Capítulo 1: "Mira por dónde vas"

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-Narra Laura.

"Último mes de clases, último mes de estudio. Ahora si, ¡chau séptimo año! Al fin voy a poder dedicarme a lo que me gusta." -me dije el primero de noviembre, a veintinueve días de cumplir mis diecinueve años, y a poco tiempo de terminar el colegio, mientras me dirigía hacia mi casillero.

-¡Mierda! -Murmuré, cuando mis libros chocaron contra el cuerpo de una persona, haciendo que estos calleran al suelo, haciendo un gran ruido.

-¡Mira por donde vas! -gritó histerica aquella persona cuyo rostro desconocía, hasta que subí la mirada.

-Oh, eres tú. Debí imaginarlo. -le dije al rubio alto de ojos marrones. Nunca supe su nombre.

-Pasó por mi lado, observándome desde arriba hacia bajo, y con una mirada seductora. "¡Al menos me hubiera ayudado a recoger estos libros!" me susurré a mi misma, convenciéndome de que los caballeros no existían en ese lugar.

En fin, estoy acostumbrada. Soy la típica chica "nerd" de todo el colegio. Pocos amigos. La típica "nena tonta" de todos.

Pero ya ni me interesa, si pasara mi tiempo preocupándome por todos los que andan por la vida molestandome, ¿de qué serviría? de nada, exacto.

-Junté mis libros del suelo, y los guardé en mi casillero. Me dirigí a casa.-

-¡Mamá! ¡Llegué! -no recibí respuesta alguna.- ¿Hay alguien?

-Deje mis cosas en el gran sofá de terciopelo rojo, y llamé una vez más a mi madre. Nada. Me decidí a subir a su habitación. Era extraño que a esta hora mamá no estuviera en casa. Al llegar arriba, toqué la puerta de su habitación pero nadie respondió a mi llamado así que decidí pasar por mi cuenta. Pero no vi lo que esperaba.-

-¡¿Mamá que sucede?! -Dije mientras rápidamente me senté a su lado preocupada.

-Ella estaba sentada en el suelo, con su espalda reposada en su cama, mientras lloraba y murmuraba cosas que yo no entendía. No respondía a mis preguntas. Me mostré insistente. Hasta que al fin decidió hablar.-

-Hi-hija. -tartamudeó, mientras sus lágrimas seguían saliendo de su rostro- no-no es fácil lo que tengo que decirte -me preocupaban cada vez mas sus palabras- quiero que podamos ayudarnos mutuamente -hipó- y que nunca te apartes de mi lado. -yo asentí, a punto de que mis lágrimas empezaran a caer- Pero tienes que prometermelo. Por favor.

-Claro mamá, nunca me alejaré de tu lado. Te lo prometo. -tomé su mano-. Pero por favor, anda, ya dime.

-La semana anterior, fui al hospital a hacerme los chequeos de rutina. Ya sabes, los que siempre hago. -Yo asentí y ella limpió una lágrima que caía por su mejilla. Luego la insité a que siguiera- Y... Encontraron algo malo en mis pulmones. Entonces, me mandaron a hacer otros estudios. -la mire fijamente y tome su mano aún más fuerte.- No te lo he dicho porque pensé que solo se trataba de un error, y no le di demasiada importancia. Pero ho-hoy -tartamudeó- fui a buscar los resultados y... te-tengo... Cáncer de pulmón. -rompió en llanto. La mire y la abracé. Mis lágrimas empezaron a salir. Mis labios se hincharon, y pasaron de rosa a rojo. Mis pómulos parecían tener botox y tenía un fuerte dolor de cabeza.

-Mamá. -dije mientras mis lágrimas no podían detenerse- Yo te prometo que te voy a ayudar, y de esto vamos a salir las dos juntas. Tu no vas a morir. Eres fuerte. Saliste de muchas, y de esta también saldrás. No vas a bajar los brazos ahora. Y yo voy a estar ahí. Para lo que sea que necesites. Todo el tiempo. -Dije en llanto, mientras tomaba las manos de mi mamá.-

-Te amo tanto Laura, mi Laura. Eres lo único que tengo. Pero algún día es obvio que esta enfermedad va a consumirme. Además, no tenemos el dinero suficiente como pagar una operación, quimioterapias, o incluso medicamentos con millones de químicos. -dijo secando sus lágrimas, para después acariciarme el rostro.-

-Yo trabajaré. Encontrare algo que hacer, y con eso tendremos el dinero suficiente. -me interrumpió.

-De ninguna manera. Tu quieres estudiar. Es tu sueño. No puedes abandonarlo por mi. Yo viví demasiado ya. Pero tu tienes apenas dieciocho. Y por nada del mundo puedo hacerte trabajar

-Tu dejame a mi. Eres todo lo que tengo. Jamas podría dejar que algo malo te pasara. Tengo tiempo para estudiar. Así que mañana me pondré a buscar algún trabajo. Y no acepto un "no" como respuesta.

-Gracias hija, gracias. -sus lágrimas caían sin parar- no te voy a dejar sola. Voy a luchar por mi vida. Y veras que funcionará. Te amo.

-Sé que lo harás. Saldrás de esta. Tambien te amo.

-Nos fundimos en un largo abrazo, y rompimos en llanto.

¿que es aquello llamado amor?; raura |pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora