¿que es aquello llamado amor?; raura |pausada|

Capítulo 9: "Ya no más"

Maratón 3/3

«Laura»

Me dirigí hacia la habitación de Stormie, no quería molestar. Sólo necesitaba saber si necesitaba ayuda, y si la respuesta era un no, me iría a casa. Extrañaba a mamá.

Toqué suavemente la puerta, no quería incomodar ni mucho menos interrumpir.

Seguido de mis actos, Stormie abrió la puerta y me observó con una sonrisa.

-Hola cariño, buenos días. -dijo Stormie saliendo de la habitación.

-Buen día Stormie. -sonreí - lo siento, no quise molestarla. -me disculpé - quería preguntarle si necesitaba algo más, le he dejado el desayuno en la mesa.

-Oh, no. Gracias pequeña. Puedes irte a casa si quieres, nos vemos el lunes -sonrió-

-Gracias Stormie. Nos vemos el lunes. -dije tomando mis cosas y dirigiéndome hacia la puerta de entrada. -en este caso, de salida -

Llegué a casa totalmente agotada, saqué mis llaves y abrí la puerta sin hacer mucho ruido.

Entré y vi que mamá no se levantaba aún, entonces decidí hacer el desayuno para las dos.

Fui a la cocina -con más experiencia ahora - preparé dos tazas de café, y algunas tostadas.

Dejé todo en la mesa y fui hasta la habitación de mamá. Toqué la puerta, y ella salió con una sonrisa.

-¡Hola amor! -me abrazó - te extrañé.

-Hola mamá. -le sonreí - yo igual. -dije correspondiendo al abrazo - preparé el desayuno, vamos a sentarnos. -ella asintió y fuimos hacia la cocina-comedor -

-Cuéntame, ¿como te ha ido? -pregunto mi madre tomando un sorbo de su café -

-Muy bien. -respondí olvidando el tema de Ross- Cociné para una reunión de mis jefes y otros empresarios. -mordí mi tostada - Luego hicimos noche de chicas con Rydel, lo pasamos muy bien. -sonreí -

-Oh, genial. Hoy tendré uno de mis chequeos. Veré al doctor para ver que necesito hacer, ¿quieres acompañarme? -preguntó - me sentiré más segura si vienes conmigo. -dijo suplicante -

-Seguro. Claro que iré. Yo te prometí que estaría contigo en todo momento. -la miré- y eso haré. -sonreímos, ella me susurró un gracias y nos levantamos de la mesa.

Mi madre junto las tazas y las lavó.

Yo fui hacia mi habitación, abrí mis ventanas para que corra aire allí dentro, ordene un poco mi ropa, y cerré las cortinas dejando los vidrios abiertos, ya que el calor era insoportable.

Saqué unos jeans azules y una blusa verde agua de mi armario. La dejé sobre una silla que tengo en la habitación y fui a darme una ducha.

Realmente era relajante.

Me quedé pensando en todo lo sucedido anoche y hoy en lo de los Lynch.

Por un lado estaba muy enfadada por lo que sucedió con Ross.

Pero por otro lado, me sentía aliviada.

Por primera vez había tenido la valentía para enfrentarme a alguien.

Se sintió bien haberle aclarado las cosas a Ross.

Y él pidió disculpas, eso es bueno.

Salí de mis pensamientos, y me envolví en una de las toallas.