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Se removió en la cama tapándose más, escuchó ruidos de besos y abrió sus ojitos tratando de mantenerlos abiertos, tenía mucho sueño. Ambos Alfas estaban hablando, Adrian acostado arriba de Shane, apoyando su cabeza en el pecho duro del alfa.

Parecía que hablaban entonces los dejó para seguir durmiendo.

-Adrian, te perdono pero... quiero tenerte confianza, necesito que me esperes para volver a tenerla. ¿Si? -acarició su espalda y cabello.

-Sí, alfa. -levantó su cabeza y estiró sus labios un poquito- beso.

Shane se acercó y abrió su boca para besar la del castaño con amor.

- Por más idiota que seas, te amo. Te amo, alfa. -sus ojos de cristalizaron volviendolo a besar, no dejándolo responder.

Adrian se separó mirándolo, Shane tomó su rostro entre sus manos y dejó besitos en sus labios.

-Espera... alfa -tratando de pararlo.

-Sh, no digas nada. -siguió dándole besos y acariciando su cuerpo.

-Alfa, también te amo. - le sonrió emocionado por lo lindo que se sintió decirle el primer "te amo" fuera de lo sexual, las veces que se los dijo, fueron cuando terminaban de correrse.

Shane sonrió cerrando sus ojos, rozando sus labios con los del contrario.

-Lamento la bofetada... yo no pensé, solo lo hice de lo enojado que estaba. Un omega había tocado lo mío. Eres mío, completamente mío. -dirigió un brazo hacia la cintura del otro alfa que dormía plácidamente a su lado-. Míos, míos y míos. -tiró de la cintura para pegar el cuerpo a los suyos. Se acercó a su cuello y, con una mano, levantó su cara, dejando descubierto su cuello.

Enterró su cara en el cuello blanquecino para oler ese dulce aroma.

-Mío.

Sintió cosquillas en su cuello pero se negó a alejarse del de Damen. Adrian se abrazó a su pecho dando lamidas en su cuello.

El castaño despertó otra vez moviéndose para acomodarse, su alfa interior abrió sus ojos bostezando, moviendo su colita para también acomodarse y seguir durmiendo. Al acomodarse,  escuchó un gruñido y enseguida otro. Abrió sus ojos observando a ambos Alfas.

Ellos seguían en lo suyo, Adrian haciendo chupetones en el cuello de Shane y ese alfa oculto en el de Damen.

Suspiró y se movió más a la derecha, quedando frente ambos hombres. Gimió dándole más lugar al castaño, su alfa interior gruñó de satisfacción moviendo su colita.

-Ah, alfa...

-Mío. -dijeron ambos Alfas al unísono, mirándolo. Ambos se acomodaron a los costados del castaño y atacaron su cuello, mordieron fuerte...

Esta vez, una marca real.

Nada de marcas temporales.

El alfa cerró sus ojos temblando del placer, sintió una conexión única con ellos. Sentía sus emociones. Gruñó dejándoles lamer su cuerpo, su sangre y piel; ésta volviéndose roja por la sangre que chorreaba de las marcas de sus dientes afilados en su cuello.

Dos marcas grandes resaltaban en el lugar, brillosas por las lamidas que le daban. Shane tomó del mentón a Adrian y lo besó para luego ir a la marca que hizo y atenderla. El rizado, con sus ojos brillantes cambió de lugares, esta vez yendo a la parte izquierda y Shane quedando en la derecha atendiendo su marca.

Observó la hermosa marca que hizo su chico y se acercó succionando. Damen abrió sus ojos, eso no se lo esperaba, sintió un cosquilleo en su miembro y arqueó su espalda.

La habitación estaba en total silencio, solo se escuchaban ruidos y risas del primer piso de la casa, según lo que sabía Shane, había ido su tía de visita.

Ni siquiera le importó que haya visita.

-Gime alto, Damen... anda, gime para tus alfas.

Arqueó su espalda como respuesta.

-Alfas... No quiero hacerlo ahora... por favor. -cerró sus ojos temblando, no quería ya que le dolía el cuerpo. No es fácil soportar dos marcas al mismo tiempo-. Solo besos.

-Alfa, si no quieres quédate tranquilo. -Adrian se acercó y, con su boca ensangrentada, besó sus labios.

-¿Es mi sangre...?

-Nop, el maldito me mordió el labio. -Shane le mostró su herida y los Alfas rieron.

-Entonces bésame, alfa. - se acercó y devoró la boca del castaño, tenía gusto a sangre y no cualquier sangre, sino la de Shane y eso les parecía delicioso.

Shane quedó en shock mirando como se comían las bocas manchadas con su sangre. Ruidos a besos muy altos, chupaban sus labios para limpiarlos de ese líquido rojo.

-¡Están comiéndose a besos y jugando con mi sangre! No sean asquerososss -gritó haciendo caras de asco.

-Mm... cállate alfa. -entre besos- está deliciosa... no imagino lo que debe ser morder y saborear tu cuello. -Gimió imaginándolo.

Por fin se separaron y abrazaron al alfa que los miraba con un puchero.

-¿De verdad es rica?

-Exquisita. -lamiendo su propio labio, Adrian-. Se me fue la sed.

Shane miró en shock.

-¿Cómo que la sed?

Ambos Alfas comenzaron a reírse por las caras.

-¡Ya, alfa Adrian! Lo vas a traumar. -rió pegándole con una almohada.

Los dos alfas se miraron y se tiraron encima de Damen para hacerle cosquillas, dejándolo sin aire por las risas desesperadas.

three soulmates Donde viven las historias. Descúbrelo ahora