Parpadeo lentamente sintiendo mis ojos pesados, Adrian y Damen están abrazados a mi mientras vemos una película de Disney. Me separo un poco de ellos cuando escucho mi celular; abro el mensaje y es un audio.
-audio-"-Hola, putita, ¿cuándo vas a volver a chuparmela?"
Otra vez está borracho: Es un compañero de trabajo de la escuela, tenemos que entregarlo para la semana que viene y él sigue mandandome mensajes horribles. No sé que se piensa.
Los Alfas me tiran hacia atrás y mi cabeza pega contra la almohada; me rodean con sus brazos y ocultan sus rostros en mi cuello. Celosos.
-¿Qué pasa?
-¿Cómo que "¿Qué pasa?"? ¿con quién hablabas? -Habló Adrian.
-Un compañero de la escuela.
-¿Cómo se llama?
-Le digo tablita, nunca me ha dicho su nombre... Me dijo que le diga "Daddy" pero sé que no es su nombre.
-¿Daddy? Daddy me vas a decir a mi, no a ese. -celo Damen besando mi cuello con dureza, como si quisiera dejar marcas; mordió finito y solté un gemido de dolor, eso sí que dolió. Miro mi mano izquierda ser tomada con fuerza y grito del dolor.
-¡Au! Estúpido, eso duele. ¡No toques! -le pego una bofetada y toco mi mano lastimada, mi perrito, Chanchito, se sube a los pies de la cama.
-¡Perdón! Me olvidé, alfa.
Cierro mis ojos aguantando las punzadas en mi pecho, le pegué a mi alfa.
-Te pediría perdón pero te lo debía. -gimo cuando siento la lengua de Damen otra vez... ésta lamía la piel de mi cuello y sus labios chupaban con fuerza-. Damen... -toqué su nuca y él hizo un ruido con la garganta-. Dejarás marcas si sigues así... ah... alfa... -toqué su espalda con mis manos tratando de agarrarme de algo. Tiro mi cabeza hacia atrás suspirando, ahora siento dos bocas atacar mi cuello.
El ruido de la puerta hizo que mirara hacia allí pero quedé en blanco al ver a mi hermano del otro lado, con un plato de galletas en sus manos. Seguro era para decirme que mamá cocinó y me trajo.
-¿Qué mierda hacen con mi niño? -deja el plato en la mesa con su ceño fruncido, está enojado.
Trato de levantarme y explicarle pero mis Alfas gruñen rodeandome más con sus brazos.
-No te muevas, te estoy haciendo un hermoso chupón.
Miré a mi hermano mayor asustado y él abrió sus ojos como platos.
-¿Qué le están haciendo a mi pobre e inocente niño? -se subió a la cama y trató de empujar a mis Alfas pero éstos gruñeron, sentí una oleada de calor...
Pero... ¿no era en unas semanas?
Siento que estoy en celo.
Parpadeo mirando a mis Alfas gruñir, eso hace que mi alfa gruña también; miro a mi hermano sin entender y él grita bajandose de la cama.
-¡Mamá, hay hombres con Shane! ¡Mamiiiii! -trato de moverme pero gimo sintiendo la mano Adrian en mi abdomen pasando su dedo hasta llegar a mis jeans; mete su mano dentro de ellos y de mi boxer, tocando mi miembro erecto.
Gimo sin parar, ellos se separan y se besan, sus manos no dejando de tocarme. La mano de Adrián bajando y subiendo por mi miembro, los dedos de Damen acariciando mis sensibles pezones, me vuelven loco.
-Ah... más, alfa, más... así... ah~ justo así.
No alcanzo a ver a mi hermano, pobrecito... debe estar traumado.
-¿Qué pasó...? oh... ¡No mires! -mi mamá cerró sus ojos y tironeó el brazo de mi hermano.
-No ves que nos estamos perdiendo lo que dijo Germán... -entró a mi habitación Nicolás, hablando de masterchef.
Bueno... lo próximo que pasó fue que ambos Alfas tuvieron que vestirse e irse a sus casas, mi mamá enfureció, creía que esos Alfas se estaban aprovechando de mi cuando los tres entramos en celo. Automáticamente agarré mi celular pero quedé en blanco... No tengo sus números. Suspiré y me levanté de la cama para ir al baño y lavarme la cara, cuando me miro al espejo veo muchísimos chupetones. Mi alfa gime cuando paso mis dedos por las marcas de sus dientes, mi cuello lleno de marcas rojas, me ruborizo y me doy una ducha rápida. Era mejor bañarse que lavarse la cara, con lo que pasó prefiero lavar mi manita.
Cuando salí me sequé con cuidado de mi mano y después le puse una venda, la herida es muy profunda y gracias a mi alfa no duele mucho. Después de vestirme me acosté en la cama y escuché como se abría la puerta. Sonrío y siento unos brazos abrazarme fuerte, Nicolás siempre quiere cariñitos; me doy la vuelta y lo abrazo dándole amor.
Al otro día me desperté con una erección por mi celo, miré a mi costado y el omega seguía a mi lado. Me levanté de la cama y fui a tomarme una ducha fría, no iba a tocarme con mi amigo acá... Es capaz de molestarme por eso por un año.
Al salir me pongo cremas para mi suave piel y luego perfume de frutilla y banana. Sonrío mirándome al espejo, espero ver a mis alfas hoy. Cuando termino, salgo del baño y busco mi ropa para ponermela. A Nic le importa un huevo verme desnudo, ni siquiera me presta atención.
Poso frente el espejo y sonrío, ya sé con qué molestarlo.
-Ey, Nic. -lo miró a través del espejo y él se sienta en la cama parpadeando lentamente.
-¿Sí?
-¿Crees que la tengo grande? - le muestro y él rie.
-Tres centímetros de pura pasión.
-¡Ey! Son veintinueve, alabame, niño.
-¿Veintinueve? Eres una bestia. -se volvió a acostar tapándose-. Pobres de los Alfas.
-Ellos lo van a disfrutar demasiado, como yo a esas pollas y abdomenes marcados. -molesto a Nic y él hace ruidos como si fuera a vomitar. Mordí mi labio inferior pensando en mis alfas y bajé a desayunar. Seguro Nic ahora se preparará.
Al llegar a la escuela muchos me miraban y sonreían saludandome. Una vieja amiga que sufre de burlas por su peso me sonrió y abrazó deseándome buena suerte en mis exámenes y en el día, siempre tan atenta.
-Gracias, hermosa. -sonrío- necesito ir a ver a mis Alfas, ¿más tarde hablamos por chat? Tenemos que juntarnos e ir de compras.
Ella se ruborizó, siempre tuvo vergüenza cuando habló conmigo, no que sea porque le guste, ella tiene omega.
-¿Podría llevar a mi omega?
-Obvio que si, cielo. Bueno, tengo que irme, hablamos más tarde.
Seguí mi camino de la mano con Nic, al llegar al patio pude ver a mis Alfas siendo rodeados de omegas y muy lindos. Corrí llevándome conmigo a Nic y espanté a las mujeres y hombres del lugar. Fruncí el ceño y me senté en medio de ellos dejando a mi amigo omega sentarse en mis piernas.
-Hola, alfa. -saludó Adrian y lo ignoré. Estoy enfadado, ayer ni un mensaje me enviaron... ahora recuerdo que no tienen mi número pero ¡me lo hubieran pedido!
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three soulmates
WerewolfTres Alfas que se conocen por coincidencia... más bien, por estar destinados. Tres Alfas que esperaban a su omega, grande sorpresa fue haber encontrado algo inesperado. - ¿Yo tuve la culpa de que te cortes con un vidrio y te golpearas con el balón...