Para tener todo, hay que arriesgar todo

✨𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐃𝐞𝐬𝐞𝐚𝐛𝐚 𝐐𝐮𝐞 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐞 𝐀 𝐂𝐚𝐬𝐚✨

Lana

Desperté abriendo los ojos de golpe. Con lentitud me senté sobre la cama y extendí mi mano al lado de la cama que se encontraba vacío desde hace tres meses.

Suspire con pesadez y luego lleve mi mano a mi gran vientre de casi seis meses del cual había comenzado a sentir como los bebés en su interior habían comenzado a patear.

— ¿Ustedes también tienen hambre? ¿O están igual de nerviosos que yo?-muchas pataditas más se sintieron, mis mellizas volvieron a patear un poco más. Deseaba que Noah estuviera aquí, que disfrutara cada etapa de mi embarazo justo como lo habíamos hecho con mis dos embarazos anteriores. Un mes después de que se fuera, ellas habían comenzado a patear.

La puerta de la habitación fue abierta por Jayden que se abrazaba a sí mismo, suponía que aún tenía algo de frio.

—Mamá, tengo hambre.- mi niño de seis años camino hacia donde yo estaba subiendo a la cama y acostándose a mi lado.-Pero, también tengo sueño.

Sonreí mientras acariciaba su cabello color castaño dejándolo hacia atrás.

—Levántate y ve por una chamarra, tenemos que ir por papá.- a él se le ilumino la mirada y enseguida se levantó bajando con velocidad de la cama. Me levante de la gran cama cambiando la bata que traía puesta por unos pantalones un poco más abrigadores una sudadera que cubriese mi gran estómago. Salí de aquel cuarto para caminar hasta el final del pasillo e ir a la habitación de mi pequeña de cuatro años.

—Lind.- mi niña se removió dentro de la cama y termino quedando boca arriba mirándome con los ojitos algo llorosos.- Lindsay, vamos... ¿No quieres ir por papá?

Ella se sentó de golpe mientras asentía con su cabeza.- aun con su pijama puesta, le coloque una chamarra encima mientras la ayudaba a ponerse de pie. Tome su mano y ambas salimos de la habitación bajando con lentitud las escaleras llegando hasta la sala mirando como Jay se encontraba junto a la puerta principal.

—Lindsay, se más rápida...debemos ir por papá.- su rostro mostraba una gran sonrisa. Él era muy apegado a su papá, hace tres meses que no lo veían, hace tres meses que no sabíamos de él, era muy normal que todos sintiéramos que nos hacía falta.

Tome las llaves del auto y el bolso que siempre cargaba conmigo para salir de la casa con mis niños caminando delante de mí. Los acomode a ambos en los asientos traseros del auto, subí a la parte delante y comencé a conducir hacia el aeropuerto que quedaba a media hora de nuestra casa. En la estación de radio únicamente se escuchaba como nuestro país había ganado la guerra, que nuestra nación se llenaba de alegría por aquel logro.

— ¿Eso significa que papá hizo que ganáramos?- Jay asomo su cabeza entre los dos asientos mirándome expectante con la respuesta.

—Papá fue parte de un equipo, todos los integrantes de ese equipo hicieron que ganáramos.- en el trayecto pude ver una tienda de 24 horas, comencé a aparcarme y tome de mi bolso la cartera volteándome hacia mis dos niños. Lindsay estaba con la cabeza recostada contra los asientos del auto, dormida de nuevo mientras Jay miraba hacia la ventana.- ¿Quieres algo? Iré por algo para tus hermanas, patean tanto por hambre.