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Todos aparecieron frente a la mansión Malfoy. Pero para la mala suerte de Harry, los recuerdos de la ultima vez que estuvo aquí llegaron a él demasiado rápido y un leve escalofrió recorrió toda su columna.

Cam tomó su mano con fuerza y él le sonrió, agradeciendole en silencio.

—Bienvenidos —Dijo una armadura encantada que estaba fuera de la casa, asintieron en agradecimiento y entraron siguiendo a Lucius.

—Siéntete como en casa, Harry —Dijo Lucius. Harry le sonrió y el señor Malfoy se dirigió hacia otro lugar de la casa.

—¿Desean algo de comer, chicos? —Preguntó Narcissa mientras caminaba hacia lo que supuso Harry, era la cocina.

—¿Todavía tienes pay? Amo tú pay — La chica dijo energéticamente.

Narcissa sonrió.

—Todavía hay ¿Ustedes quieren, chicos? —Draco sonrió y asintió con la cabeza.

Harry sonrió.

—Probaré un poco de pay, si no es molestia —dijo gentilmente

—No hay problema, cariño —Narcissa respondió antes de entrar a la cocina y buscar el pay.

Cameron vio que Harry estaba un poco tenso, así que tomó su mano una vez más.

—Harry se que es un poco incomodo estar aquí, pero estaré contigo y si me necesitas puedes preguntarle a las armaduras y retratos por mi —Le dijo cálidamente. Harry sonrió un poco, sentía una sensación cálida al estar junto a está chica, nunca la conoció pero sentía como si la conociera... Sentía una conexión.

—Gracías —Respondió y la chica le sonrío.

Draco frunció el entrecejo con un poco de celos pero no dijo nada. Cameron vio a Draco y le dijo:

—Porque no le muestras la casa a Harry, Draco —Draco abrió un poco los ojos e hizo reír a Alexandra.

—Bien.. sígueme, Potter —Comenzó a caminar. Cameron le hizo señas a Harry para que lo siguiera mientras susurraba «Estaré contigo», Harry asintío y siguio a Draco algo nervioso.

Harry estaba impresionado por la cantidad de habitaciones que podía haber en un lugar así. Realmente nunca se fijo en lo majestuosa que era la mansión, tenía decorados de hace muchos años, al estilo victoriano, supuso, que se mantenía con vida gracias a la limpieza de la casa. Tenían estudios, habitaciones para la familia, salas de arte, música y muchas otras cosas que realmente impresionaron a Harry.

—Y ésta es tú habitación —Draco abrió una puerta dejando ver una cama con dosel, algunos clósets y un gran ventanal; todo eso de color ébano con detalles negros y plateados

—Es... Increíble —Fue lo único que Harry pudo responder ante la conmoción.

—Dejare que te instales y le diré a mis padres que estarás aquí — Recibió un leve asentimiento de Harry y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

Harry comenzó a recorrer toda la habitación con lentitud dándose el placer de revisar todos y cada uno de los detalles de la pared.

La mansión le daba un leve aire a Grimmuald Place, haciendo que Harry sintiera nostalgia por su padrino, la única persona a la que realmente le había importado. Sonrió un poco, hizo la promesa de que si el no podría vivir la vida con él, él la viviria para su padrino. Decidió darse una ducha para alejar malos recuerdos y poder aclarar su mente.

Después de su reconfortante ducha salió de su cuarto de baño y encontró un par de ropa en su cama con una pequeña nota.

Querido Harry
Recordé a mis adorables tíos que no tienes algo adecuado en estos momentos para vestir, así que te deje estás prendas para que uses por el momento. Espero que sean adecuadas para ti.

Cam

Harry sonrió y agradecido con Cameron aunque un poco asustado por la formalidad de la nota y comenzó a cambiarse.

Era un conjunto de un pantalón negro y un sueter de lana gris, con la túnica, que era de un verde oscuro como el color de sus ojos, recordó la túnica que uso en cuarto año. Molly Weasley la había comprado y sintió un poco de cariño hacia la mujer, pero aparto esos sentimientos y terminando de cambiarse salió de la habitación.

—Harry, querido, que bueno que llegas, te estábamos esperando para darte tu pay—Narcissa lo recibió con un plato lleno.

—Gracias, señora Malfoy—Harry dijo agradecido y tomó el plato.

—No hacen falta las formalidades, cariño, llámame Narcissa —Narcissa le sonrió

—Esta bien... Narcissa — Sonrió un poco, no acostumbrado a llamar a las personas mayores a el, por su nombre

—Bien, coman o su pay se derretirá —Narcissa reprendió a los chicos y estos comenzaron a comer.

Ante el primer bocado que Harry le dio sintió que su boca se derretía ante el sabor del pay, y realmente no quería ofender a la matriarca Weasley, pero este pay sabía mejor que todos los platillos que ella le haya ofrecido.

—Esto es increíble —No pudo evitar decir haciendo reír a todos en la sala y sintiendo que sus mejillas se ponían rosas de la vergüenza. —Lo siento... — Su voz sonaba muy avergonzada.

—No te preocupes, cariño, me alegra que te haya gustado —Le dijo tranquilamente Narcissa con una pequeña sonrisa. Luego de eso pasaron un rato más hablando sobre lo increíble que cocinaba Narcissa. Más tarde ésta los mando a la cama con algo que realmente hizo que Harry sintiera mucho respeto al cáracter Black de Narcissa.

«Ahora que han terminado su pay, vayan a la cama, no querrán que su cuerpo termine más magullado de lo que ya está. Y si me doy cuenta de que no están en su cama, se las verán conmigo»

Realmente sabía cómo regañar pero sin causar que sus hijos tuviesen un trauma de por vida, como solía hacerlo la matriarca Weasley.

The Pain Of Betrayal (Reeditada Y Resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora