TRES PALMADAS

9 2 0
                                        

En un noviembre cualquiera no quería hablarte,

me dejarías con un nudo en la garganta

y solamente me aconsejabas para bien,

bien, todo fue para mal y una triste condena.


Todo empezó a ir mal, a mí regular

y tú intentando seguir, tratando de recuperarte,

yo tratando de no pensarlo tanto,

los trabajos desechaban esa preocupación.


Cada vez más triste, la primera palmada:

"tranquilo, serás un maestro.",

cada vez más vulnerable, la segunda palmada:

"todo lo que tengo te lo doy a ti.",

Cada vez los ojos más vidriosos, la tercera palmada:

"fui malo, pero llegaste tú y me hiciste ser un tío bueno.".


Y en momentos no creo cumplir con expectativas,

el ruido se ha ido, llorar paso a ser unas simples gotas.

No me había sentido tan miserable y tan solitario.

Unas palmadas, un cruel recuerdo.   

Eterno ConflictoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora