「Flotando ⋆ NoRen/JenRen」

solitario.

Angst.

Advertencia: mención de drogas.

2,2K palabras.

La única vez que han tenido problemas fue cuando estaban en la mitad de su primer año de universidad. RenJun y Jeno estudiaban carreras distintas en la misma universidad, así que arrendaban un pequeño departamento juntos. Ambos jóvenes, demasiado aturdidos por cada nueva experiencia que vivenciaban a diario, el estrés de la carga académica y la falta de protección del techo familiar; era normal que se encuentren tan nerviosos y tensos. Era la primera vez que vivían lejos de sus padres, después de todo, y aunque a RenJun no le importaba realmente, Jeno era quien la pasaba peor de los dos. A pesar de que usualmente veía poco a su madre le tenía un inmenso aprecio, era lo único que tenía y siempre estaba pensando en cómo hacerla sentir orgullosa de él. Era como si de pronto hubiesen tenido que madurar y hacerse cargo de todo por su cuenta, lo que era demasiado cansador y los estaba desgastando. A cualquier mínima cosa que sucedía alguno de los dos explotaba y comenzaba una discusión que, ahora miran hacia atrás, no valía la pena.

Lo que los llevó al borde del colapso fue algo tan mínimo, una completa estupidez. Es increíble pensar cómo algo tan insignificante pudo haber derribado todo lo que se habían esforzado por construir. Pasos lentos, pasos seguros, y de pronto alguien tropieza y lleva todo abajo con su cuerpo. Jeno solo recuerda haberle hecho una pregunta a RenJun con un tono más tajante del debido, sin siquiera darse cuenta de lo amenazante que sonaba, luego a RenJun explotando, con sus puños apretados a cada lado de su cuerpo, el entrecejo hasta el suelo y su voz fuerte, firme, y agria. Después explotó Jeno, ofendido al recibir tal reacción, lo que los había llevado a una discusión más o menos agitada. Hubo gritos, y se recriminaron hasta lo más pequeño. Hasta que RenJun lo dijo. Que ya no quería que vivan juntos, que estaba harto de él y no lo quería en su vida. A Jeno le dolió, y fue como si todo ese fuego que se había encendido y buscaba acabar con todo se hubiese apagado de un momento a otro, llenando todo con frío.

Siempre ha sabido que RenJun reprime mucho sus sentimientos, nunca se permite sentir más de lo que considera adecuado, y se protege con ese semblante apagado, aburrido y monótono. El problema es que a veces va acumulando mucho, va llenando de a poco el vaso con agua hasta hacerlo desbordar, y el líquido cae por los bordes hasta manchar la mesa, y antes de que uno se dé cuenta hay un charco gigante bajo el vaso, un charco que solo se agranda y se agranda, y luego hay agua cayendo al suelo causando un inmenso desastre. Así es RenJun cuando explota. Alcanza un punto en que ya no aguanta más, y ni siquiera se detiene a pensar en lo que dice, lo cual puede ser un arma de doble filo por la crueldad con la que suele expresarse. Algo inusual, considerando lo bueno que es para calcular cada uno de sus movimientos minuciosamente. Es comprensible, eso sí, que en el único momento en que se permita nublarse con sus sentimientos deje de pensar. Cuando ya no puede más es impulsivo, suelta todo, como una dinamita buscando destruir todo a su paso.

Lo siguiente fue el muchachito yendo con pasos decididos a su habitación, y cuando Jeno, en silencio y con lágrimas haciendo su lugar en sus ojos oscuros, lo siguió detrás como un cachorro perdido para ver qué estaba haciendo, a medida que intentaba tragarse sus hipidos y sollozos, lo encontró metiendo un montón de ropa en su bolso.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó alarmado y con la voz temblorosa, con el semblante pintado de miedo y horror, los ojos rojos y una respiración atorándose en su garganta.

Ver a RenJun le hacía creer que todo lo que acababa de decir iba en serio, y le aterraba.

El muchacho frente a él levantó la mirada, siempre frío y cargado de rencor. Jeno lo sintió como si su puño estuviese enterrándose en su estómago, y su boca estuviese llena de sangre.