• Just a Cigarette •

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Dicen que el mundo
fue construido para dos.
Solo vale la pena vivir si ese
alguien te está amando.
Bebé; ahora lo haces.

Video Games - Lana del rey

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La primera vez que vio a SeongHwa la única palabra que cruzó su mente fue "típico" la segunda fue "idiota" y la tercera, estando encerrado en un baño con la mente disuelta en alcohol, fue "pervertido". Un típico idiota pervertido, sí, eso era. Pero, ¿por qué iba detrás de la motocicleta de aquel idiota? Y lo peor ¿por qué sonreía estando con aquel idiota?

—Ve más despacio, maldito gánster  —sujetó ambas manos a su delgada cintura antes que el otro chico disminuya la velocidad.

—Trátame con cuidado. Soy muy frágil ¿No lo sabías? —sonrió sin privación de vergüenza o timidez. Miró detrás suyo sólo para observar la cara de disgusto del peligris. Un gesto tan típico en ese aniñado rostro, una arruga entre sus cejas y una frialdad en aquellos ojos avellana oscuro.

Un niño demasiado engreído, había pensado SeongHwa la primera vez que cruzaron miradas. Uno más del montón.

Había conocido un par así, lloraban a sus padres porque la cuenta bancaria no había cubierto sus caprichos al final de la noche. O porque su piel oscureció un tono más ese día. No buscaba secar lágrimas y dar palabras de consuelo a un desconocido, pero se volvía caprichoso estando cerca a HongJoong. Simplemente no podía controlar el rumbo que sus sentimientos tomaban por sí solos, casi como si estar cerca a HongJoong fuera la cura a un problema que se negaba a ver. No lo entendía.

—Para lo que me importas, idiota —susurró lo suficientemente alto.

No entendía cómo había sido tan fácil de convencer, ¿Por qué había aceptado?
Si lo pensaba bien, a HongJoong no le disgustaba ir en una motocicleta, mucho menos recorrer las calles menos conocidas de la ciudad. Le disgustaba Park SeongHwa, exactamente él. Él y su falsa despreocupación, su estúpida sonrisa, esa arrogancia y amabilidad fingida. Era todo lo que odiaba de una persona... y aún así había aceptado ir por unos cigarrillos esa tarde.

—Los polos opuestos se atraen, ¿no lo crees? —farfulló intentado estacionar la motocicleta adecuadamente.

HongJoong ni siquiera conocía aquel lugar por el cual SeongHwa había optado como "adecuado" para fumar un simple cigarrillo. No había ni una sola alma en pena y tenía pinta de ser punto de encuentro para drogadictos.

Lo único a favor, debía admitir que el escenario le agradaba. El sol sobre el horizonte destilando sus últimos rayos de luz. Las nubes con distintos matices naranjas poco a poco retornaban a su gris natural, casi como si perdieran la magia que se les otorgaba por ciertas horas. Y la suave brisa elevando los mechones grises de su rostro. Era agradable. Lo era para él.

—Ya casi nadie pasa por aquí a estas horas —señaló la pista solitaria de básquetbol y sonrió penoso —La mayoría de niños que solían jugar allí simplemente desaparecieron.

—¿Por eso te gusta venir aquí? —se encogió al sentir la brisa un poco más gélida que unos minutos antes —Que turbio.

El chico a su lado soltó una carcajada carente de gracia para segundos después extraer una cajetilla y un encendedor del bolsillo de su abrigo.

—Se me hizo un hábito volver aquí cada vez que necesitaba fumar y pensar claramente.

—Sí, no me importa en lo absoluto —bufó quitando la atención del pelinegro. —Apareciste fuera de la escuela y prácticamente me obligaste a venir contigo. "Solo cigarrillos y ya"

Another Love ☆ SeongJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora