SasuBoru: Second First Love

Questions for you

—¡Ya deja de ser tan terco, Boruto!

Éste forcejeaba con Sarada, quien intentaba impedir que se levantara de la camilla en la que se encontraba, pero el rubio ya no quería continuar "perdiendo tiempo" allí. Ya llevaba casi un día entero de estar recostado realizándose chequeos médicos y recibiendo visitas. El resto de sus amigos se habían retirado hace tan sólo diez minutos y ahora se encontraba en compañía de Sarada y Mitsuki. Éste a penas había pronunciado palabra alguna desde el incidente con el Ōtsutsuki – el rubio juraría que estaba más callado de lo normal –, y sólo se mantenía parado junto a los pies de la cama observando como ahora la Uchiha y él "luchaban" empujándose mutuamente, pero Boruto no iba a dejarse vencer.

—¡Tu madre dijo que me encuentro bien, así que déjame!

—Dijo que estabas "estable", pero en ningún momento mencionó que podías irte. Aún no te dio el alta médica, tonto —lo empujó por el pecho y su espalda chocó contra el respaldo de la camilla.

—¡Ay!

"Que agresiva se pone...", pensó irritado, sobándose la espalda.

—Bien, ya entendí —revoleó los ojos con hartazgo, a regañadientes se acomodó mejor sobre el colchón —. Aún así no tienes porqué comportarte como si fueras mi mamá...

—No, pero soy tu novia —aseguró con sus manos en la cadera —. Y eso me da ciertos derechos sobre ti.

Boruto entrecerró la mirada. ¿Desde cuándo se supone que aceptó salir con ella? Es que como amiga es genial – quitando lo irritable que se ponía a veces –, pero nunca pensó que llegaría a verla como algo más. Le resultaba todo un misterio ese asunto, y era desesperante no poder acordarse de ese hecho tan 'importante'.

Miró instintivamente en dirección a Mitsuki buscando una respuesta silenciosa a su duda, pero éste al percatarse de la mirada ajena simplemente bajó su vista al suelo.

"¿Qué le pasaba?", se preguntó mentalmente. En verdad había notado su extraña actitud, como si quisiera decirle algo pero no se convencía por soltarlo. Quizás en otro momento pudiera hablar a solas con él, pero ahora tenía otro asunto que atender...

—Puede que seas mi novia pero ni creas que te dejaré darme órdenes así como así, 'ttebasa —sentenció ladeando su rostro dando por finalizado el pleito, Sarada resopló indignada. Estaba muy nerviosa, no sólo por el hecho de la pelea suscitada con el Ōtsutsuki sino también por el miedo que tenía de ser descubierto su engaño. Boruto había recordado algunas cosas como su relación con sus allegados y amigos pero parecía no tener idea de nada desde los exámenes Chūnin. Como si el último año y medio fuera un total vacío en su mente...pero, ¿hasta cuándo sería así? ¿Por cuánto tiempo iba a poder sostener su mentira? Quería creer que tendría el suficiente como para intentar enamorarlo en serio y que sus sentimientos por su padre desaparezcan para siempre, pero nada podía asegurarle que fuera a lograrlo. No es como si uno pudiera manejar tan fácilmente los sentimientos de otra persona a su voluntad. De todas formas no se angustiaría de ante mano, se tenía bastante fe: sus vidas volverían a la normalidad. Tenía que ser así, ella estaba convencida de que era lo correcto.

—Sarada tiene razón, Boruto —Mitsuki habló tan de pronto que ambos jóvenes se sorprendieron —. Trata de aguantar un poco y ni bien Sakura te de permiso para irte, podrás hacer lo que quieras.

—Mitsuki...—su voz salió ahora más baja, un tanto apesumbrado —. Bueno, de hecho lo que más quiero ahora es recuperar mi memoria por completo...

—Ya la recuperarás. Poco a poco, ¿verdad, Sarada? —se centró en ella mirándola seriamente. Y la Uchiha tragó saliva, entendiendo muy bien esa mirada juzgadora. De todas formas, asintió.