Seductora amenaza. [Rin Okumura x Oc]

4

Ambos demonios intentaban terminar lo antes posible la limpieza que les había impuesto el profesor, claro que no era mucho lo que avanzaban después de todo cada diez minutos comenzaban a discutir por la cosa más mínima.

—Esto es una mierda, por tú culpa estoy castigada también.

—¿Por mi culpa? ¡Yo no te metí en esto!

—¡Claro que sí! No dejabas de mirarme de una manera molesta y también susurraban cualquier pendejada que se te venía a la mente.... Si quieres decirme algo, dímelo en la puta cara.

El pelinegro guardó silenció por algunos segundos, pensando en lo que ella le había dicho hace unos segundos atrás.... ¿Acaso pudo escucharlo? Estaba más que seguro que susurró lo más bajo posible para que ella no le escuchará.... ¿Entonces como había escuchado?

—¿Pudiste escuchar lo que dije?— Le pregunto algo confundido.

Tami guardo silencio durante unos segundos, un humano ordinario no hubiese podido escuchar lo que él había dicho... Era algo casi imposible, tenía que pensar en algo para que no sospechara de ella.

—Se leer los labios maldito idiota... Mejor termina tú parte luego para que podamos irnos.

Tami le lanzó el borrador a Rin, pero antes de que lo golpeará en la cabeza, logró tomarlo con una de sus manos, dejando algo impresionada a la demonio... Algo había diferente en aquel chico, sus reflejos eran más rápidos en comparación a los humanos normales y su aroma también era distinto.... Algo no cuadraba en él.

El celular de ella vibró por unos segundos, suspiró cansada mientras lo sacaba de su bolsillo y miró el mensaje que le había llegado .... Era un mensaje de Lilith.

"¿Dónde demonios estás metida?"

Al verlo su mente se quedó en blanco durante varios segundos, ¡Les tocaba clase con ella! Y una de las cosas que más odia Lilith es la impuntualidad, —claro que ella es mucho más impuntual en la mayoría del tiempo.— Pero si ella imparte una clase... Es algo que jamás perdona.

Tami se hizo una pequeña herida en su mano para así invocar a los dos lobos demonios, les dio una sola y clara orden que ellos no tardaron en realizar... Aquellos lobos ayudarían a limpiar el salón y así poder terminar lo antes posible para no desatar aún más la ira de Lilith, la cual nunca ha sido buena en todo lo que ella lleva con vida, aunque es algo que jamás han puesto en aquel libro religioso llamado biblia, después de todo deseaban eliminarla de sus registros y que nadie supiese de la existencia de ella, una mujer que había desafiado a Dios y no permitió que Adán le diera alguna clase de orden.... Ella no se iba a someter ante nadie.

★★★★★★★

El ambiente de la clase era totalmente tenso, ninguno de los alumnos presentes se atrevía a realizar alguna tontería, podían darse cuenta de que su profesora Lilith se encontraba más que furiosa, el aura de ella en ese momento era totalmente distinto y lo mejor era no hacerla enojar aún más.

La puerta se abrió con fuerza, Tami había pateado al mayor de los Okumura haciendo que este rodará varios centímetros del salón, de nuevo la había molestado y no se iba a quedar de brazos cruzados en esta oportunidad.

—¡Llegan tarde!— gritó molesta mientras apuntaba hacia ellos con la espada de madera.— Si esto se tratara de una batalla real, sus compañeros estarían más que muertos por su incompetencia.

—Lo siento.... Fuimos castigados.— Se apresuró a decir Okumura lo más rápido posible, conocía a aquella mujer enojada y le daba algo de miedo.

Lilith suspiró molesta, espero a que Rin se levantará del piso para ir lo más rápido contra él y golpearlo con su espada para lanzarlo lejos. El demonio no logró esquivar el ataque y mucho menos cubrirse para reducir el daño.

Tami por pocos segundos logró sostener con fuerza la espada de su amiga la cual iba directamente hacia su cabeza, pero no reaccionó lo suficientemente rápido para detener la patada que ella le brindo en sus costillas, si fuese una humana común y corriente eso le habría quebrado más de una costilla.

—No tienen permitido descansar, ¡De pie!

Tami gruñó un poco, si tan solo pudiese liberar su forma de demonio se lanzaría contra ella sin dudarlo y le patearía el trasero... Pero no podía hacerlo, no podía mostrar aquella forma delante de aquellos repugnantes humanos y en cambio tendría que pelear contra ella en aquella forma débil y que tanto detesta.

Ambos se levantaron lo más rápido que sus piernas se los permitieron, Rin sacó su espada sin dudarlo, pero antes de que pudiera hacer algo Lilith se había acercado a él para golpearlo en el rostro.

Tami aprovecho aquella pequeña distracción para correr y buscar una espada de madera, cuando logró tomar una Lilith ya estaba más que lista para golpearla de nuevo, pero está vez logró detenerla con su espada y lanzarle una patada que ella no le fue difícil de esquivar, después de todo Tami en aquella forma mitad humana y mitad ángel es un poco más lenta.

—Aprendes rápido.— Dijo en un tomo más de regaño que de cumplido.

La más alta no pudo evitar enojarse al escuchar eso, sus ojos no tardaron en cambiar de color, mostrándole a Lilith que iba a cambiar de forma. Para que nadie de los presentes viera aquello Lilith no tardó en golpear el suelo con fuerza con su pierna para así levantar una gran cantidad de polvo.

—Vuelve a la normalidad ahora Tami o te mato.— le susurró tomándola del cuello para que se calmara.

Ella la miró con furia mientras que volvía a la normalidad en cosa de segundos, el polvo poco a poco se fue disipando, todos los presentes no dejaban de toser y se quejaban por eso.

—¡La clase terminó! Fuera de mi vista.— Gruño la rubia molesta y señaló a su mejor amiga.— Y tú vienes a la oficina de Mephisto.

Lo último lo dijo en susurro para que solo ella pudiera escuchar. Todos no tardaron en salir del salón lo más rápido posible para ir a darse una merecida ducha y dormir, sus cuerpos no aguantarían mucho tiempo más.

Lilith dejó caer la espada de madera al suelo con bastante enojo, le dió la espalda a su mejor amiga para que está la siguiera algunos pasos más atrás.... 

Ahora sí se había metido en problemas.