Noah Centineo
10 años
Mi mochila roja que cargaba en la espalda pesaba muchísimo, dentro de ella traía al menos unos 5 libros y tres cuadernos, que según mamá, me serían de mucha utilidad para mi primer día de clases en esta nueva escuela; nos habíamos mudado a Chicago por el trabajo de papá.
Mi mamá caminaba a un lado mío junto con mi hermana, mostrándonos el camino para tomar el autobús para ir a clases. Al llegar a una esquina donde al menos habían tres chicos más, ella nos detuvo dándonos a cada uno una pequeña caja blanca.
— ¿No son los chocolates qué hace papá en el trabajo?- nuestro padre trabajaba como vicepresidente en una fábrica de chocolates, al menos cada semana solía llevar una enorme caja de chocolates a casa, al ser vicepresidente tenía que promocionarlos por lo que le daban aquella gran caja en su trabajo.
—Si Tay, pero lleven algunos a clases hoy, les podrían ser útiles para poder hacer amigos. - mi madre pasó su mano por el cabello de mi hermana acomodando un mechón de su cabello atrás de sus orejas.- Vigilaras a Noah, mi vida.
Ella sonrió y asintió con la cabeza mientras yo solo continuaba caminando con aquella caja entre manos. Ambos cruzamos a calle y vimos a mamá alejarse de aquel lugar. A los pocos minutos un camión de color amarillo con algunas letras en negro, este se detuvo en la parada haciendo que todos los chicos que estaban ahí se enfilaran para comenzar a subir.
En los asientos del medio habían sitios completamente vacíos así que me acerque a ellos creyendo que mi hermana iría conmigo, pero luego me sorprendió verla sentarse junto con otra chica que se veía sola, sonreí un poco. Mi hermana odiaba no tener amigos.
Por el corto camino que avanzo el autobús, me mantuve viendo el camino, las casas eran en su mayoría de dos pisos y en diversos colores claros como amarillos, blancos o simplemente sus fachadas estaban cubiertos con grandes piedras. En otra de las estaciones del autobús muchísimos más chicos subieron, ocupando con mucha velocidad aquellos sitios que se encontraban vacíos, aunque a mí en lo particular no me importaba que el sitio a mi lado quedara vacío, pero terminé equivocándome al ver como una chica que lucía parecida a mi edad se sentaba a mi lado.
—Hola.- me dijo al sentarse a mi lado mientras yo la miraba con los ojos un poco abiertos. - Soy Lana, soy nueva y estoy completamente asustada de lo que ocurra este día, no conozco a nadie ni cómo será el lugar, mi mamá me dijo que lo hablará con la primera persona que vea en el autobús que me parezca amable.
La chica era intensa, hablaba bastante.
—Perdón si hablo mucho, es uno de mis mayores defectos.
—Perdonada. - ella sonrió. - Creo que deberás... deberemos buscar a alguien que nos enseñe la escuela y todo eso que te aterra, porque yo soy nuevo en la ciudad, estoy un poco más perdido.
— ¿De dónde vienes?
—California, es por el trabajo de mi padre.
—Siempre que alguien se mude de ciudad es por el trabajo de un familiar o porque está huyendo. - la mire con los ojos un poco más abiertos. - No me parecía algo razonable de huyas de tu casa a otra ciudad por ir a una nueva escuela.
El autobús llegó a la escuela más rápido de lo que creí, en todo momento me mantuve con la chica de pequeños ojos que hablaba hasta por los codos. Si me hubiesen dicho que esta chica sería la primera persona con la que entablaría una plática el primer día de clases vaya que me hubiese reído.
En la hora del receso aún mantenía conmigo mi mochila, aunque ahora mis hombros estaban más aliviados de solo tener dentro un cuaderno, dos libros y la caja blanca con chocolates que mi madre me había dado.
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Para tener todo, hay que arriesgar todo
FanficONE SHOTS Pequeñas historias sobre sobre Covinsky y Noah&Lana Pequeñas historias de un solo capítulo. ✨❤️ "𝑪𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒊𝒆𝒓𝒅𝒆𝒔 𝒂 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒚 𝒕𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒆 𝒅𝒐𝒍𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐, 𝒆𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒇𝒖𝒆 𝒓...