Impaciente por ver a su hermano, Phineas temblaba y trataba de no entrar en pánico. Pensaba que esa mujer no le traía nada bueno si su hermano estaba desaparecido, pero entonces la puerta se abrió mostrando a esa mujer y a su hermano, que al entrar los ojos de los dos brillaron de felicidad y rápidamente corrieron a abrazarse.
— ¡Idiota, me asustaste!
— ¡Tú me asustaste, estúpido!
Peter, Michiru y los gemelos bajaron a ver quë estaba ocurriendo, Mystic los miró algo incrédula.
— Lo sé, hace veinte minutos estaban insultándose y ahora se abrazan. Es todo parte de una nueva actividad, así que tenemos que hacer que se recuperen.
Pasó el tiempo y ya casi era viernes, faltaba poco para la boda de Phineas y él aún no se acuerda de que siquiera tiene novio.
— A ver, ¿En serio no se acuerdan de nada? ¿Ni de cuando estábamos en MF?
Los dos negaron.
— Phineas, yo te cuidé, yo me encargué de ti, pasamos muchas cosas juntos. ¿No recuerdas cuando te ponías triste y me quedaba contigo hasta que durmieras? Las canciones, las historias, los juegos, ¿No recuerdas nada?
— Eh.. La verdad, no recuerdo nada de eso.. Uhm.. ¿Cómo dijiste que te llamabas? ¿Mystic?
Eso no pudo doler más. ¿Así era el corazón roto de una madre? Pues sí, duele que después de tantas cosas que vivieron juntos, la desconozca como su madre, siendo que se amaban de esa forma.
— Phineas, hay que irnos a Danville, no podemos seguir aquí con esta loca. — Le dijo Ferb.
— Si creo, mamá debe estar preocupada.
Un suspiro llamó su atención, la mod tenía inclinadas sus orejas gatunas mientras se abrazaba a sí misma.
— Entiendo. — Dijo con su voz quebrantada y ojos cristalinos. — Pero ten en cuenta que para mí siempre serás mi renacuajo, Phini.
— Re.. ¿Renacuajo?
¿De dónde le sonaba esa palabra? Renacuajo, renacuajo... Recuerda con escasez a una voz que lo apodaba así cuando era pequeño. ¿Era ella? Su cabeza hizo clic y todos los recuerdos le llegaron de un golpe, cuando tenía diez años, luego a los dieciséis que combatió a las contrapartes malvadas de todos junto a Walter, y finalmente los dieciocho, cuando... ¡Walter se le propuso! Dios, por eso tanto apuro, ¡Se casa mañana y ni se acordaba!
— ¡No puedo creerlo, me caso mañana! — Se puso de pie totalmente alarmado ganándose las miradas de Ferb y Mystic. Se dirigió a la misma en un abrazo fuerte en forma de consuelo. — Mamá, ya no llores más, perdóname por olvidarte, no estaba pensando bien, en serio lo siento.
— Ay, Phini.. — Se sintió aliviada, correspondió con toda la fuerza que pudo. — Ya no importa, volviste y ahora recuerdas todo.
— Oigan, ¿Qué carajo? — Ferb los miró enrarecido. — ¿Le hiciste algo a mi hermano?
Los dos se miraron pensando en algo que sin duda lo ayudaría a recordar.
— Ferb, ¿Sabes quién va a casarme con Walter?
— No, no quiero saber porque no conocemos a ningún Walter y no te vas a casar porque no tienes con quién.
— Yali.
Se retiró en seco al escuchar ese nombre, y como Phineas, todos sus recuerdos llegaron. Principalmente los que comparte con la peliazul, cuando perdió su color peleando contra Hortensia cuando invadió todas las crews, la guitarra que le regaló y cuando se confesó. Pero con eso también llegó el amargo recuerdo de cuando recibió la noticia de que su hermano tenía novio, cuando conoció al mismo, también cuando su mejor amigo, Ian, regresó a su ciudad y no supo más de él.
— No.. Esto no puede ser.. — Dijo mirando a un punto fijo atónito, luego se volvió a su Phineas en la misma tónica. — ¡Te casas mañana! Y yo no he arreglado las cosas con Walter.. Y.. Myst, ¿Estás llorando?
Los dos se rieron y fueron a abrazarlo, Ferb, al acostumbrarse a todo y asimilarlo bien, correspondió con calma. Hasta que a Phineas se le pasó por alto un pequeño detalle.
— Maldita sea, intenté ligarme Peter.
En eso recibió un disparo de telaraña que le llegó a toda la cara.
— Qué mier..
— Eso te pasa por meterte conmigo, pendejo.
— Peter, por favor, no estaba consciente. — Fue detrás de él. — ¡Peter!
— Bueno, al menos se podrá casar en paz. — Suspiró aliviada.
— Yo tengo que estar en paz con Walter antes de que empiece la recepción.
— En ese caso tú te vas al salón con Peter mientras yo ayudo a Phineas a prepararse.
