El Poder De La Pasión +18 (S.F #0) [ Reescribiendo]

5. No me mires, tócame

Capítulo 5.

AVRIL.

Entramos a la habitación y las manos de Aarón se dirigieron por inercia a mis caderas y mis manos a su cuello. Nuestros labios se encontraron enseguida comenzando un ritmo adictivo mientras sus manos se dispersaban por mi espalda hasta llegar al cierre del vestido.

Jadee sobre sus labios cuando me dirigió hasta la cama, y por el camino se deshizo de mi vestido llevándome a la cama en medio de besos y  toqueteos. No tarde también en desabotonar su camisa cuando estábamos por llegar a la cama y yo ya me encontraba sin mi vestido, con sus labios sobre los míos.

Cuando había logrado desabotonar toda su camisa, el me hizo caer sobre la cama, permitiéndome observar todo su pecho al descubierto haciéndome babear en instantes, su cuerpo era como de esos hombres sexys de las películas, pero diez veces más atractivo. Tenia un tatuaje en el costado de sus costillas, era algo escrito en letra junta, y a pesar de saber de esas letras no me permitió averiguar que decía en ellas.

No tardó en  quitarse él  solo el resto de la camisa y acercarse a mi ahora con su cuerpo expuesto de la cintura para arriba,  mientras a mi solo me cubría mi ropa interior.

‐ Eres hermosa, finalmente comprobare que tan reales son tus pechos – susurro sobre mis labios antes de besarlos y comenzar a descender por mi mentón, mientras sus manos tomaron mis muñecas hasta tenerlas sobre mi cabeza donde las sostuvo firmemente.

Sentir sus labios sobre mi piel era ardiente, tanto como ningún otro coque había sido, él desprendía ese algo que te hacia temblar las piernas solo rozándote, me encantaba.

Cuando tuvo finalmente mis pechos frente a sus ojos, no tardó en bajar las copas de mi brasier y darles el primer chuletón que me hizo soltar un jadeo, luego de ese vino otro, y otro, y otro, así hasta tenerme gimiendo por más.

Sus labios en mis pechos eran algo que no sabía que necesitaba pero que ahora son necesarios para mi vida, eran adictivos, calientes y maravillosos. Él siempre sabía dónde, como y cuando tocar para llenar de placer a una mujer.

Me retorcía en la cama al tener las manos sujetadas por él, quería tomar su cabello y jalarlo, pero él no me lo permitía manteniendo mis manos sobre mi cabeza.

Una de sus manos sujetaba las mías mientras la otra acariciaba mi cadera y jugaba a la vez con el borde de mis bragas. Aquel juego no tardó mucho ya que no tardó en meter la mano entre mis bragas comenzando a acariciar mi entrepierna húmeda haciéndome morder el labio inferior en cuanto introdujo sin problemas un dedo en mi interior, la tarea no fue difícil puesto  que ya estaba mojada y al sentirlo introducir su dedo solo podía seguir gimiendo mientras el calor corporal de ambos iba en aumento.

Sentí su miembro crecer contra mi muslo cuando la levanté para ofrecer un mejor acceso a mi entrepierna.

Esos increíbles 26 centímetros.

Movía sus dedos con frenesí, sus labios en mis pechos mordisqueando y chupando, subiendo cada tanto a mi cuello a dejar besos allí y luego volviendo a mis senos, era demasiado placer.

Todo el placer se vio reflejado en mi orgasmo que me hizo temblar las piernas y soltar un grito ahogado.

Tenía el pecho subiendo y bajando en busca de aire mientras sentía los ojos cansados los cuales conectaron con los de Aarón mientras él llevaba sus dedos a la boca