La Chica De Las Flores (EDITANDO)

🌸Prefacio🌸

Hany

Estuve atrapada en el mundo de los kdramas por mucho tiempo, pero a diferencia de muchas de mis amigas, mi primer kdrama no fue Boys Over Flowers, ¿se convirtió en mi favorito? Sí, pero no fue el primero.
Mi primer kdrama fue Playful Kiss quedé fascinada por la historia; sin embargo creó que la protagonista pudo dar más en su papel, que solo estar detrás del chico lindo todo el tiempo, aunque claro no la culpó quizá yo hubiera hecho lo mismo. Siguiendo lo que decía Boys Over Flowers se convirtió por mucho en mi favorito en especial después de ver al actor Kim Hyun Joong en el papel de Ji Hoo, lastimosamente mi chico lindo terminó siendo el chico secundario, por el cual la protagonista no siente más que una amistad.

El caso del chico secundario siempre es igual, protegen y cuidan de la protagonista hasta que llega el personaje principal masculino y se las quita fácilmente, "ya que su destino es estar juntos". No hay mucho que se pueda hacer. Mi hermoso Kim Hyun Joong, quien interpretó a Ji Hoo en Boys Over Flowers estuvo tras la protagonista para protegerla hasta que finalmente fue abandonado, sin oponer resistencia, pues el interés amoroso de la heroína era su mejor amigo Jun Pyo.

No quedé tan satisfecha con el final pues en sí, no se llegó a realizar la boda que tanto esperaba entre los protagonistas y además el primer amor de Ji Hoo jamás volvió a aparecer frente a él. Cada que veía una repetición era frustrante saber que él se quedaría solo, así que la última vez que repetí el kdrama decidí comer un litro de helado sola, pudo ser la peor idea de mi vida, pero cuando me venció el sueño y me quedé dormida ya no importó. Creo haber dejado el computador encendido, repitiendo una y otra vez la misma escena final, como solía hacer por costumbre. Siempre esperando que el final cambiara, quería notar algo distinto o por qué no, que algo imposible sucediera y diera un final feliz a mi chico lindo Ji Hoo, pero ya sabía que era imposible, ¿cierto?

Al despertar me encontré en una cama suave dentro de una habitación espaciosa, muy distinta a la mía. Mi pequeño apartamento no tenía tales lujos, además solía compartir piso con unas amigas de la universidad para mantener el alquiler. Aquello era extraño, así que salí de la cama sin saber que ocurría y tratando de recordar detalles de la noche anterior. Por si algo se me escapaba a simple vista, pero nada me daba una explicación coherente sobre cómo llegué a ese lugar tan elegante y lujoso. Por un momento pensé que seguía dormida, así que volví a acostarme.
No podía cerrar los ojos y volver a dormir, todo se sentía incómodamente real, así que decidí salir de la habitación y recorrer los pasillos de aquella extraña casa.

—Hany, hija ¿Estás bien?, ¿qué haces levantada tan temprano? —preguntó una señora de mediana edad al acercarse a mí y rozar mis mejillas con sus manos.

Aquella mujer de ojos color azul cielo y cabello castaño miel, decía ser mi madre y me llamó por mi nombre como si me conociera a la perfección.

—Cariño, Hany luce extraña —llamó a su esposo y este no tardo en llegar.

Un hombre alto de ojos negros y cabello castaño oscuro se paro frente a nosotras y me abrazó, como si tuviéramos ese tipo de familiaridad, no logre decir nada porque estaba muy confundida. Aunque no los conocía, ellos juraban ser mis padres y me llamaban por mi nombre al guiarme de nuevo dentro de la habitación.

—Señorita Hany Park. —Una mucama en traje blanco y negro nos interrumpió cuando me fijé detrás ella venía un hombre vestido con una bata blanca que deduje era un doctor.

¿Hany Park? Mi nombre real era Hany Fujiwara, era solo una universitaria de Japón con una adicción por los kdramas coreanos ¿Qué sucede aquí? Quise gritar y exigir que alguien me explicará qué estaba ocurriendo.

Pasaron varias horas para que pudiera tranquilizarme y mientras tanto no permití que nadie se acercará a mí. Debía aceptar que por alguna razón había llegado a otra realidad y que en el mejor de los casos esto era producto de mi imaginación y despertaría en cualquier momento para encontrarme con mis amigas y asistir a las aburridas clases de la universidad. Con esa idea en mente permanecí más tranquila cuando el doctor me examinó.

Después de que el doctor me revisará y diagnosticara estrés por cansancio excesivo, se fue rápidamente. Al parecer la Hany original de esta realidad era muy delicada y enfermiza. Or algunos rumores entre los sirvientes logre saber, que hace poco ella tuvo un resfriado muy fuerte y estuvo en cama hasta que yo poseí su cuerpo, por alguna razón nos vemos y llamamos igual. Eso fue lo que más me costó asimilar. No sabía que hacía ocupando su lugar, no pude evitar peñiscarme las mejillas un par de veces buscando comprobar sino estaba soñando. El dolor y mis mejillas enrojecidas me confirmaron que no era un sueño.

Esta era yo, Hany Park una chica de diecinueve años con unos padres amorosos, una gran fortuna y al parecer un alto estatus social. Todo lo contrario a lo que tenía en mi otra realidad, en donde mis padres, aunque juntos tenían muchas deudas. Además era la menor de cuatro hermanos, trabajaba a tiempo parcial en una cafetería y estudiaba al mismo tiempo con una beca del estado, era una vida agotadora. Ahora tenía una madre que se podría decir era trabajadora compulsiva de oficina, pero aún así se preocupa mucho por mí. Ella se parecía a una rosa roja fuerte y hermosa. Mi padre es un gran chef y parecía ser muy ingenioso en la cocina, actualmente se dedica al Home Office por lo que esta a cargo de la cocina en casa, él me recordaba a un lirio blanco siempre calmado y con una sonrisa cálida. Ahora que lo pienso son una pareja algo distinta de los demás, ya que se puede decir que tienen un intercambio de roles, con el padre haciendo el papel de ama de casa y mi madre trabajando fuera. Casi lo olvido tengo una hermanita menor llamada Hamyn, es un poco problemática; pero nada comparado con los hermanos molestosos que solía tener. Ella es como un girasol brillantes y muy imperativa. Esta es mi nueva familia y mi nueva vida en Corea del Sur.

—Hany, levántate se hace tarde —escuché a Hamyn tirar de mis sábanas temprano por la mañana.

—Sí, ya voy —pronuncié sin querer levantarme todavía.

—¡Pronto! No quiero llegar tarde en nuestro primer día en Shinhwa —se quejó.

¿Shinhwa? ¿Esa Shinhwa? ¿Acaso era posible? En esta realidad exite la misma escuela en dónde se desarrolla la trama de mi kdrama favorito. ¿Será posible?

Continuará...