Maratón 2/3
Aún me encontraba allí.
Sentado en mi cama con mis ojos cerrados y pensando en millones de cosas que pasaban por mi cabeza.
Podríamos decir que esas cosas, eran "Laura, Laura, Laura".
Esto se pondría difícil.
No me había dado cuenta que ya había pasado una hora desde que me encuentro encerrado allí, haciendo... Absolutamente nada. Tan solo absorto en mis pensamientos sin poder borrar de mi cabeza el rostro de Laura derramando lágrimas.
Tan perdido estaba, que no me di cuenta de que mi hermana se encontraba allí, mirándome fijamente. "Prepárate Ross" -pensé- No se veía feliz.
-¿Que haces aquí? Tengo prohibida tu entrada, ¿cuántas veces quieres que te lo diga? Se hablar otros idiomas si necesitas que te lo repita para comprenderlo. -dije con fastidio-
-Cállate. Y explícame, ¿quién crees que eres?
-No entiendo a que te refieres.
-Ay, ya. No te hagas el estúpido, Ross. -dijo Rydel, mirándome seriamente- De veras que ya no te reconozco.
Has cambiado mucho. Y realmente no entiendo cuando te has vuelto tan... Irritante.
-¡Escucha Rydel! Está claro que viniste acá para hablar sobre Laura, ¿no es así? -dije comprendiendo a lo que se refería anteriormente- Anda, dime. ¿Vienes a gritarme tu también? ¿Ella te mando?
-Claro, claro que vine para hablar sobre Laura, ¿que más quisiera decirte a vos si no fuera esto? ¿Crees que puedo soportarte? Estás muy diferente, no te entiendo sabes.
-Mira, si quieres molestarme, vete. No quiero hablar contigo. -dije abriéndole la puerta de mi habitación -
-Oh no, Lynch. Me escucharás quieras o no -dijo cerrando la puerta con un fuerte portazo , yo solo rodee los ojos- Que tu seas mayor que yo no significa que siempre tengas la razón en todo. -era la primera vez que Rydel, me hablaba de esa manera- así que escuchame. No voy a permitir que intentes hacerle mal a Laura, ¿acaso quien te crees?
-Ross Lynch. El chico más popular de la escuela.
-¿Y por ser el más popular te crees que puedes arruinarle la vida a Laura? -dijo casi gritando- Respóndeme.
-Yo puedo hacer lo que se me de la gana. -dije dándole la espalda-
-Ya no te reconozco. -dijo en un sollozo-
-¿E-estas llorando? -pregunte dándome la vuelta, ella agachó su cabeza, y no respondió- Rydel. -la reté-
-Si, estoy llorando. ¿También vas a llamarme tonta por eso? -dijo dejándome ver su cara roja, sonrojada -porque la estaba viendo llorar- y llena de lágrimas. No podía creer que la estuviera viendo llorar a mi hermana, y por mi culpa. Cuando se supone que tendría que cuidarla, y hacerla reír. Ahora si, totalmente me sentí un inútil.-
-Rydel, yo... verdaderamente... Lo -pero ella me interrumpió-
-¿Sabes? Ahora veo como se siente Laura cuando está contigo. -sollozó- ¿Recuerdas Ross? ¿Recuerdas cuando eramos niños? -yo asentí- ¿Recuerdas el día en el que fuimos con Riker y mamá al parque? -ella sólo largaba lágrimas, yo me estremecí al recordar a mi hermano, vaya que lo extrañaba- ¿Te acuerdas el niño del tobogán que me empujo y me grito que era fea? -agachó su cabeza- ¿Te acuerdas lo que me dijiste cuando yo lloraba porque el empujón había lastimado mis rodillas? ¿Lo recuerdas? "Tranquila Rydel, siempre estaré contigo para protegerte. Siempre serás mi pequeña hermanita. Recuérdalo... Siempre" ¿recuerdas eso? -ella rompió en llanto- Ahora tienes que protegerme de ti, te has vuelto loco.
Yo solo la abracé, no aguantaba más verla así, ella era mi hermana. Mi pequeña Rydel. Mi mejor amiga.
-Te extraño Ross. -dijo Rydel abrazada a mi fuertemente, sin soltarme- Extraño a mi verdadero hermano. ¿Donde puedo volver a encontrarlo? -dijo mirándome a los ojos- ¿crees que podrá volver?
-Claro que si, pinky. -ese era el apodo que yo le había puesto a Rydel, cuando eramos pequeños. Ella tenía una fuerte obsesión por el color rosa, y claro que la obsesión todavía seguía. Ella siempre ha tenido alma de niña. Y soy un hermano afortunado, lástima que a veces sea tan idiota, y no logre verlo.- De veras, lo siento mucho.
-Hace tanto no oía ese apodo. -sonrío apenas- Te quiero, hermanito. -me abrazó- Pero para perdonarte necesito que hagas algo.
-¿Qué?
-Harás lo que sea necesario para que Laura te perdone, y no me importa qué. Sólo has que te perdone, y ya. -me miró- así te ganaras mis disculpas.
Dijo, y salió de mi habitación.
Ahí seguía yo, ahora pensando en que podría hacer para que Laura me perdone.
Hablar con Rydel me había ayudado demasiado.
Siempre tiene las palabras justas para mí. Y eso me alegra.
Ahora solo faltaba algo, hacer que Laura me perdonase, de una forma realmente maravillosa, y ya empezaba a saber cuál iba a ser.
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¿que es aquello llamado amor?; raura |pausada|
Fanfiction-Nerd. -Estúpido. [...] -Se que mueres por mi. -Sólo cállate. [...] -Te amo, Laura. -Yo a ti, Ross. [...] -Pensé que me querías. -Ese es tu problema, Laura. Piensas demasiado. No es bueno que todo suceda tan rápido. Laura siempre lo ha sabido. El...