor parte mi culpa.
-si, bueno, me debo ir- no sé la razón, pero mi ex novio me causa incomodidad. Sus palabras y lenguaje corporal tporal dicen algo pero su leve aroma me causa náuseas.

Nos despedimos, la verdad casi corrí lejos de él. Llegué a casa y tras una hora con una sensación de incomodidad llegó mew. Preocupado y meloso como siempre.

Durante una semana de forma sospechosa me encontré a James en cada lugar al que iba, pero solo resultó ser un alfa con hijo tras la muerte de su omega durante el parto. Intente ignorarlo y le derive con otro pediatra.

-me puedes explicar por qué mierda me llegó esto?

Alzo su teléfono frente a mi rostro mientras leía unos libros sentado en la mesa del comedor.
"¿estas seguro que el bebé de gulf es tuyo?" acompañado de una foto mía saliendo de la clínica con James a mi lado.

-te digo que no lo veía hace 6 años, como puedes creer que es mi culpa. Ni siquiera sé cómo lo hace para aparecer en las fotografías si solo nos encontramos unas dos veces en el hospital.

-entonces no entiendo como es que te perturba tanto verle y no me habías dicho nada. Además es demasiado que este siempre donde vas. ¿Te sigue?

-No lo sé. Por eso te lo estoy diciendo. Al principio pensé que solo era una casualidad pero ahora ya es demasiado.
-Claro, y tan poco confiable soy que me lo dices ahora. Y si se hubiera propasado contigo? Me lo habrías dicho? O que? Te gusta que el siga a tu al rededor.
-mew, como... Maldición, no te quiero ver. ¿Te puedes ir?
-bebe, lo siento. Yo no quise decir eso. Fue una estupidez.
-solo vete. Si lo dices es por algo.
El cólera se apoderó nuevamente de él, su aroma lo delataba.