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El inicio de todo…

El inicio de la dicha.


Era una agradable mañana de verano, cuando Darah supervisaba al personal que su padre había dejado bajo su cargo mientras estaba ausente tres semanas por cuestión de negocios, pero hasta que ella no cumpliera los veintiuno su madrastra Nathalie era la encargada principal del consorcio hotelero de los Hale, era una interesada pero no sé le daba mal lo de administrar el negocio, aunque aún tenía encontronazos  con Darah cuando quería hacer algo que no le gustaba a la ojiverde como decisiones que le parecían injustas y la ojiazul le sacaba en cara que aún no tenía la edad para mandar.

La de ojos verdes observaba a los trabajadores encargados del área de las piscinas de aquel hotel, limpieza, servicio a las mesas, salvavidas y entretenimiento.

Todo estaba en orden, hasta que se escucho un llanto provenir desde una de las piscinas de el área infantil.

Darah se acerco rápidamente, para ver cómo una chica castaña se encargaba de la situación calmando a una pequeña que se había puesto a llorar porque accidentalmente había roto su salvavidas con sus garritas de pantera.

“Eso es pequeña, eres una gatita muy valiente” decía la joven mientras le colocaba otro salvavidas “¿Vez? No ha pasado nada”

La pequeña niña sonrió sorbiendo y abrazo a la chica “Gracias Estrella” dijo la niña, tras besar la mejilla de la castaña volvió al agua.

La castaña se puso en pie y devolvió el saludo a la niña quién agitaba una manita hacia ella, cuando se giro a por una toalla…

“¿Te llamas Estrella?” pregunto una voz femenina.

La aludida salto sorprendida “Uff me haz asustado”

“Lo siento” se disculpó la morena sonriendo de lado ante el sonrojo de la chica al verla a ella “Soy Darah Hale” se presentó ofreciéndole una mano.

“Soy Stella Stilinski” mencionó la otra aceptando el apretón.

Ambas sintieron una descarga cuando sus pieles se tocaron, las aletas de la nariz de Darah se movieron y aspiro, el olor a fresas y chocolate le golpeó en la cara, la ojiverde gruñó bajito.

“¿Por qué gruñes?” pregunto Stella inclinando la cabeza hacia un lado exponiendo su cuello de manera inconsciente.

Los ojos de Darah brillaron dorados fijos en aquella piel blanca expuesta “Eres mi compañera” declaró maravillada.

“¿Qué?” pregunto casi en un susurro Stella, entre asombrada y porque no encantada, ella si estaba informada.

Poco a poco iban acercándose como un imán y el metal.

Las manos de Darah sujetaron el rostro ajeno “Eres preciosa” dijo acariciando las mejillas ajenas con sus pulgares.

Verde y marrón se encontraron, algo hizo click dentro de ellas.

“Y tú muy hermosa” respondió sonrojada Stella poniendo sus manos sobre las contrarias.

Por instinto, sus bocas se buscaron y compartieron un beso fugaz, un roce apenas, pero tal hizo estallar sus corazones de una manera que nunca antes habían sentido.

“Te encontré” murmuró la morena encantada, sin poder dejar de tocar a su otra mitad.

“Me encontraste” respondió la castaña, sintiendo eso que su pa le había dicho que sentías aún siendo humano cuando te encontrabas con tu alma gemela si esta era un ser sobrenatural y su padre se lo había corroborado.

Tan sumergidas estaban en su mundo que no vieron a un niño corriendo hacia ellas y…

¡SPLASH!

 Al agua cayeron.


Darah fue la primera en salir a la superficie de la piscina de adultos, con su loba a flor de piel para poner a salvo a su compañera recién encontrada.

“Eso sí que es un golpe del destino” se reía Stella ayudada por Darah para salir del agua, la menor miro a todos lados para encontrar al niño que las había empujado sin querer, oculto tras una silla “No te escondas pillo”

Los ojos del pequeño rubio brillaron naranjas “Fue sin querer”

“Ven Lyam volvamos a tu área de juegos” llamo Stella extendiendo una mano hacia el medio zorrito.

“Ella se ve enojada” señaló el niño a la morena cruzada de brazos tras la castaña.

Stella miro de reojo a la señalada por el rubiecito “No te hará nada ¿Verdad Darah?”

“Verdad” respondió escuetamente.

Finalmente el niño se acercó a la castaña y tomo su mano, está lo llevo al área de juegos de los niños de su edad seguida por la loba.

“¿Así que eres y una loba?” Cuestiono Stella mientras se secaban con unas toallas que la morena había tomado “Lo supongo porque tus ojos brillaron dorados y eres la hija del dueño ¿No?”

“Así es pequeña” afirmó la mayor disfrutando de la visión que era su compañera y su olor.

Stella sonrió “No soy pequeña” respondió echándose el cabello hacia atrás “Y ¿Me invitaras a salir?” Cuestiono con una sonrisa traviesa.

“¿No te sorprende o dudas de lo que te he dicho de ser compañeras” pregunto Darah sin alejarse mucho de ella.

“De sorprenderme no, mis papás son compañeros” respondió atenta a lo que pasaba en el área de juegos, aunque no era la única encargada de esa zona era mejor estar atentos tratándose de niños “Mi pa, o sea mi gestante es un Cerbero”

La ojiverde frunció el ceño “No hueles como uno”

Stella volvió su mirada a ella “Salí humana como mi padre, pero mi hermanito si es un pequeño Cerbero”

“Entiendo” acarició el cabello castaño mojado “¿Vendrás a cenar conmigo esta noche?” cuestionó tocando la mejilla ajena con la yema de sus dedos.

“Salgo a las seis” respondió Stella.

“Te espero a las siete en la salida principal ¿Te parece?” Cuestiono la morena invadiendo el espacio personal de su compañera.

“Sí..í” respondió sobrecogida por la energía de la loba.

“Compañera” murmuró sobre los labios de la castaña y depósito un beso fugaz en ellos “Te dejo concentrarte en tu trabajo”

“Bi.. en, nos vemos” acepto Stella.

“Hasta más tarde preciosa” tras decir esas palabras y dejar otro beso en los labios sonrosados de la castaña se fue.

“Por todos los astros” jadeo la castaña viendo alejarse a la morena “Esto es mejor de lo que me imaginé” sacudió la cabeza para quitarse el atontamiento que le había dejado Darah con su cercanía y besos, luego se volcó en su trabajo para tratar de no pensar tanto en las posibilidades.

Mientas tanto Darah, con su loba saltando de gozo en su pecho, dejo a alguien encargado de supervisar al personal y dejó dicho a uno de sus trabajadores de confianza que si alguien molestaba a Stella le avisará, ella tenía cosas que preparar para su primera cita con su preciosa compañera.

Que buena manera de iniciar el verano.


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Disculpen los posibles errores.

Que reciban un buen año nuevo.

"Te Conocí en Verano"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora