Danmachi // El Poder del Caos

Capitulo 4: Corazón Helado

Hello Da, estamos aquí en otro capitulo de esta historia, así que empecemos.

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Henos aquí, en una nueva aventura para mis registros, me encuentro nuevamente en otro lugar inhóspito muy lejos de la anterior, ahora no se si es peor el calor del desierto o el clima en el que me encuentro ahora, ¿En donde me encuentro? Pues subiendo una alta montaña conocida como la Monte Etna dentro de un paramo helado que lo apodaron Helheim o infierno helado, el frio entraba por tus poros y cuerpo se volvía mas débil conforme en tiempo.

No es recomendable viajar solo ya que te puedes perder y morir congelado, lastimosamente nadie estaba dispuesto a serme de guía ya que no es lugar de importancia para la gente que lo necesite, aunque siempre habrá intrépidos que busquen emoción y lo intenten, pero no resulta muy bien.

Mi misión en este lugar es recuperar cierto objeto que se encuentra en una caverna muy en lo alto y desgraciadamente no se puede acceder desde abajo por lo que tengo que entrar por arriba.

Empecé por el amanecer y al comienzo parecía fácil, iba a un buen ritmo y mi respiración era normal además de tener provisiones suficientes, pensé que seria un entretenido. 

Pero luego todo fue empeorando, conforme avanzaba la presión se estaba volviendo cada vez mayor, existían veces en las que el aire me faltaba, mi cuerpo se agotaba mucho mas rápido, para evitar la hipotermia use las espadas del caos para que me brinden calor durante mi ascenso, pronto llego la noche y con ella el viento se volvió mas fuerte y comenzó a nevar.

Regresar no era un opción, solo es nieve, esto no es nada, y continúe sin siquiera detenerme para descansar, creí que si mas rápido llegara esto seria mejor, pero me equivoque, camine por dos días completos sin desviarme en todo este tiempo la tormenta no se detuvo, no use las botas de Hermes para que no se estropearan, a pesar de que el calor del fuego me abrigaba, pero los dedos de mis pies parecían que se romperían como cristal.

Era de noche mis pestañas y cabello se congelaron, en mi ropa cúmulos de hielo estaban adheridos, no puede seguir manteniendo el fuego en mis espadas mas tiempo y ahora en frio me estaba envolviendo, no se cuanto me queda para subir, pero espero que sea poco.

Mientras mi cuerpo temblaba y cedía a un largo sueño, intente pensar en recuerdos que lograran distraerme y me mantuvieran despierto, recuerdos de personas preciadas a para mi que ya no están aquí conmigo.

Quisiera estar sentado frente a la chimenea en la cálida mansión en la que vivía, escuchar a Mikoto, poder hablar un poco con Welf sobre las armas que ahora poseo, acariciar suavemente las orejas de Haruhime y que esta se avergonzara, entrenar con Aiz y recibir una almohada de regazo, tener una platica de horas con Ryuu y poder tomar su mano, extraño las discusiones de Lili y Hestia, incluso los regaños de Eina.

Estas memorias, y deseos que no puedo cumplir me mantuvieron en pie, ¿realmente extrañaba mi anterior vida?, mentiría si digiera que no. Pero ya nada volverá hacer lo que era, al menos puede hacer pagar a la persona que causo esto.

Cada paso era un logro para mi, me abrazaba a mi mismo intentando conservar calor, cuando de pronto un gran aullido hizo eco en toda la montaña, a juzgar por el sonido debería ser de un lobo o de una manada para que tenga tanta intensidad, pude percibir que el sonido venia de mas abajo así que acelere el paso para no tener que combatir. Pero no note que aquel aullido causo una gran avalancha, solo pude verla delante de mi antes de maldecir y que la nieve me tragara, por la fuerza me arrastro colina abajo. No me dio tiempo de sujetarme de algo y la avalancha me llevo hasta un risco helado, y caí en el fondo. Me estrelle contra una capa de Hielo que estaba en el fondo y me hundí en la helada agua.