SICILIA

10 2 0
                                        

Tú miedo y mi miedo,

nos ganaba a los dos.


Las dudas caían como castigo divino,

pero tu abrazo me libraba del infierno.

Y con mis caricias te quitaba las dudas,

esperando que todo volviera a ser normal.


Tú cuerpo y mi cuerpo,

caían y tocábamos la cama.


El calor nos inundaba todo el cuerpo,

ya sabíamos lo que pasaría después.

Mirándonos fijamente y sin tomarle importancia

a nuestro entorno que se caía a pedazos.


Tú mano y mi mano,

entrelazados y sin dejar de mirarnos.


Esto no se trataba de hacer el amor,

esto fue conectar y experimentar lo más placentero que existía.

Quedándonos dormidos, cansados por lo que hicimos,

arde Sicilia, pero no es impedimento para dejarla.

Eterno ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora