Capítulo 12

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Acurrucándome sobre el, lucía como una niña pequeña a comparación del tamaño de su cuerpo, pero no me importaba en lo mas mínimo.

Sin poder evitarlo, admiré su perfil desde mi lugar, un par de centímetros debajo de su cabeza. Se veía calmado, y todo su rostro emanaba satisfacción.

En momentos como estos, me recordaba al Jayson de la escuela, aunque jamás lo abría imaginado con traje y semblante serio. En ese entonces una carrera de deportista follador le hubiera pegado más con su personalidad.

Tomó el control del enorme plasma que ocupaba la pared frente a nosotros, y encendió la televisión mientras me entregaba el pequeño aparato.

-Tu elijes.- Habló volviendo a colocar su mano en mi cintura, y sonreí como una niña pequeña, mientras presionaba el canal treinta y nueve, para ver mi serie favorita de vampiros.

Veinte minutos más tarde, me encontraba totalmente absorta en la trama del ultimo capítulo de la temporada, mientras admiraba la belleza de uno de los protagonistas, y rezaba porque no muriera una vez más.

Jayson se limitó a mirar en silencio, mi rostro más que la pantalla, y sentí su penetrante mirada en mi perfil en casi todo momento.

-No entiendo nada.- Habló finalmente en el último espacio publicitario.

-Lo se, es un desastre.- Asentí haciendo referencia al episodio, y negó con la cabeza divertido.

-Eso me pasa por dejarte escoger.- Se lamentó hechando su cabeza hacia atrás.

-¡Hey! Es mejor que esa basura de carreras que te gustaba.

-Por lo menos no mueren y reviven cada dos minutos.- Contraatacó volviendo su vista hacia y mi, y abrí la boca para mencionar que ni siquiera estuvo viendo el programa, cuando el teléfono comenzó a sonar.

Por un segundo pareció sorprendido al oír el teléfono de casa, como si no estuviera acostumbrado a el, pero rápidamente me moví de su regazo, dándole el espacio necesario para que se pusiera de pie.

Caminó hacia la pared que compartía la cocina con el corredor principal, y tomó el tubo inalámbrico colocándolo en su oreja.

-Miller.- Habló con su tono profesional, abandonando todo indicio de sentimiento alguno, y que por alguna razón me resultaba increíblemente seductor.

Imaginé que cualquiera que estuviera del otro lado hablando, jamás imaginaria que Jayson Miller hablaba usando una camiseta de algodón y nada más que su ropa interior, y mucho menos que estuviera riendo hace apenas unos segundos.

-Lo apagué. Hoy no estoy disponible.- Espetó con seriedad y volvió la mirada hacia mi, mientras yo abría los ojos como platos. Acto seguido se apoyó en la pared, con un brazo rodeando su pecho, y un pie sobre el concreto en una mueca pensativa.

Odiaba que Jayson cancelara sus reuniones si yo era la causa, más aún cuando podría ser importante, mientras que nosotros perdíamos el tiempo. Aunque sentía que tenía delirios de grandeza al pensar de esa forma, ¿Por que en iba a cancelar sus reuniones por mí?

-¿Que?- Formuló con una mueca sombría, y casi frunciendo el ceño. -Si, hemos tenido una reunión hace un par de meses, en plan informal.- Sus hombros parecieron tensarse pero sus ojos no se despegaron de los mios. -Como sea, hoy estoy ocupado, Leonardo.- Insistió con su tono de orden que casi hacía temblar, pero algo pareció molestarle y agregó. -Envía dos equipos de Miller's INC a la planta, que investiguen y averigüen todo lo que puedan de sus avances. Quiero un informe detallado mañana a primera hora, además de no menos de tres propuestas para el software en desarrollo y Leonardo, cancela cualquier reunión que haya propuesto conmigo, que no se acerque a Miller's.- Sin esperar una respuesta aparente colgó.

Al borde del abismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora