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Después de una larga pero gran caminata llegue a casa, me deje caer en el sofá y suspire, la casa estaba en profundo silencio, eso solo significaba una cosa, mis padres estaban fuera otra vez, por eso cambie el turno a la tarde, solía siempre verlos con prisa empacando para su siguiente viaje, odio su trabajo, están siempre fuera, a veces pienso, ¿entonces para que decidieron tener una hija? Bueno, aleje esos pensamientos de mi cabeza y decidí subir a mi cuarto, este día fue demasiado raro.

Entre a mi cuarto y lo primero que hice fue tirar la mochila, para ser el primer día tantas clases, mejor dicho, tantos libros ya me tenían cansada, me quite el uniforme y lo colgué para el día siguiente, me coloque la pijama y me metí entre las sabanas, estaba exhausta, me deje caer en los brazos de Morfeo.

Desperté cuando vi el sol asomarse por la ventana, había olvidado cerrar las cortinas anoche, suspire frustrada mientras me tapaba la cara con la sabana, ¡Genial! Ahora ya no podría dormir, me estire y tome mi teléfono que estaba en el suelo, creo que dormí tan bien para que mi teléfono se haya caído, enciendo la pantalla, 10:30, era muy jodido temprano, ni que hacer, me estire y me encamine al baño, me lave la cara y después a eso los dientes, escuche mi celular sonar y fruncí el ceño, ¿ahora que? Sali del baño limpiando mi boca y tome mi celular, un mensaje de un numero desconocido.

—Pero que rayos... —musite y abrí el mensaje.

Había visto suficientes películas como para saber que un secuestrador estaría fuera de mi casa y esperaría mi salida, mi piel se erizo de pensarlo pero aun asi leí el mensaje.

Lamento haberme comportado asi ayer, me gustaría conocerte mejor si me lo permites.

¿Se suponía que lo conocía? Me veré muy patética pero prefiero prevenir que lamentar.

¿Se supone que te conozco? Ni siquiera dejaste tus siglas después del mensaje.

Deje el teléfono en la cama y comencé a cambiarme de ropa, nuevamente el sonido de la notificación sonó, mire el mensaje de aquel desconocido una vez mas.

Hare como que nunca dijiste eso, te veré en el parque que esta cerca del colegio en 10 minutos.

Nuevamente sin remitente, me daba escalofríos ir, tenia a dos personas en mi cabeza que pedía que fuera uno de ellos y no un secuestrador, asi que peine rápido mi cabello y salí de mi casa camino a la escuela, camine a mi paso sin parecer apresurada hasta que poco a poco mire el parque cerca de mi y con el, la figura de aquella persona.

—Bueno, creí que no llegarías... 

Mi Debilidad (Yuma y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora