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Tener que verse al espejo con aquel uniforme le hacía sentir asco, apenas podía soportar ver aquella apariencia que siempre ha detestado y ha intentado durante varios años eliminar aquella parte de ella.

Ver aquel largo cabello plateado, le daban ganas de vomitar y aquellos ojos celestes con reflejos dorados la enfurecian, no tener sus orejas alargadas y su cola.

-¡Te queda muy bien el uniforme!- Lilith se acercó a ella con una sonrisa en su rostro.

-Vuelve a decir eso y voy hacer que te caiga un rayo.- le respondió con voz fría.

-Vamos Tami, no puedes estar con ese humor en las clases, dejaras ver tu naturaleza fácilmente y hay un chico bastante sensible a esas cosas.

Tami suspiro frustrada, se estaba arrepintiendo totalmente de haber aceptado aquel trato, sabía por una parte que podía confiar en Lilith, ella no la iba a traicionar por todos los años de amistad que tienen y en ese tiempo se han estado apoyando mutuamente...

Pero con Mephisto era distinto, muy pocas veces entabló una conversación con él y es conocido tanto por los demás demonios como por los humanos por ser uno de los demonios más engañadores que existen....

-Mephisto no te va a traicionar.

-¿Cómo estás segura de eso?- gruño un poco al finalizar la pregunta.

-Porque eres mi amiga y él no va a tocar a nadie a quien yo estime.

Lilith le dio un ligero codazo en la costillas a Tami, la tomo de la mano para llevarla hasta el pequeño comedor que aquellos dormitorios poseen. Al llegar dos platillos estaban servidos, por lo cual Lilith aprovecho de también desayunar, hace tiempo que no tenía alguna comida con ella.

Ambas escucharon movimientos en el edificio, se apresuraron para terminar de comer y salir del lugar, aún no era oficial que aquella mitad demonio sería una alumna, por lo cual deseaban evitar algún contacto con los alumnos.

Dejaron las bandejas de comida cerca de la cocina, dieron las gracias y salieron corriendo del lugar. Primero estarían las clases normales, pero Tami se negó a ir, no estaba de ánimos de estar rodeada de tantos humanos detestables tan pronto, a lo cual Lilith rió bastante fuerte y se ofreció para mostrarle una gran parte del establecimiento.

Algunos de los alumnos miraban un poco a las dos mujeres, solo los de la clase de exorcistas conocían a Lilith por enseñar manejo de espadas e invocaciones, más de alguno de los alumnos de dicha clase le tienen cierto miedo a la rubia, en sus clases ella no tolera que ninguno este de vago y mucho menos que de su cien por ciento y aquellos que luchaban con ella con la espada de madera, si se distraían un solo segundo terminaban en la enfermería.

-¿Emocionada por tu primera clase?

-Sabes que está mierda no me emociona.

-Tami, recuerda que aquí no puedes ser así, debes estar calmada o todos verán tu lado demoníaco y no podremos continuar protegiéndote.

-No tienes que recordármelo en todo momento.

Tami no escucho lo siguiente que le dijo Lilith, su atención se desvió hacia un pequeños felino de dos colas que pasó no muy lejos y caminaba hacia un chico que llevaba una espada colgando de su hombro, sentía que aquel minino lo había visto en alguna oportunidad y al percibir bien la presencia de ese chico su sangre comenzó a hervir, deseaba con fervor ir hacia allá y golpearlo, se sentía demasiado familiar y la molestaba. Pero antes de poder hacerlo la demonio a su lado apoyo su mano en su hombro y negó con la cabeza.... No debía hacer lo que estaba pensando y lo que más le molestó es que no le proporciono ninguna clase de explicación.






Eso la frustraba.

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Kuro salto encima del vientre del pelinegro logrando así que este se despertara alarmado, el pequeño gatito le informo que si no se levantaba llegaría tarde a las clases.

Rin se vestido apresuradamente mientras corría para poder desayunar lo que Ukobach había preparado. Ni siquiera había entrado y podía percibir el delicioso aroma del desayuno, dándole más hambre de la que ya tenía. Claro que Ukobach también le preparo una pequeña porción a Kuro, los dos se llevaban bastante bien y cuando no se encontraban los hermanos Okumura, jugaban de vez en cuando un rato para matar el tiempo.

-Que raro que hayan cuatro bandejas.... Tres de ellas vacías.

-Quizás Mephisto y Lilith vinieron a desayunar o Yukio tenía demasiada hambre.

Kuro daba pequeño saltitos alrededor de su plato, estaba esperando a que se enfriará un poco más para así poder devorarlo sin problema y sin miedo a quemarse.

En cambio Rin se quedó pensativo un poco más de tiempo, pero al recordar que estaba atrasado se apresuró a comer su desayuno e irse del lugar, no sin antes darle las gracias a Ukobach.

Las clases para él fueron largar y aburridas, solo quería que llegara la hora de almuerzo para comer y así después estar en las clases de exorcistas.

Durante las clases no dejaba de pensar en lo sucedido en el desayuno, si Lilith y Mephisto hubiesen ido a desayunar, los dos hubiesen esperado a que se levantará él para así poder molestarlo un poco, era algo que sobre todo a la fémina le encantaba hacer, ¡Su día no estaba completo si no molestaba aunque sea a uno de los hermanos Okumura!

Y las bromas de ella si que estaban tardando en llegar.

-Rin, ¿Vamos a clases juntos?

Shiemi se acerco a él con una sonrisa en su rostro como siempre, el pelinegro asintió levemente y caminaron juntos al salón de clase de los exorcistas, claro que usaron la llave que el director les había proporcionado para así cortar gran parte del trayecto.

Los dos se sentaron juntos como de costumbre, los demás no tardaron en llegar y se fueron sentando en los asientos que utilizan siempre, se saludaron por cortesía y luego terminaban hablando con sus círculos de amigos correspondiente.

-¡Hola, holas mis pequeños gusanos!- Lilith abrió la puerta de forma escandalosa- Hoy les tengo una pequeña sorpresa, por favor pasa.

La mujer suspiro estresada antes de entrar, sonrió levemente para verse un poco más amigable.

-Soy Nakamura Tami, desde hoy seré su compañera de clase, espero que podamos llevarnos bien.

Seductora amenaza.  [Rin Okumura x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora