Hany despertó un día dentro su kdrama favorito, ahora siendo un personaje extra llamada Hany Park no tiene más que hacer que animar a sus protagonistas favoritos y ver como se desarrolla su historia de amor; sin embargo qué sucederá cuando quiera ay...
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Hany
Buscaba la oportunidad de irme cuando antes aunque me sentía halaga de que Jun Pyo se fijará en mí esto no era parte de mi plan, para empezar no quería tener que vermelas con su madre, aunque después de todo mi familia posee casi el mismo poder económico y social que el grupo Shinhwa y puede que no tenga los mismos problemas que Jandi, pero aún así no me atrevía ha acercarme más a él de lo que debería.
—Joven amo Jun Pyo, el té y las especias que pidió están listos—aviso el mayordomo principal haciendo pasar a las sirvientas con bandejas en las manos
Cada una de ellas traía consigo diferentes postres, tazas decoradas, un jarrón de cristal y flores para adornar la mesa. No recordaba algo así en el original, pero algo parecido llegó a mi mente. ¡Oh por todos los cielos! No puede ser, aquí es cuando una abeja ataca a Jun Pyo. Pero esa no escena paso hasta de que Jandi se fue ¿Acaso los postres y la taza de té también fueron preparados para ella en el original?
—Preparé esto especialmente para ti, vamos toma asiento y disfrutá. Luego puedes marcharte si lo deseas—ofreció Jun Pyo pero lo pase de largo pues mi objetivo era evitar que la abeja saliera de las flores y lo espantara
—Me gustan estas, me las llevaré—tome el ramo entero que había como centro de mesa y me dispuse a salir cuando Jun Pyo tomó mi mano
—¡Espera! ¿Qué crees que haces? —cuestionó bloqueando la puerta
—Solo iré afuera—respondí intentando soltarme de su agarre
—¿Y por qué te llevas las flores? Si estas planeando irte por lo menos prueba algo, me tomó mucho tiempo preparar todo esto—protestó llevandome nuevamente hacía la mesa
—No me iré, solo déjame llevar las flores afuera —pedí pero ni yo misma encontraba sentido en las palabras que salían de mi boca y es que no sabía como decirle que estaba tratando de protegerlo de su peor temor
—No digas tonterías, no voy a caer en tus excusas para escapar. Ya dije que te podías ir después de probar el té y los postres—repitió algo molesto e intento quitarme el ramo de flores
