LO QUE LA POESIA ME ROBÓ

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Atado al puntero del reloj que no avanza

y mis sueños esfumándose para ser letras.

Quiero jugar de nuevo con las palabras,

pero me exiges impecables versos.


Me arrebatas mis ganas de dormir por seguir

otro verso que a nadie llegará.

Te agradezco por ser el único medio de mi expresión

pero solamente tomas partido,

bendición para otros, deuda para el incompleto.

Fuiste testigo de mis caídas, de mis arrepentimientos

de lo que no quería mostrar,

también gran compañía de la que no quería

y tú solamente te dejaste abrazar.


Contemplaste el nacimiento de mi nueva persona,

me robaste mis inseguridades, todas mis penas,

recogiste lo que un día en mí explotó

y fue lo que la poesía me robó. 

Eterno ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora