SasuBoru: Second First Love

Play with fire

Ella aún no había vuelto a emitir palabra alguna. Sólo lo escudriñaba con la mirada, lo terminaba juzgando como cualquier persona haría al conocer el tipo de relación que llevaba con el Uchiha. Y si bien no se arrepentía por amarlo, ahora con esa mirada reprobatoria puesta sobre él se sentía muy avergonzado de sí mismo.

Estaba muy consciente del desastre en que se había convertido su vida. Pero si hay algo que podía afirmar sin titubear era que Sasuke es su más hermoso desastre. Es su completa felicidad. Si ahora se había vuelto un gran Ninja, todo fue gracias a él. Y se complementaban perfectamente, sacaban sus mejores versiones al estar juntos. Nadie podría negar esto.

—No sé si me desprecias o no —comenzó a decir Boruto sin gastarse en hipócritas formalidades —, pero puedo asegurarte que jamás quise meterme con tu familia. Sarada me dijo que yo les arruiné todo, que les tiré abajo lo que con tanto esfuerzo habían construido los tres, pero de verdad nunca quise hacerlo.

—Pero lo hiciste —Sakura puso una mano sobre su pecho, su entrecejo fruncido —. No te vengas a hacer el inocente, ya no eres un niñito, ¿de acuerdo? Lo dejaste de ser en el momento en que te acostaste con mi marido. Cielos, ¡cómo pudiste hacer algo así! —hizo una pausa para recuperar el aliento —. Sé que no tienes toda la culpa de esto, de hecho, Sasuke es quien más se equivocó al permitir que tú te le acercaras de esa forma, pero aún así debiste pensar en los demás...en nosotras, en tu familia, y sobre todo, en todo el daño que podías causarle al hombre que afirmas amar.

—Lo sé, pero yo...

—Él ya arruinó su vida lo suficiente como para que llegues tú a empeorarla. Porque, ¿sabes qué? —continuó hablando con la voz un tanto quebrada —. Él había logrado aunque sea remediar un poco todos sus errores al decidir trabajar junto a tu padre y al formalizar conmigo para formar una familia y continuar con su linaje como siempre soñó. Todo estaba mejorando para él, encarrilándose...pero llegaste tú a tirarle todo abajo. Y todo por un capricho adolescente y egoísta.

Tuvo que detenerse nuevamente para recuperarse y Boruto desvió la mirada de ella, sus palabras le habían calado profundo en el alma. Fue hiriente, pero tenía mucho sentido lo que decía.

Excepto por una cosa...

—No fue un capricho —aseguró el rubio con los ojos cerrados, al igual que sus puños —. Es amor de verdad, aunque nadie quiera creerlo. Que aún sea muy joven no significa que lo que haga o decida sea de pura irracionalidad o sin importarme las consecuencias, fui muy consciente meterme en todo esto. Pero él fue feliz, su mirada había recuperado brillo conmigo y...eso es todo lo que bastó para decidir que estando juntos era lo correcto.

—¿Lo correcto? —casi rió de impotencia —. ¿En serio crees que una relación así puede estar bien? Por favor, no seas ridículo. ¡Escúchate! —su tono fue lo suficientemente mordaz como para herirle al escucharla.

—Pero Sasuke me ama —su voz salió débil pese a tal afirmación.

—Él no te ama —le replicó tratando de no descontrolarse, recordando que trataba con un adolescente —. Oye, yo ya tuve esta conversación con él, y sé que puedo tenerla contigo también porque estoy segura de que eres lo suficientemente maduro para comprender las cosas —Boruto se le quedaba viendo, aguantando las ganas de llorar de impotencia y fastidio —. Sólo está pasando un buen rato contigo, experimentando algo nuevo, pero nunca podría amarte. Entiende que tener a su familia es su único propósito. Eso fue lo que más deseó en su vida, quitando el tema relacionado con su hermano, claro.

Y Boruto no pudo contenerse más. De pronto las palabras le salieron por sí solas sin poder retenerlas, olvidándose de con quien estaba hablando.