7

205 31 23
                                    

¿Qué tenía que hacer? Lo perdoné.

Dos minutos después de la conversación más incómoda de mi vida, llegó mi esposo y todos nos sentamos a comer.

En ciertos momentos de la noche comencé a sentir el peso de las miradas, ese que sabes que está ahí, que no te deja levantar la cabeza y que te avergüenza responder. No sabía por qué era el centro de atención de alguien en esa mesa. Jae terminó su plato y se sentó en mi regazo, se veía muy cansado. Despues de eso, la sensacion de ser observado au mentó; pensé que era cosa mía y seguí comiendo, pero la voz de Bohyun llamó mi atención.

- Hijo, ¿cómo estuvo el cine?

- ¡Bien! - Gritó y llevó un corte pequeño de carne a su boca.

- ¿Se durmió? - Me preguntó con un tono tranquilo.

- Está mejorando, pronto llegará a tu nivel y solo tendré que quitarle las palomitas para que despierte.

- Eran mis palomitas y me las robaste.

- No seas infantil. Estaban muy buenas. - Sonreí. - Definitivamente no será un hombre de cine.

- Ha pasado un tiempo desde la última vez que salimos como familia, por eso quería llevarte a la fiesta de mañana.

- Bohyun, mañana iremos... pero prometiste que si Jae...

- Chanyeol, se que es mucho lo que voy a pedirte pero, ¿podrías cuidar de tu sobrino mañana por la noche?

- ¡Bohyun! Chanyeol debe tener planes o cosas que hacer.

- Por eso le hice una pregunta, cariño. - ¿Cariño?

- Sí, puedo cuidarlo y será una buena oportunidad para conocerlo mejor. - Bohyun asintió y yo estaba que explotaba de los nervios. ¿Qué te sucede?

- Gracias, Chanyeol. - Le respondió; me levanté y me llevé a Jae, tenía que descansar un poco. - Sé que no es un tema para hablar como si nada, pero en esta fiesta planeo conquistar a Sehun... muy pronto será nuestro aniversario y he decidido que viajaremos para celebrar. ¿Estás casado, Chanyeol? ¿O en pareja?

- No, ninguna de las dos.

- Tu hermana una vez me contó que no te gustaban los compromisos...

- No, no lo hacían.

- Entonces, ¿crees que ya estás en el momento indicado?

- Tal vez.

- Buena suerte. Hay muy pocas parejas que valen la pena hoy en día, sin embargo, estoy hablando tonterías... porque yo tuve la suerte de encontrar a Sehun, pero tú tienes juventud, esos treinta años son un tesoro. Conseguirás una pareja.

- Jae ya está en su cama. - Ambos estaban mirándose seriamente. - ¿Qué ocurrió?

- Le contaba sobre la fiesta de gala. ¿Qué usarás? - Tomó mi mano y me ayudó a sentarme.

- Seguramente algo que combine con tu traje. - Respondí sin importancia.

- Nunca te molestas en pensar mucho porque todos los conjuntos te quedan increíbles y lo sabes. - Dijo tomando un poco más de vino. - Siempre fuiste muy hermoso, eras la envidia en todas las fiestas y lo serás otra vez este año.

- Puedes dejar de beber Bohyun. No tienes una buena tolerancia a las cantidades.

- ¡Claro que la tengo! - Gritó y apretó mi mano; Chanyeol se levantó. - ¿Por qué sigues aquí? Quiero estar a solas con mi esposo.

- Estás muy ebrio. Voy a llevarte a tu habitación.

- Hablando de habitación... Sehun, cariño... ¿cuánto tiempo más tendré que esperar por ti? - Eso fue todo. Me liberé de su agarre y fui a mi cuarto. - Es muy joven... pero muchos de su misma edad ya conocen los pantalones de todos sus compañeros de trabajo...

- Esa no es forma de hablar, Bohyun. ¿Tienes idea de lo que estás diciendo?

- Es un niño dulce, puede criar a un bebé y cuidar de una casa, pero le tiemblan las manos cuando se trata de su marido. - Suspiró. - Creo que nunca habrá nada que lo conforme. Su padre era una basura y, de alguna forma, se las ingenió para tener un diamante como hijo. Es tan inocente y no se da cuenta de cómo los otros lo miran.

- Deberías disculparte y dejar de decir estupideces.

- Siempre debo disculparme... por querer tenerlo, por querer formar una familia, por ser un viejo y por decirle lo que pienso. ¿Él jamás se equivoca? Llevamos tiempo...

- Si solo querías un amante, créeme tenías muchos lugares para elegir. Eres un suertudo, tu lo dijiste.

- ¿Ya te ha vuelto loco? Eres el que más ha durado... mis socios y secretarios cayeron en minutos. Sabes, en una fiesta un joven se enamoró de él. Era el hijo de mi socio, pero Sehun lo rechazó y el muy imbécil fue a decirme que mi esposo era un coqueto y un descarado. En ese momento llamé a Sehun y le dije que debía hablar con el joven, la sorpresa del estúpido fue grande cuando vio como fui ignorado y abandonado en medio de la sala. Creo que le dije... ves, él hace lo que quiere. Tienes razón, soy un suertudo, pero porque tengo un hijo que él aprecia como si fuera suyo. ¿Te gusta Sehun?

- ...

- Es una lástima. Justo cuando empezaba a creer que eras un hombre de buenas costumbres.

SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora