El chico que se casó con el cielo ✨ YOONMIN/JIMSU ✨

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- Hola...- Saludo, un poco mas decaído que otras veces - Sabes que el color gris también me fascina, me causa curiosidad saber que está pasando por encima de ese color en las nubes - Tomó aire y suspiro cansando. Esta vez se recostó sobre el frió y rocoso pavimento de la azotea - Apenas son las tres de la tarde y ya hay problemas con papá.

Cerro los ojos, queriendo calmarse y olvidar lo que apenas sucedió dentro de su casa, esforzándose un poco porque parecía que a cada pestañeo, los recuerdos estaban allí.

- Adivinaste, llego borracho - Siseó - Estaba en la cocina haciendo tarea, cuando me tomo de la camisa y...Lo de siempre, me ha golpeado - Respiro hondo, como tomando fuerzas para continuar - Esta vez, mi madre no me defendió, primero quedo paralizada viendo, y después corrió a encerrarse en su habitación. Admito que me sentí abandonado, pero pobre mujer, ella no lo merece. No la culpo - Se centro unos segundos viendo como las nubes se movían rápidamente gracias al viento - Aunque le golpeo la puerta de la habitación para después marcharse y yo aproveche para ir a la mía, no la culpo, -Repitió- porque ella no merecía casarse con él. L-la obligaron a tener hijos y y-yo...

Se rompió, una vez mas estaba llorando con un ápice de pudor frente al cielo, sin embargo se dejo hacerlo.

- Ya conoces la historia - Sorbió su nariz - Nací yo, estaban felices de que fuera un varón, decían que el campo les iba a servir, pero nos mudamos acá y, y ya sospechan que no me gustan l-las chicas y, m-me van a matar...- Lloro con mas fuerza, por un momento dió igual si su madre lo escuchaba.

Se calmó un poco. Su nariz ardía pero tenía que continuar, como cada maldita vez.

- ¿Crees...Crees que soy un error?...A veces lo pienso, pero a veces, pienso que así debió ser, tu existencia y la mía, como el destino lo escribió- Ahora se sentó como de costumbre, se acomodo un poco - A veces pesa sentir que mi respiración estorba, porque incluso a veces pienso, que si no existiera, estaría contigo - El cielo ahora empezaba a ser de color dorado, la tarde estaba por llegar y los rayos de sol se asomaban - Pero si eso fuese así, definitivamente debí hacer algo tan digno de un héroe en mi otra vida para estar contigo... Y honestamente, espero serlo en esta. - Finalizó.

Se dejo respirar con paz, porque a cada segundo le parecía mas y mas bonito lo que estaba frente a sus ojos, su corazón tenia la ingenua y ciega certeza de que ese cambio era para él. Sólo y exclusivamente para él, tan egoístamente reconfortante.

Y también sorprendente, se acercaba invierno y con ello debían caer los copos de nieve, no era común ese color cálido. Quedó un poco mas convencido de que, si, ese cambio era para él.

- Gracias por escucharme, sé que lo haces. -Afirmó- Ya me debo irme a limpiar el desastre que dejo papá, mi madre no está de ánimos para ayudarme así que debo hacerlo mejor - Y sencillamente se marcho, ahora mas jovial que hace unos momentos atrás.

Al igual que esa particular persona arriba de el color gris de las nubes y detrás de los tenues rayos de sol.