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Lilith al ver que el cuerpo de Amaimon comenzaba a retorcerse no tardó en dejarlo en el suelo e indicarle a Tami que se alejara un poco también por precaución.

Ambas retrocedieron algunos pasos, vieron como el cuerpo de aquel hamster comenzaba a deformarse y lanzaba algunos gritos. Tami junto sus manos en un intento de calmarse, Lilith se dio cuenta de ello y le tomó la mano para brindarle un poco de apoyo.

Mephisto abrió la puerta de la habitación al escuchar algunos gritos, se quedó cerca de la puerta observando absolutamente todo lo que sucedía. Al parecer el alma que la demonio más joven había traído resultaría efecto para su hermano.

Las manos de Amaimon comenzaron a tomar forma de manera rápida, al igual que sus piernas. Todos pensaban que el proceso sería largo,  pero por lo que estaban viendo solo bastarían unos cuantos minutos.

Amaimon se levantó del suelo de forma lenta, se sentía algo mareado y no deseaba mostrarse débil ante ellos, aunque si lo estaba.

Mephisto fue el primero en acercarse a su hermano para proporcionarle un poco de ropa,  no iba a dejar que uno de sus hermanos estuviese por ahí caminando desnudo.

—¿Cómo te sientes?—Le pregunto Mephisto mientras lo miraba colocarse la ropa.

—Me duele bastante la cabeza.... deseo matar a Okumura Rin.

—¡Lo tienes totalmente prohibido!— Alzó la voz la rubia— Ya peleaste una vez con Okumura y mira en el estado que quedaste.  Si no fuese por Tami que te consiguió un alma tu recuperación hubiese sido mucho más lenta.

Amaimon dirigió su mirada a la demonio de sangre híbrida, se acercó a ella con el ceño fruncido,  hace varios años que no la veía y se veía exactamente igual de la última vez.

—No le voy a dar las gracias a un demonio que huele a ángel.

Tami frunció el ceño molesta, no esperaba un gracias por parte de él... Pero tampoco era necesario decirle eso sabiendo que le molestaba bastante.

¿Acaso no podía ser un poco más amable con ella? Después de todo estuvieron en una relación por varios años e incluso ella le había conseguido un alma. Si hubiese sabido que se comportaría de ese modo no le ayudaría ni en un millón de años, incluso si su mejor amiga y su marido le suplicaba.

—Por lo menos no me ganó un humano con sangre de demonio, eso es más patético para tu rango.

Le escupió con furia la chica para darse la media vuelta,  golpeándole en la cara con su cabello. No deseaba estar un segundo más en aquella habitación con un ser tan idiota como él.

Lilith miró al hermano de su marido con desaprobación y también se dirigió a la puerta para detener a su amiga.

—¡Tami espera!

La nombrada detuvo su andar solamente porque era ella quien la llamaba, la rubia más pequeña apresuró su paso para abrazarla por la espalda, sabía que aún su amiga posee sentimientos hacia aquel demonio y sentir que ella está dolida no le gustaba para nada.

La más alta se dejó abrazar solo porque era Lilith quien lo hacía. Pero el abrazo no duro mucho tiempo, ya que a la demonio más joven no le gustaba mucho el contacto físico de ese tipo.

Continuó caminando molesta, quizás si salía una vez más podría calmarse. Lilith suspiro algo estresada al ver el comportamiento de su amiga.... Sabía más o menos lo que tenía en mente.

—¡Más te vale que sea en una zona más alejada que antes o te descubrirán!

Antes de salir del lugar volvió a su apariencia de humana, para así no levantar ninguna clase de sospechas y se aseguró también de que ningún alumno estuviese cerca y la viese.

El frío viento de la noche lograba que ella se fuese calmando poco a poco. Subió al techo de uno de los edificios más altos que se encontraban cerca para así poder visualizar su próxima víctima.

Eran muy pocas las personas que transitaban a esa hora de la noche por las calles y siempre iban en un pequeño grupito que le hacia molestarse un poco.

Vio una pareja tambaleándose por la calle, intentando no caerse al suelo ya que sabían que si eso sucedía no podrían levantarse del suelo y estarían allí por varias horas.

Se deslizó con mucha cautela por los techos para que ellos no la descubrieran, esperaría al momento perfecto para atacarlos y disminuir las pequeñas posibilidades de que la vean.

Aprovecho de que se dirigían a una calle algo oscura, lanzó una piedra que había tomado con anterioridad y la lanzó a la pierna de uno de ellos. Con lo pésimo que caminaban no tardó en caer al suelo y quejarse del dolor, su acompañante lo miraba algo confundido y preocupado.

Tami bajo del techo y camino lentamente hacia ellos, ya podía saborear el alma de aquellas dos personas. Se lanzó  contra la persona que aún se encontraba de pie, lo dejó noqueado en cuestión de segundos y la otra persona que se encontraba en el suelo la miraba horrorizado, intentando creer que era algo producto de su imaginación.

—Esto.... Esto no es real.... Juro que no voy a volver a beber.

Las lágrimas no dejaban de brotar e intentaba alejarse de la demonio mientras veía que algo salía del cuerpo de su amigo.

—Los humanos son seres mentirosos.... Aquella frase siempre es dicha por ustedes.

Una amplia sonrisa se dibujo en el rostro de ella,  sentía como iba recuperando poco a poco una parte de su poder y deseaba cada vez más. Deseaba volverse mucho más fuerte que antes y cerrarle la boca a los demás demonios que se atrevieron a burlarse de ella en la antigüedad.

—Grita un poco más humano... Nadie te va a escuchar, nadie te brindara ayuda, después de todo ustedes son egoístas y siempre velan por ustedes mismos... son seres tan repugnantes, pero gracias a eso sus almas son deliciosas para seres como nosotros....

Se acercó a él, lo tomó del cuello para alzarlo del suelo con una de sus manos. Acercó  un poco  su rostro hacia la de él,  solo lo necesario para consumir su alma lo antes posible y que esta no escapara.

Esta sería una noche bastante larga.

Seductora amenaza.  [Rin Okumura x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora