Lo bueno, esa mañana no hubo clases porque era sábado. Lo malo, aún así trabajaba esa tarde desde las cinco y media, hasta las nueve, en una cefetería. Jaemin necesitaba urgente una niñera para el pequeño Yunho, alguien de confianza que no dijera nada acerca del niño clandestino que había en su departamento y de como llegó ahí. Por ello, solo pudo acudir a una persona en la que podía confiar completamente de que no diría nada. Un amigo tan bueno, que aceptaría sin duda ayudarlo.
— No.
— Pero Mark hyung, no haces nada por tu vida y yo nunca te pido nada. — Rogó el menor, haciendo un puchero.
— Si lo haces. — Dijo, indignado.
— Nombrame al menos una vez en la que lo haya hecho. — Dijo el castaño, cruzándose de brazos. El pequeño Yunho jugaba con una botella de coca-cola en el suelo de la casa del mayor de los tres.
— Cuando dijiste que el tal Renjun te hizo dormir fuera porque olías demasiado a perfume, viniste a mi casa. Cuando rompiste la ventana de tu vecino, te escondiste en mi casa. Cuando te escapaste de tu casa para fugarte con Hyunjin al parque de diversiones, me dijiste que fingiera ser tú y cuando te descubrieron, pasaste una semana en mi casa. Cuando... — El mayor no pudo continuar, debido a que Jaemin interrumpió.
— Está bien, ya entendí, siempre me meto en tu casa. — Bufó el menor.
— Exacto. Y estoy seguro de que si te echan de tu departamento, te meterás en mi casa. — Se quejó el peli-negro, entrecerrando sus ojos.
— Prometo que no vendré a tu casa, pero solo cuidalo en las tardes, por favor. Se que en las noches trabajas en el bar, pero prometo que te pagaré. — Rogó. — Y tienes las mañanas libres, puedes dormir a ese horario, dormilón.
— Está bien, pero solo porque te quiero mucho... Y en parte, porque no me viene mal un poco más de dinero.
— Pensé que lo harías gratis, si rogaba. Sabes que gano miserias que apenas alcanzan para mi, por ello a veces me quedo a limpiar a fondo. — Bufó el castaño.
— Bien, lo haré gratis. Pero al menos pagame con un beso. — Sonrió.
— Haechan dijo que eres un pervertido. Creeme que si lo intentas besar, te golpeará.
— Solo vete y dejame al mocoso.
El castaño comenzó a correr para alcanzar el autobús, si llegaba tarde una vez más, Lalisa no se lo perdonaría. La mayor le había brindado trabajo y hogar durante un tiempo, y le aguantaba muchas de sus excusas tontas al llegar tarde. Cuando su padre regresó del servicio militar, comenzó a juzgarlo por ser tan débil y por el hecho de tener novio en lugar de novia. Por ello, Lalisa le permitió quedarse en el local durante un tiempo y al principio pagaba con trabajo, pero ahora lo necesitaba para sus gastos fuera de la universidad.
Llegó agotado, casi sin aire, pero llegó un minuto antes del horario de entrada. Se duchó rápidamente, se colocó su uniforme y salió para atender a los clientes.
— Nana, ¿qué te pasó? Las excusas que le pones a Lisa noona conmigo no van a funcionar, así que habla ya. — Exigió Yeonjun, su compañero de trabajo y fiel amigo desde la infancia.
— Promete que no le dirás a nadie. — El peli-azul asintió, acercandose para oir lo que el menor susurraba. — Anoche dejaron un niño en mi puerta, y ahora vive conmigo. Mark hyung lo está cuidando.
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𝕕𝕒𝕕𝕤 𝕓𝕪 𝕒𝕔𝕔𝕚𝕕𝕖𝕟𝕥 ; 𝕟𝕠𝕞𝕚𝕟𝕣𝕖𝕟
FanfictionJeno, Jaemin y Renjun, son tres estudiantes de universidad, los cuales comparten departamento. Simplemente no se llevan ni bien, ni mal, mantienen un trato muy limitado entre ellos. Sin embargo, un paquete desconocido pondrá sus mundos patas arriba...