Sasuke trás la pérdida de sus padres, él siendo el único hijo sé es obligado a mudarse a la gran ciudad donde viven sus primas las cuales son dueñas de una popular estética entre los suburbios.
El azabache sacá provecho de sus conocimientos de lo qu...
Aquel beso qué era casi interminable para ambos, él teniéndola acorralada contra ese árbol y ella abrazándolo del cuello como un koala, estando ambos devorándose entre si de un beso casto pasando a uno fogoso estando a solas en ese parque iluminados por la luna, él se separó de sus labios rosados, sintiendo lentos masajes en la nuca que ella proporcionaba.
—te manche con mi labial todo. Lo siento...
Dijo risueña, mientras trataba de limpiar con sus pulgares el labial rojo intenso de los labios de su ahora enamorado, Sasuke estaba quieto siendo mimado por la pelirrosa, cuya chica se arregló un poco su cabello rosado con total sutileza, mientras sentía su trasero chocar contra la corteza del árbol, el viento mecía sus largos aretes.
—alguna vez, te dijeron que tienes unos ojos hermosos.
Murmuró aquel cumplido para el muchacho, sintiendo un calor arder sus mejillas cerrando los ojos y apretando los dientes maldiciendo internamente aquel ridículo piropo para su chico. A pasado tiempo qué piropeaba a un chico y luego sonrojarse, Sakura en ese aspecto era bastante fría desde entonces, sin embargo, el chico le hacía sentir cosquilleos por el cuerpo...
—no, nunca lo me dijeron hasta hora. — respondió cohibido por aquella revelación viéndola a los ojos verdes que brillaban con tanta intensidad por luz lunar—por una chica pelirrosa.
—oh, entonces tienes suerte. —respondió sarcástica, mientras palmeaba el fuerte y trabajoso pecho del azabache imaginando cosas impuras, pero decidió disimularlo—vamonos, guapo es de noche y mañana tengo qué madrugar.
Ella se estiró de brazos, mientras suspiraba.
—te acompaño a tu apartamento, temo qué te pierdas. —dijo juguetona, mientras le tocaba con su dedo índice la punta de la nariz del moreno, para luego, ser interrumpida por él—y te volverás a tu casa sola puede ser peligroso de noche.
—oye, me puedo cuidar solita. Créeme no me pasará nada. —ella sonrió —vamos, guapo. —Sakura, se adelantó haciéndole al azabache un pequeño modelaje, mientras sostenía con ambas manos cada extremos del abrigo rojo que le cubría los hombros, sin embargo, Sasuke estaba deslumbrado y tanto acalorado por aquella pelirrosa, pero más con esa reciente escena de besuqueos... —¿No vienes, Sasuke? —preguntó coqueta y con una sonrisa socarrona.
—ahí voy, Sakura. —musitó, aún ensimismado, para luego alcanzarla.
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Ambos llegaron al edificio del apartamento dónde el azabache vivía, la pelirroja se quedó maravilla por el aspecto del edificio de ladrillos rojos, lo qué ella no sabía era que sus amigas Ino y Hinata vivían en el mismo, sólo qué en la planta alta; Sasuke Uchiha se quedó mirando a la chica sorprendida quién quedó impresionada por el lugar.
—por favor, quédate conmigo está noche, no me gustaría qué te pasará algo, ya sí gustas te puedes irte durante la mañana.. — ofreció amablemente, Sakura bajo la mirada para centrarla en el moreno que se le podía leer en el rostro qué estaba de verdad preocupado, no obstante Sakura bajo la cabeza escondiendo le una sonrisa juguetona, ella con las manos en los bolsillos delanteros de sus jeans se dirigió sigilosamente a él cómo si fuera acorralar a su presa, el azabache estaba inmutado esperándola; Sakura chasqueo repetidamente su lengua, mientras sostenía esa sonrisa en los labios aún colorados para responderle en forma burlona lo siguiente: —guapo, guapo, — repitió —no sabías qué las buenas intenciones llevan al infierno — suspiró —y quisiera pecar contigo, pero mañana tengo trabajo. Mala suerte mía.
