I Am A Creep.

Alex.

Alex no era el mejor del equipo de baloncesto, pero sin duda era el más amable de ellos.
Cuando vio a aquel chico golpear a su capitán con tanta furia supo que nada lograría golpeando al otro. Así que solo lo agarró y lo sostuvo lo más que pudo.
El chico solo lo vio de reojo y después volvió a mirar a Andy con tal furia que temía que algo más pasara aparte de los golpes.
La cara de la chica a su lado no ayudaba a nada con sus pensamientos del que aquel chico rompiera los huesos del otro.
Después de unos segundos todos se fueron incluyéndolo.
Su día no fue nada importante hasta la hora del entrenamiento. El entrenador los mandó a cambiarse y Alex sintió esa incomodidad en su estómago.
Odiaba ver a los demás cambiarse y reír mientras estaban desnudos. Alex no se sentía seguro desnudo ni reía de los chistes que hacían.
-Alex, gracias por quitarme a ese animal de encima. Al parecer no quiere compartir a su novia.
Después de eso todos estallaron en risas menos Alex, que en cambio había hecho una mueca de asco el solo imaginar lo que había hecho Andy en la mañana.

-No hay problema. - respondió poniendo rápido su playera sobre su torso.

-Ese chico es demasiado gay para Lisa o Juliet. - dijo su capitán tomando un pantalón de entrenamiento y colocándolo en su lugar.

Todos hicieron un gesto de aprobación, hasta Alex. Pero el no pensaba que algunas de las chicas estuviera con él. Él no las miraba como algo más ni viceversa.

El trio no era demasiado popular, pero las chicas eran demasiado atractivas como para no voltear a ver su andar por los pasillos. 

Alex salió del vestidor a tomar aire y empezar a correr las cinco vueltas de calentamiento.
Su mente solo estaba en lo que haría después, su madre le había agendado una cita con un psicólogo de la clínica de la cuidad. Ella estaba segura que su hijo necesitaba ayuda psicológica por su comportamiento últimamente, era verdad que no era el mejor, pero no podía estar peor. Este mes fuera de la escuela y en la casa de sus abuelos había descubierto la verdad y estaba cagado de miedo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un balón impactando de lleno en su cara, no pudo hacer nada cuando ya se encontraba en el suelo.
Andy se acercó a él y lo ayudó a levantarse.
-¿Qué es lo que pasa amigo?-preguntó cuando estuvo de pie.
-Nada, mierda de la escuela.-respondió restándole importancia.

Andy asintió y siguieron con el juego, ahora si estaba en el juego al cien por ciento.

Después del entrenamiento y la incomoda ducha que tomó lo más rápido que pudo, llegó su madre por él y subió al automóvil.

-¿Qué tal el entrenamiento hoy? - preguntó su madre saliendo del estacionamiento de la escuela.
-Todo bien, solo me golpee con un balón.
-¿Estás nervioso por el próximo juego? - preguntó nuevamente su madre.
Pensar en el juego lo hacía temblar todo el cuerpo y empezar a sudar frio. Su padre estaría en el juego, hace años que no veía a su padre y eso lo aterraba.
-Está bien, solo es otro de los muchos que vienen esta temporada.-respondió liberando un suspiro cansado.
Su madre asintió y dejó que su hijo durmiera en el trayecto al centro de la cuidad.

Al cabo de una media hora los dos llegaron a la clínica pasando directo al consultorio.
-El doctor los atenderá en unos minutos, está por acabar con un cliente. - dijo muy amable una señorita de no más de 20 años.
Los dos asintieron y fueron a la sala de espera. Ésta era blanca y con un ventanal enorme en su costado.
Después de unos minutos un chico de estatura promedio salió junto a un señor un poco mayor.
-Ok, nos vemos el próximo mes Tyler. - dijo el señor y el chico asintió.

El chico se fue y el doctor se volteo a las otras dos personas.

-Hola, soy el doctor Way y tú debes ser Alex y su madre, ¿cierto?-se acercó con un paso lento y estrechando la mano de cada uno.
Alex asintió con una sonrisa a la presentación.
-Me encantaría poder hablar primero con Alex y después puede pasar usted, ¿vale?-dijo mientras Alex pasaba a su consultorio. Su madre sonrió y después asintió.