SasuBoru: Second First Love

How the story ends

—Boruto —le llamó el azabache una vez que sujetó la espada con su mano mientras no le quitaba la vista de encima al Ōtsutsuki, que aún tenía su escalofriante sonrisa dibujada en el rostro —. Mantente alejado de esto, intenta ocultarte.

No era una sugerencia, sino una clara orden para que se fuera rápidamente de allí. Sin opciones.

Pero Boruto no iba a acatar algo como eso, su lado protector también había salido a la luz a pesar de no estar en posición de defender a nadie dado su estado físico actual.

—No, me quedaré a ayudarte, 'ttebasa —acercó sus manos listo para realizar el Kage Bunshin, aunque sabía que era una tontería ya que no tenía Chakra suficiente. El Jutsu no iba a durarle nada en batalla, eso era un hecho. Aún así lo intentaría.

—Haz lo que te digo —le replicó Sasuke ceñudo y firme, volteando su rostro para mirarle brevemente —. Es muy peligroso y estás demasiado débil, así que no seas terco. ¡Obedéceme! —gritó sin medir su tono de voz. Necesitaba que entendiera que no tenía oportunidad en esto, y que dejara de ser tan irracional. En momentos así es cuando más frío y centrado debe comportarse uno, buscando la manera de no echar todo a perder.

—P-pero, Sasuke...

Sin embargo, a pesar de su firme postura, a Boruto no le cabía la idea de dejarlo solo allí, se suponía que estaban juntos y que se protegerían mutuamente. Irse y escapar no era una opción. No sabiendo que Sasuke podía terminar realmente mal y que él no había hecho nada para evitarlo. Es que ¿cómo se le ocurre que él puede llegar abandonar al hombre que ama? Y es más, aunque no se tratara del Uchiha, el rubio no era de los que dejan atrás a los demás, por muy en desventaja que éste se encontrara. Prefería dar su vida, al igual que Sasuke parecía estar decidido a hacer por él, antes que salvarse a sí mismo.

Un mal hábito (o no) de los Uzumaki.

—¡Entiéndelo! —lo intentó otra vez, bastante alterado por la poca comprensión que Boruto estaba mostrando en ese crítico momento —. A él sólo le interesa raptarte, y no debemos permitírselo —añadió con la expresión muy tensa dándole a entender que definitivamente no iba a haber discusión en esto, que sólo había una cosa que debía hacer el chico ahora: escapar, y punto —. Por favor, no quiero perderte, Boruto...

Aquello último había salido a penas en un débil susurro, para que sólo el rebelde joven pudiera oírle. Como sea, tenía que hacer que él se fuera de una vez por todas de allí.

Por su parte, Boruto se perdió en aquella profunda mirada que denotaba desesperación y miedo en partes iguales, algo poco común en alguien como el Uchiha. Recordaba muy bien cómo era su forma de ser al momento de conocerse, y lo mucho que había cambiado ahora que se había permitido enamorarse nuevamente. Boruto fue consciente de lo sensible que se había vuelto. Quizás más humano. Más libre de dejarse llevar por aquellas emociones que resurgen al momento de querer cuidar del otro. Lo cual está lejos de generar debilidad, sino por el contrario da más fuerzas para luchar y afrontar situaciones límites como aquella.

Y se sintió inmensamente especial por significar tanto para Sasuke, y por ser quien provocaba incontables emociones en él...

Entonces permanecieron un instante así olvidándose de su alrededor, mirándose a los ojos, tristes y preocupados. Ninguno deseaba separarse pero la situación ameritaba que lo hicieran, aquel adversario era más de lo que podían manejar. Sasuke no podía estar protegiéndolo y a la vez haciéndole frente a un ser como Momoshiki, más aún si no podía darse el lujo de errar y terminar perdiendo. Si ellos lograban capturar a Boruto, estarían perdidos. Tanto Konoha como el mundo en general.

No, no iba a darles la oportunidad, tenía que mantener al chico a salvo a como dé lugar. En esto no habían segundas oportunidades. Sin importar qué, el Ōtsutsuki debía morir...