Para muchos un día sin importancia, para mi es significado de traumas ; ya pronto será tu aniversario número dos, algunos no lo recordarán y desearía que ese fuese mi caso, olvidar esa fecha. ojalá nunca hubiera sucedido pero supongo que debo hacerme cargo de mis acciones, el mayor tiempo trato de evadir lo que hice, siendo sincera no soy capaz siquiera de llamarlo por su nombre en voz alta, porque de cierto modo me aterra. Quizás tengo vergüenza, debido a que todos por fin supieron que aquella chica de 13 años no era tan feliz como aparentaba, que su vida no sólo era tener buenas calificaciones y seguir órdenes como cual robot, todo mi sufrimiento era mi más grande secreto, mis heridas eran solo mías, las guardaba desde hace dos años pero es cierto la verdad siempre sale a la luz, pero esta verdad traía consigo un sin fin de consecuencias y lágrimas que debían ser derramadas por muchos, algunos culpables otros no tanto, pero de todas formas salpicaria la vida de todos. Ocurrió un 11 de enero del 2019, era un día normal aparentemente. La bomba ya había sido de tonada hace unos meses atrás, donde los cuidados fueron subiendo de nivel y el amor no faltaba pero aún incluyendo todo aquello mi mente era un completo desastre, pero ese día en especial me sentía diferente tenía un presentimiento como si algo fuera a suceder en cuestión de horas, decidí reprimir ese sentimiento sin sentido según yo. Pasaron las primeras horas de la mañana cuando de repente, decidí buscar algo y cómo si hubiera sido planeado encontré lo que sería algo clave para unas horas, mi lado más depresivo me susurró al oído "¿Y si lo hacemos?" esa idea se plantó en mi mente, pero decidí ignorarla una vez más, rompería muchas promesas si lo hacía. Eran las cuatro de la tarde y llegó la llamada detonadora, era papá(1)... Sin embargo me alegre de escuchar su voz pero aquellas palabras que pronunciaba atacaron cuál dagas en mi alma que dependía de un hilo. Papá : Ya no podemos controlarla, hay que encerrarla, debemos alejar todos los cuchillos de ella. Mi hermana (psicóloga) dijo que ya está en las últimas - en ese momento algo se quebró completamente en mi, me había convertido en un problema, ya no era una persona, era una carga. Tuve un ataque de ansiedad mezclado con pánico en ese momento, mamá trataba de consolarme pero ya era demasiado tarde. Me limpié las lágrimas y actúe neutral, pero ya no era yo, algo más se había apoderado de mis pensamientos, mi lado más oscuro por fin había logrado salir completamente, me arreglé y decidí ver la televisión... En cuestión de dos horas mamá había salido con papá (2) solo estaba con mis hermanos, mi alma ya no estaba, era como si fuera una espectadora más y mi cuerpo andará sólo, no podía hacer nada más que ver... Tomé todas las pastillas que encontré me encerré en el baño, no lloraba, no tenia miedo, no sentía nada, vi por última vez a mis hermanos, luego separé cada una por colores... Tomé cada una de ellas por grupos. Luego escuchaba al fondo como mi hermana mayor lloraba y me suplicaba abrir, pero no podía... Ya era tarde pensé. Lo siguiente aquello es como una especie de deja vu, me veo siendo entrada en una camilla, veo el rostro de mamá...
Lo que más me molestaba de todo, era ver como aquellos que jamás preguntaban por mi eran los mismos que ahora fingían preocupación, tan hipócritas todos pensaba. Lo que sucedió luego de todo aquello fueron un sin fin de consecuencias que no pretendo mencionar.
Trato de olvidar aquello, pero después de todo era mi intento de suicidio número tres. Las ganas de hacerlo de nuevo vinieron unas 30 veces más en ese año. Pero logré calmarme, con mis autolesiones. Pero supongo que lo que sentí en ese momento jamás podría ser comparado con algo en específico, ya había renunciado a mí vida, pero supongo que por cosas de destino, mala suerte o quizás Dios no sucedió.
Ahora estoy mejor, pero estás fechas me hacen recordar aún más todo aquello que sucedió tan solo en unas horas. Son recuerdos y lágrimas que jamás podrán ser olvidadas o borradas. Es algo con lo que tendré que vivir. Debo enfrentar mi realidad.
Renuncié al aire, que se me concedía, pero el destino lo regresó a mis pulmones - crital Min
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