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La clase termino y Shu no apareció, me parecía extraño el hecho de que se fuera tan repentinamente, de hecho ahora que lo pensaba siempre era por que Yuma me hablaba, pero no tenía nada de malo, bueno eso creo.

-¿Pérdida? -escuché detrás de mi logrando que me tropezara.

-Cuidado -me tomaron por los hombros y cerré los ojos.

No se que era lo que me daba mas miedo, abrir los ojos y ver a cierta persona o que me asuste creyendo que me iba a caer, tal vez ambas.

-¿Estas bien? -abrí los ojos y vi esos lindos ojos naranjas frente a mi.

-Eh, si estoy bien, no me habría tropezado si no me hubieras asustado -dije separándome lo mas rápido de él.

-Lo siento, es solo que te vi sola y creí que si te saludaba...

-¿Saludarme? -enarqué una ceja- Si a saludarme te refieres a asustarme logrando que casi caiga y me rompa un hueso es muy linda la manera en la que sueles saludar.

-Eres muy exagerada, ¿te lo han dicho?

-Siéntete afortunado, eres el primero -le guiñe un ojo y comencé a caminar.

-¿A dónde vas? 

-A clases, ¿tú no? -dije dándome la vuelta.

-Tenía pensado mostrarte algo aprovechando que te vi.

-¿Ahora? -pregunté.

-No creí que fueras de las que se pone histérica por no entrar a una clase, pero bueno tienes razón, ya habrá otro momento -sin mas ahora él se dio la vuelta y camino en sentido contrario al mío.

-Espera -rodé los ojos mientras mordía internamente mi mejilla.

-¿Si?

-Llévame -sonreí a lo que él imitó.

-Sígueme -él se encaminó hacia la salida del instituto y yo lo seguí.

Salimos y nos encaminamos justo en la parte trasera de esta, ¿me llevaría al mismo lugar? No sé pero la curiosidad me estaba matando por dentro.

-De acuerdo, cerrarás los ojos lo que resta del camino.

-Estas loco si crees que lo haré -comencé a reír creyendo que era un chiste pero solo lo vi sonreír- ¿No es chiste verdad?

-Así es, no lo es.

-Pero, que hay si me caigo o si...

-Oye, _________ escúchame, ¿confías en mí? -me miró de una manera diferente o al menos eso notaba, tal vez era preocupación, no se, estaba hecha un mar revuelto de emociones, entre el miedo y la angustia.

-Confío en ti Yuma -sonreí y miré como bajaba la cabeza para después mirarme con una sonrisa.

-De acuerdo, tomarás mi mano y te iré guiando, ¿bien? -yo asentí- Cierra los ojos entonces.

Yo los cerré y como dijo, tomé su mano con fuerza, probablemente estaba loca pero ya no había marcha atrás, sentí como subíamos unas escaleras y después sentí el aire frío golpearme la cara.

-Ábrelos.

Abrí mis ojos lentamente y lo que vi fue algo que no pensaba ver.

-¿Lista?

Dios...que me va a hacer este loco...

Mi Debilidad (Yuma y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora