I Am A Creep.

¿Soy mala?

Jack

-Las historias de amor que empiezan rápido terminan de la misma forma. Así que sean conscientes de sus acciones.

Eran las 8:00 am de la mañana y la clase de historia estaba siendo más pesada que de costumbre. La maestra dándonos una lección de vida cuando hace menos de una semana se rumoreaba que su esposo le había pedido el divorcio por una supuesta infelicidad. Los maestros eran extraños.

Pero por más que quisiera aparentar que sus últimas palabras no me habían afectado no podía. Alex y yo no habíamos hablado desde ayer, ni un mensaje, ni una llamada, ni siquiera la había visto

Pero ahí estaba yo, preocupándome por todo lo que había pasado el domingo. No sabía si se había arrepentido del beso o solo estaba evadiéndome. Sabía que igual no se acercaría a mí por estar en el equipo, pero necesitaba saber si estaba bien. Solo quería saber si estaba cómoda con lo que habíamos hecho, si necesitaba más tiempo para pensar lo que está pasando entre nosotros.

La campana sonó sacándome de mis pensamientos. Se supone que debería estar en camino para mi otra clase pero no me sentía con las ganas de ir a ninguna clase. Decidí que era un buen momento para estar solo en las canchas de baloncesto. Nadie iba ahí mas que para entrenar o pasar un rato solos, como yo.

Entré a los vestidores del equipo y fui directo a la puerta que daba para las canchas.

Los vestidores no eran la gran cosa, mas bien parecía como si los simios del zoológico se bañaran ahí. Pasé rápido por el pasillo que conectaba  a las puertas de vestidores y canchas, al salir una pequeña brisa me envolvió con un olor a tierra mojada. Había llovido un poco esta mañana y el rocío de en las hojas de los arboles lo confirmaban.

Pronto mis pies me llevaron a la parte techada de las gradas, sería el único lugar seco en este momento. Me senté y no me quedó nada más que ver la cancha de baloncesto. Era una cancha de concreto y con las líneas apenas visibles por el desgaste.

Mi teléfono empezó a sonar indicándome que alguien me estaba llamando. Al principio pensé que sería Juliet gritándome donde estaba y que era un hijo de puta por dejarla sola en química, pero no. El nombre de la persona que no paraba de estar en mis pensamientos; Alex.

-Hola.

Se escuchó del otro lado de la línea cuando contesté.

-Hola.

-Jack...yo...lo siento...es...que...mi...padre...yo.

No entredía todo lo que decía. Entre los sollozos y la falta de coherencia en sus palabras me hacía que fuera una tarea inútil comprender.

-Alex, no entiendo nada de lo que dices.-

-Lo siento...no sabía a quién llamar.

-¿Qué pasa?

Mi estado de animo cambió sorpresivamente, las palabras de Alex habían hecho que mi mente viajara imaginando lo peor que podría pasar.

-Mi padre...él descubrió algo en mi armario y...

Joder, se le había quebrado la voz en ese momento. Ahora si podría imaginar lo peor.

-¿Dónde estás?

-En mi casa, no podía ir a la escuela hoy.-respondió lo más coherente que pudo entre los sollozos que salían de su boca.

-Mándame tu dirección, voy para allá

-No, Jack....está bien-la interrumpí antes que usara una excusa absurda.

-Voy para allá Alex, eres más importante que una clase de física que seguro Lisa no tendrá problema en explicarme.-respondí lo más calmado que pude. No sabía si eso era verdad, pero quería que se relajara y no se preocupara por otra cosa.