I Am A Creep.

Cena.

Jack.

Alex salió de mi habitación y rápidamente me acosté en mi cama, tenía que deshacerme de ese problema que estaba en mis pantalones. Estaba apunto de abrir mis pantalones cuando Gerard entró como si fuera su propia habitación y me miró con una sonrisa burlona.

-Lo bueno es que si iban a estudiar.-dijo viendo las hojas que se encontraban en mi escritorio. Esto estaba ayudando con mi problema, haciendo que bajara y mi enojo subiera.

-Estábamos estudiando.-defendí en un inútil intento de manejar la situación.

-Claro, porque la tarea era casi tener a tu compañero de clase abajo de ti apunto de tener sexo. Hasta a mí me gustaría volver a la escuela con esa tarea.-pausó mirándome-Estás de suerte, no le diré nada a nuestros padres de que casi tienes sexo salvaje en tu habitación, pero ten más cuidado. Mis padres podrían haber sido los que entraran y te quiero ahorrar la platica.

Asentí lentamente dándole a entender que estaba de acuerdo. Por más que nuestros padres fueran tan abiertos sería igual de incomodo .

-¿Te gusta ese chico?-preguntó ahora sentándose en la silla del escritorio.

-Es ella, y la verdad no lo sé.-pausé-Es linda y desde que la vi en los pasillos me llamó la atención.

Su mirada viajó hasta el piso y de nuevo a mí. Pericia que analizaba su palabras en silencio.

-Puede que esta sea la oportunidad de tu amor adolescente. Así que te daré un consejo:
Vívelo con toda la adrenalina pero sin llegar a los excesos, y ama como tú quieras.

Sin más se levantó y se dirigió a la puerta, antes de salir me vio una última vez.

-Y le diré a mamá que estás haciendo algo que me debías, ahora hazle un favor a tus jeans y deja de violarlos.

Cerró la puerta antes de que pudiera siquiera abrir mi boca. Era un maldito, pero me iba ayudar a distraer a mamá y Alex.

Abrí mis pantalones y decidí encargrame de la mejor manera que se me ocurría.

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La cena era tranquila, mi madre hablaba de que Gerard tendría que limpiar mañana el patio trasero.

Alex no había hablado mucho y se mantenía atenta a la situación pero no emitía voto.

Mi mente produjo un pensamiento y mis manos lo siguieron como si de una misión imposible se tratase.
Un de mis manos pasó discretamente por mi pierna conectando con la mano de Alex que estaba encima de la suya. Volteo discretamente al sentir el tacto de piel contra piel y mi dio una sonrisa antes de entrelazar nuestras manos.

Se sentía bien, era un sentimiento que me invadía por dentro y no quería dejar escapar.

-¿Cómo van con el proyecto?-preguntó mi madre mientras bebía un poco de vino.

-Vamos bien, creo que lo lograremos entregar justo a tiempo.-dije lo más seguro que pude ganando una mirada divertida de Gerard que solo yo noté.

-Me alegra escuchar eso. Alex, esta es tu casa eres bienvenida cuando quieras.-respondió mi madre.

Alex asintió con una leve sonrisa que la hacía ver demasiado tierna y juro que si no fuera por mis padre, esos labios estarían ocupados haciendo otra cosa.

-Gracias, es muy lindo de su parte.

¿Se puede ser más adorable?
No lo creo.

Mis ojos estaban clavados en sus facciones y mi mano jugaba con la suya debajo de la mesa. Y se sentía bien.

-Espero tener una buena calificación.

Seguimos comiendo entre algún comentario sobre el trabajo de Gerard el viernes y algunas cosas de la escuela.

-¿Piensan ir al próximo partido de baloncesto de su escuela?-preguntó Gerard mirándonos a los dos. Gerard había sido un buen jugador cuando había estado en la escuela y ahora le gustaba ir alguna que otra vez a ver algunos partidos.

-Creo que estoy obligada a ir, mi capitán me mataría si falto.-respondió Alex con una media sonrisa en sus labios y no pude evitar sonreir yo también.

-Wow, no sabía que estabas en el equipo.-respondió mi padre alzando su ceja. Sabía que a él también le gustaba el baloncesto y tener a alguien que lo jugara en la casa siempre era una experiencia.

-Sí, siempre lo he jugado y cuando supe que podía hacer pruebas para el equipo las hice.

-Seguro eres muy bueno, deberíamos a irte ver jugar en el próximo partido.-propuso mi madre. Todos estuvimos de acuerdo.

-Seguro, gracias.-dijo Alex con una pequeña sonrisa.

Después de la cena volvimos a mi cuarto, ahora cerrando la puerta con seguro para no tener ningún tipo de interrupción.

-Creo que podríamos pasar al siguiente tema. El despertar sexual.-sugirió Alex volviéndose a sentar sobre mi cama y abriendo un libro sobre su regazo.

-Sí, eso sería bueno. Creo que si vamos a terminar sin importar las distracciones qur hayan.-susurré eso último haciendo sonrrojar a Alex una vez más.

-Eh...el despertar sexual se da al inicio de la adolescencia y se expresa en ciertas acciones, aquí se define la orientación sexual y los gustos sexuales.

Y así fue como un comentario de un libro de ciencia hizo que todo mi cuerpo sintiera un inmenso fuego y empezara a sentir que la habitación se sintiera con demasiado calor.

-Sí...eso está bien.

Mis mejillas estaban ardiendo y mis pensamientos no estaban siendo los más sanos en este momento.

-Jack...

-¿Sí?

-¿Estás sonrojado?

Sentí su mirada curiosa buscando mi cara que estaba escindida entre mis manos.

-No te escondas, es parte de la adolescencia.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Los dos estábamos esperando a que llegara su mamá por ella.

Los dos acostados en mi cama rodeados por libros y hablando de cualquier cosa.

-Jack puedo pedirte un favor.

-Lo que quieras.

-Podrías no mencionar lo de la terapia o lo de ya sabes...

Sus ojos se encontraron con los míos. Estaban llenos de miedo y su sonrisa había desaparecido.
Tomé su rostro entre mis manos y la miré a los ojos.

-Por supuesto, siempre estarás segura conmigo.

*-*-*-*-*-*-*-*.

Holaaa.
Si, soy yo otra vez jeje.
Solo es una aviso de que la historia va a estar en pausa por un tiempo.
Estoy apunto de hacer mi examen para la universidad y tengo que ponerme a estudiar.
Así que hasta entonces no podré actualizar.
Pero les prometo que cuando acabe este infierno les traeré más capítulos.
Sin más avisos.
Gracias, los amoooo.

-Pau.