Carta 2

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Hola de nuevo amor.

No recibí tu respuesta.

Puede que se haya perdido en el correo.

En fin, recuerdas nuestra primera cita?

Tú me llamaste la noche de ese miércoles para arreglar vernos en el parque de diversiones del muelle a las siete pm del viernes.

Yo estaba muy nervioso y de hecho recuerdo que el jueves se me pasó muy lento, estaba ansioso por el viernes en la noche.

Como no trabajaba en Home Depot los viernes, en cuanto terminó mí turno en Starbucks fuí a mi departamento con Spencer, ella quería saber todo sobre mí nuevo pretendiente, la verdad es que siempre fue muy amable, pero creo que su curiosidad fué la que la empujó a dar el siguiente paso para intentar que seamos más cercanos.

Extraño tus miradas molestas cada vez que menciono a Spency, no creas que nunca noté que le tenías algo de celos.

En mí departamento hablamos un par de horas, ella también me contó de su vida y de su novia. Leíste Harry? NOVIA ya puedes bajarle a los celos, y sé que te lo repetí varias veces, pero incluso después de que Spency se casara con Amber, años despues de todo esto que te ayudo a recordar, seguías haciendo ese gesto de desagrado con tus cejas que tanto te delataba.

Cuando se hicieron las seis Spencer se quedó separando ropa viendo la TV en mí cuarto mientras yo me duchaba.

Mientras escribo esto imagino tu sonrisa transformarse en una línea recta y tus cejas marcando una expresión algo consternada en tu rostro.

Harold Edward Styles te conozco de arriba abajo y sé bien los celos que te causa leer esto pero te juro que Spencer es 100% lesbiana y prefiere a las pelirrojas altas antes que a los bajitos morochos. Quedó claro Hazz?

Cuando salí de la ducha Spency se fué a sentar a la cocina a esperar que saliera con uno de los tres conjuntos que me había preparado.

No sé si lo recuerdas pero me puse un polo blanco con el logo de pink floyd, unos jeans bordó unas Vans blancas y una campera de jean de abrigo.

Cuando llegué al parque del muelle eran las siete en punto y te ví junto a un puesto de dulces con un algodón de azúcar en la mano.

Vestías unos jeans negros y una campera beige con el borde de la capucha peludo igual de esponjosa que la de la mañana del miércoles tapaba lo que sea que tuvieras abajo.

Ese viernes no hacía tanto frío como el miércoles pero estabas casi que igual de abrigado, solo que esta vez no había bufanda ni guantes.

"Como estás Louis?" dijiste con tu voz grave, frotando tu enrojecida nariz, siempre tan tierno que casi cedo a mi impulso de abrazarte, pero me contuve, te habrías espantado.

"Hola Harry" te sonreí y me devolviste la sonrisa. Eres tan dulce Harry, no puedo creer la suerte que tuve de conocerte.

Esa noche fué una de las mejores, a pesar del frío, las luces del muelle iluminaban el cielo nocturno, mezclandose con la luz de las estrellas, dándole a la mata azul oscuro un aspecto mágico, casi tan hermoso como tus ojos. Casi.

Pasamos horas caminando y charlando, yo te conté de mis dos trabajos y que estudio en línea distintos idiomas para conseguir un trabajo que me permita viajar y conocer el mundo y tú me contaste de tu trabajo como asistente de un reconocido empresario, de tu amor por los niños y que aún pensabas en qué estudiar, si mal no recuerdo dijiste "viviré el hoy hasta que sepa que hacer con el mañana".

Quiero que sepas que toda la cita fué fantástica, pero al final de la noche, cuando nos subimos a la rueda de la fortuna fué....

Estoy seguro de que si recuerdas nuestro primer beso Harry.

Pero de todos modos lo escribiré, para que entiendas lo que sentí cuando las rueda paró, dejándonos ver toda la ciudad de Londres, cuando el viento helado nos hizo acercarnos, cuando me miraste a los ojos mezclaste nuestros alientos y tus labios se juntaron con los míos en una danza que deseé que durará para siempre.

En ese momento supe que tenía que quedarme a conocerte.

Te amo.

-Louis

Dear Harry // LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora