We All Have Secrets.

Soñando Despierta (2/2).

Estaba tan feliz que mis ojos se llenaron de lágrimas, era demasiado para asimilarlo. El chico de mis sueños con el recuerdo más preciado de mi abuela. Fueron los minutos más mágicos de mi vida.
Hoy en la mañana no había encontrado la bufanda, busqué exasperada, abriendo los cajones y vaciando sus contenidos desesperadamente en el suelo. Una a una las prendas de mi clóset volaban hacia mi cama, siendo arrojadas con furia por mí creando una montaña multicolor.
Irritada me tiré al suelo, coloqué mis manos en mi rostro mientras cálidas y espesas lágrimas corrían por mis mejillas.
No podía creer que había perdido algo tan valioso, era lo único que tenía que aún conservaba el olor de mi abuela.
Era reconfortante sentir su perfume en mi cuello. Cuando las cosas no marchaban bien, lo único que tenía q que hacer era colocarla como una especie de cubrebocas, cerrar los ojos y mágicamente aparecía en mis recuerdos. Era el hada de mis cuentos.
El ojiazul no tenía idea de lo importante que esto era para mí y no podía creer que el destino me lo hubiera puesto enfrente, él más confundido que yo sin entender como ni por qué estaba ahí.
Tenía tanto que decir que las palabras se estancaban en mi cerebro sin poder salir, una a una, revoloteando frenéticamente. Él con una mirada cálida, irresistiblemente serio. No quise que se sintiera comprometido así que me alejé como una tonta, poniendo en evidencia que no era un chico cualquiera, que él era alguien importante h estaba en mi pensamiento. Le dije que mi libro favorito era también el suyo, lo cual confirmaba que lo había visto antes, que me había llamado la atención.
Me alejé porque no quería que me viera sonrojarme, porque no quería exponer mis sentimientos a alguien que me había hecho sólo un favor, pero a mis ojos era mucho más que eso.
Él no podría entender todo lo que ha pasado por mi mente, que desde que nuestras miradas se cruzaron no puedo dejar de imaginar su rostro. Es lo último que pienso al dormir y lo primero que viene a mi mente al despertar.
"¿Cómo te llamas?", sus palabras me dejaron helada interrumpiendo mi intento de fuga. Giré para mirar una vez más sus hermosos ojos.
"Sarah", le contesté
"Hermosa como la noche", dijo con una sonrisa capaz de derretir un iceberg.
"¿Cómo?", pregunté sorprendida.
"Eso significa tu nombre... mi tía... es una especie de fanática del significado de los nombres, me hizo memorizar su libro favorito cuando se enteró que me apasionaba la literatura... es una especie de juego entre nosotros; cuando estamos aburridos me atormenta con preguntas como: "¿Nombre latino de origen latino cuyo significado es alba?"
No pude evitar una carcajada."¿Y la respuesta sería?"
"Aurora... por supuesto. Mi tía nunca pudo tener hijos, así que supongo que fantaseó por mucho tiempo cómo los hubiera nombrado."
Me enterneció mucho su historia y por mucho tiempo no supe que decir.
"¿Te gustaría ir por un café?"
Aún muda lo único que pude hacer fue asentir.
"Conozco el lugar perfecto", dijo sonriente.