Sasuke trás la pérdida de sus padres, él siendo el único hijo sé es obligado a mudarse a la gran ciudad donde viven sus primas las cuales son dueñas de una popular estética entre los suburbios.
El azabache sacá provecho de sus conocimientos de lo qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desde que salieron de la estética, Sasuke y Sakura seguían agarrados de la mano desde que se fueron, ella no le importaba en lo absoluto, ya qué marchaba muy segura de sí al tenerlo así omitiendo olímpicamente a los demás personas, entre ellos hombres. Ella se giró a verlo y sonrió complacida, él solo estaba tan sorprendido y perplejo por la sonrisa de aquella chica que hace unas horas se veía muy seria con sus primas.
—¿Quieres comer algo? —le preguntó mirando al frente para luego mirarlo y rogando que le diera un sí, eso sería una distracción hasta que sé le ocurra algo.
—s- si porqué no. —respondió calmado, Sakura sonrió triunfal, que mientras buscaba un puesto de comida ella se puso su mano en la frente monitoreando un puesto, sin embargo el azabache observaba las calles hasta que sus ojos se posaron en el redondo trasero de su acompañante que al darse cuenta de su osadía desvío la mirada sonrojado y avergonzado tapando lo obvio, sintiendo sus manos sudar. Sakura con su mano en el mentón, seguía buscando con la mirada el puesto, hasta que dijo:—¡Uh, ya encontré uno! ¡Vamos! —ella lo miró algo incómodo así que le pregunto:—¿Qué sucede, Sasuke? ¿Estás con fiebre?
Pregunto, colocándose su mechón detrás de la oreja para consiguiente dirigirla hacia la frente del azabache para cerciorarse si tenía fiebre, Sasuke se quedó mirándola sorprendido por tal preocupación de su parte, ella sonrió aliviada sin más soltando su mano y colocarlas en sus bolsillos.
—nop. Todo en orden. —dio su veredicto aliviada, ella miró hacia la dirección del puesto y apunto con su pulgar dijo:—vamos, debes de tener hambre ¡Takoyaki! Ven, vamos.
Dijo sacando sus manos de los bolsillos, pero en eso, Sasuke sostuvo una vez más su mano poniéndose a su lado, ella sonrió nuevamente y ambos se encaminaron en el puesto de comida que estaba en un pasadizo, ella reviso la hora en el teléfono que marcaban las cuatro de la tarde preocupada se mordió el labio superior, guardando el teléfono en su bolsillo trasero de sus jeans; ellos entrar al comerció y consiguiente al puesto de comida, tomaron asiento y recibos por la mesera muy sonriente al atenderlos.
—bienvenidos. ¿En qué les puedo servir? —dijo la chica a la pareja, en eso Saku fue la que hablo:—por favor, yo quiero pedir unos takoyaki vegetariano y una soda... ¿Tú qué vas a pedir, Sasuke?
—nunca los probé. A sí qué quisiera probarlos.
—qué sea una docena. —dijo como si nada, dejando sorprendidos a Sasuke y perpleja a la mesera sujetando su lapicero, sin embargo Saku sonrió plenamente, la chica se disculpó dejándolos solos, la pelirrosa juntos sus manos ladeando la cabeza mientras miraba al chico, en eso soltó una risita —¿Qué pasá? ¿Porqué te quedas tan calladito?
—me preguntaba, cómo... —dijo a medias, porqué en eso, regreso la mesera con sus sodas y unos vasos los cuales los coloco en su mesa, ella hizo una reverencia y se fue, la pelirrosa levantó su soda y la abrió para beber su contenido, él prosiguió—cómo puede caber tanta comida en un cuerpo tan pequeño.
